«Superman»: la historia del Hombre de Acero (I)

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Con motivo de la Navidad en Pandora hemos tocado tres películas de corte familiar que eran “Eduardo Manostijeras”“Ice Age” y “Sonrisas y lágrimas”, amén de una referencia al mega-clásico navideño por excelencia que es “¡Qué bello es vivir!”. Sin embargo para mí y para mi familia las Navidades tenían una saga que era la que se convirtió en LA serie de films navideños para mí. En Enero de 1985 nacía mi hermano José Manuel. El día después emitían por primera vez en TVE una película mítica que tuvo una de las mayores audiencia de la historia de la televisión en España hasta ese momento con cinco millones y pico de espectadores. Esa película era “Superman” (1978). Al año siguiente para empezar el año se emitió “Superman III” (1983) y en el 87, “Superman II” (1980) –no, no me estoy equivocando, las emitieron así– y hasta mediados de los 90 caía una de las cuatro películas protagonizadas por el malogrado Christopher Reeve por las fechas navideñas. Es por eso, que tenía que comentar la ‘Saga del Hombre de Acero’.

Vamos a ponernos a ello volando, pero antes veamos rápidamente la historia de Superman.

2A principios de los 30 Jerry Siegel y Joe Shuster crearon un personaje de cómic que tenía todas las habilidades humanas multiplicadas; así tenía una fuerza descomunal, un oído extraordinario, una vista fuera de serie y podía dar unos saltos que le hacían sobrepasar edificios. El primer número de la revista “Action Comics” en la que se publicaron las historias del extraterrestre recogido por un motorista y dejado en un orfanato donde descubriría sus poderes, tuvo unas ventas sensacionales.

En realidad el personaje era más parecido al Capitán América de hoy día que al Superman que tenemos actualmente. Dada la enorme repercusión de las viñetas pronto se convirtió en un icono y fue seguido por multitud de héroes con poderes extraordinarios.

Evidentemente pronto se planteó la necesidad de su traspaso a otro medio y quien primero lo acogió fue la radio con igual éxito. Su etapa en radio dejó para la posteridad una frase que no tiene ningún sentido para otro medio que no sea la radio, pero se asoció enseguida con Superman. Esta frase es la “Este es un trabajo para… Superman”. De alguna manera había que trasladar a la radio la emoción cuando aparece la imponente “S” del pecho del Kryptoniano saliendo de su camisa. Pero no sería la radio sino una serie de cortometrajes de dibujos animados la que acabaría por perfilar al héroe.

En 1940 la Paramount compraba los derechos para hacer unos excelentes dibujos animados creados por los hermanos Fleischer. En estos, dado lo ridículo que resultaba ver saltando de edificio en edificio al hombre en mayas, se decidió que quedaría mejor volando. Este hecho es el que convirtió a Superman en el ser único y excepcional.

Quiero hacer una breve mención a estos cortos antes de continuar. Los Fleischer aceptaron reticentes el encargo de Paramount para hacer el primer cortometraje titulado simplemente “Superman” (1941). Como temían que el experimento pudiera ser un fracaso, pidieron el doble de presupuesto de lo que costaba hacer cualquier corto de sus estudios habitualmente, pensando que dado lo desorbitado del presupuesto, sería rechazado.  Tan interesada estaba la Paramount que aceptó sin condiciones. Entre la espada y la pared los Fleischer se adentraron en un terreno desconocido hasta entonces, que era el de la animación de forma realista para seriales. Como no sabían cómo iba a funcionar metieron a un buitre para dar el tono cómico que tenían en sus cortos y el estilo de dibujo no estaba totalmente definido, pero ya se notaban las características que luego perdurarían en toda la serie, esto es, elegancia extrema, diversión y aventuras entrañables. El éxito fue apoteósico y algunas de las imágenes de esos cortos se han convertido en míticas. Luego comento.

Pego el salto que, como siempre, me enrollo de mala manera. Pasan los 40 y los 50. Superman evoluciona y aparecen los Kent y Lex Luthor en cómic. Tras el éxito de la serie de los Fleischer llegaron dos seriales para cine sin mucho atractivo y la primera serie de televisión, que, nuevamente, supondría un éxito tremendo. Comentar que el episodio piloto de la serie se rodó para que fuera exhibido en cines, aunque finalmente se hizo tras el estreno de la serie. Esta sería la primera película del hombre de la gran “S”. Se tituló “Superman contra los hombres topo” (1951). Esta película la comentaré con los supermanes menores, que son “Superman III” y “Superman IV: en busca de la paz”.

«Superman I» (1978)

posterBueno, durante casi 40 años el héroe triunfaba en cómic, radio y TV, tanto en acción real como en animación y las primeras tentativas de llevarlo al cine no fueron mal, así que estaba claro que iba siendo hora de ponerse a maquinar su entrada en la gran pantalla.

Curiosamente los encargados de llevarlo eran los Salkind, productores de origen polaco, en un principio personas que nada tendrían que ver con el icono estadounidense. Tras el díptico “Los tres mosqueteros: los diamantes de la reina” (1973) y “Los cuatro mosqueteros: la venganza de Milady” (1974), los Salkind Alexander, padre, e Ilya, hijo, buscaban una franquicia tipo James Bond. Ilya puso sus ojos en la vetusta serie de Batman de los 60, que se seguía reponiendo con éxito en todo el mundo. Pensó entonces en el otro personaje abanderado de la editorial, el aún exitoso Superman. Aunque Alexander no tenía ni puñetera idea de quién era el tío de los calzoncillos rojos y capa, vio rápidamente la posibilidad de negocio y pronto siguieron la misma fórmula que con su aventura con los mosqueteros, esto es, muchos rostros conocidos, mucho humor y dos películas para rentabilizar.

Para dar comienzo al proyecto y publicidad, se contrató con todo el bombo y platillo del mundo a Mario Puzo, el autor de “El Padrino” para escribir el libreto.  Este hizo un guión que, según todo el mundo, era imposible rodar. Este fue el comienzo de una larguísima pre-producción que daría para un culebrón entero y como lo que nos interesa era el culebrón del rodaje, paso por alto toda la historia que quedó finalmente con Gene Hackman y Marlon Brando como cabezas de cartel, con secundarios míticos como Glenn Ford y con un desconocido, Christoper Reeve, como protagonista desbancando a gente como Robert Redford, Burt Reynolds, Paul Newman, Clint Eastwood o Sylvester Stallone, que eran los nombres que se barajaron.

5El director contratado sería Richard Donner, que acababa de estrenar con enorme éxito la muy estimulante “La profecía” (1976). En realidad era un repuesto de última hora al inicialmente previsto Guy Hamilton. Donner cogería el toro por los cuernos y lo desharía todo: guión, decorados, etcétera serían descartados por el posterior firmante de “Lady Halcón” (1985), porque quería evitar el tono bufo de la mencionada serie de Batman. Desde el principio esto le acarreó graves enfrentamientos con los productores, pero lo que se iba rodando era de una calidad tal que se mantuvo al director en su silla, a pesar de los retrasos y la subida de costes. Donner, fan del Hombre de Acero desde niño, quería respetar lo que para él significaba Superman y ofreció la primera gran película de superhéroes de la historia.

¿Cuál es la clave de “Superman”?, pues aunque no lo parezca, Katharine Hepburn. No digo que la mítica intérprete tuviera nada que ver nada con la película, ojo. Paso a explicarme.

7Desde un principio estaba claro que el hilo conductor de la trama debía ser la dualidad Clark Kent/Superman y su relación con Lois Lane. Para hacer verosímil lo que en cómic es algo pasable, pero en la vida real impensable, se pensó en la película de Howard Hawks “La fiera de mi niña” (1938), donde el atractivo y seductor Cary Grant intentaba hacernos creer que era un patán tras unos modos torpes y unas gafas, arrastrado por una mujer que los tiene bien puestos y se mete en follones sin cesar. Este personaje en la película de Hawks estaba interpretado por Katharine Hepburn. El elegido para interpretar al habitante de Metrópolis, Christopher Reeve, imita con brillantez la actuación de Grant y hace creíble que la avispada reportera estrella del Daily Planet se trague el que su compañero de trabajo y el (súper)hombre de sus sueños no sean la misma persona.  Hay que decir ya que Reeve hizo un trabajo excepcional en la composición de Clark Kent/Superman. Por otro lado el ambiente periodístico está tomado de otra película de Hawks, “Luna nueva” (1940). El tira y afloja de la pareja y su relación con el editor está claramente inspirado en el film protagonizado por Grant nuevamente.

3Cambiamos el tercio. Para arrastrar público contrataron a algunas caras conocidas, entre ellos al villano de la función, que es Gene Hackman/Lex Luthor. Para mí el punto realmente flojo de la película se encuentra aquí y es la estupidez del secuaz de Luthor. Otis (Ned Beatty) es un oligofrénico con menos luces que una patera de contrabando, que no para de cagarla. Ni tan siquiera de niño esto me hizo gracia. Un criminal extremadamente inteligente como es él nunca tendría a un imbécil como una casa trabajando para sí. Y eso que Beatty se lo curra, porque es un excelente actor dramático y está convincente como gañán,  pero imagino que esta era la imposición de los Salkind para hacerlo para todos los públicos, que tenía en el guión original.  Lo que sí que funciona a la perfección es la química con Valerie Perrine, esto es, la señorita Teschmacher, azafata y quizá polvo ocasional del malo. La química entre ambos deja frases muy buenas y deja ver la atracción mutua, aunque eso se verá aún más en la secuela. En esta relación está también muy presente el cine clásico, sobre todo las puyas que tenían la pareja Spencer Tracy y Katharine Hepburn.

Esa es la segunda conexión con la Hepburn. Hay una tercera y es que cuando Christopher Reeve fue seleccionado mientras estaba haciendo una obra con la legendaria actriz quien, al enterarse, sólo dijo: “¿quién?, ¿el larguirucho?”.

1La otra gran estrella era Marlon Brando quien tras los éxitos de “El último tango en Paris” y “El Padrino” volvía a ser un peso pesado –y no sólo físicamente– en Hollywood. Para ficharle los Salkind pusieron una pasta descomunal porque sabían que en ese momento su nombre arrastraría público. Brando llegó para hacer de Jor-el, el padre de nuestro héroe. Se llegó a un acuerdo por el cual se le pagaría un millón de dólares por 2 semanas de rodaje, a lo que habría que sumar un porcentaje de la taquilla, tanto en esta película como en su secuela. El primer día llegó sin saberse sus frases y se quiso ir antes de tiempo. En esa época Brando se había vuelto un divo imprevisible y aburrido de la interpretación, así que no se sabía por dónde podía salir y además saldría por una pasta. Afortunadamente Donner encauzó la situación y sacó una excepcional interpretación de Brando de hecho, junto con “Apocalypse Now”, que se rodaron prácticamente a la vez, se puede decir que esta es la última gran interpretación del actor.

8Pero a pesar de los intérpretes, si el espectador no se creía que un hombre podía volar, la película estaría perdida. Se hicieron gran cantidad de pruebas hasta llegar a soluciones realmente atractivas. Hoy día todos esos trucos están superados, pero en la época previa al ordenador era francamente complicado conseguir hacer creíble el vuelo tal y como se vio en los cortos de los Fleischer. Se solucionó con retroproyecciones, maquetas y sobre todo unos dolorosos arneses que aunque le supusieron a Reeve muchas horas de fisioteraputa, dieron un resultado excepcional, tanto que hoy día siguen, en su mayor parte, siendo creíbles las escenas en las que Superman está por los aires.

Como dato curioso, antes de pasar al análisis, indicar que el entrenador personal de Reeve, quien al principio del rodaje era un palillo con piernas, fue nada más y nada menos que Darth Vader. El culturista David Prowse era quien se puso la máscara del mítico villano y fue quien hizo la rutina de ejercicios del actor.

A mi amigo Gumer esta película, no es que le desagrade, pero no le ve la mítica. Evidentemente él que es 10 años menor que yo, para él la película mítica es “Parque Jurásico” (1993) donde se pueden ver de forma totalmente creíble seres extintos hace millones de años, pero para los que crecimos en los 80 aquello era el no va más. Consideraciones personales aparte, la película funciona.

En su primer tramo, en Krypton, tenemos una puesta de largo de los seriales de ciencia ficción de Flash Gordon o Buck Rogers, algo en lo que coincidía con la recién estrenada “La Guerra de las Galaxias” (1977) y esto ayudó mucho a la hora de estrenar la película. Además está la portentosa interpretación de Brando.

4La parte de Smallville se beneficia también de la interpretación de Glenn Ford y de una puesta en escena totalmente diferente a la de Krypton y optando por una aproximación más cercana al cine de John Ford, con grandes paisajes y gran fisicidad, así como un bucólico ambiente.

Tras estas dos partes ha pasado más de media hora de film. A día de hoy ya tendríamos a la mitad de la platea durmiendo en el cine. Bueno, quizá en aquella época también, pero Donner lo lleva magistralmente hasta que un atormentado Clark Kent llega al Polo Norte, surge la fortaleza y al fin, vemos al Hombre de Acero volando. Es en ese momento cuando descubrimos que la media hora anterior ha valido la pena y ya lo que venga después nos la tragamos, pero es que las casi dos horas restantes son igualmente interesantes.  No tienen la magia y delicadeza de las dos primeras partes, pero sí que es una aventura bien llevada. Además reconvierte el género popular por excelencia en los 70, el de catástrofes, en una aventura plena.

Como ya digo, lo que más me chirriaba de niño era el torpe Otis. También el patán Clark Kent, lo que ocurre es que con el paso de tiempo he visto la gran interpretación de un magnífico actor, pero sí que es totalmente anacrónico conservar la dualidad de personaje con un humor más propio de los 30 y 40 que un humor actual. Son estos quizá lo que más negativo que puedo verle a una película que funciona como una maquinaria perfectamente engrasada con un artículo de lujo: John Williams.

6Recién salido del éxito galáctico de George Lucas y tras la imposibilidad de hacerse cargo de la partitura por parte de Jerry Goldsmith, hizo una partitura épica que se ha convertido en una de las bandas sonoras más importantes de la historia del cine y que sería imitada hasta la saciedad.

Voy a poner una nota. Para mí, como profundo admirador del film, evidentemente esta película es un 10,5. Pero estoy haciendo una crítica así que voy a ser consecuente. Un 8,5 es la nota justa para una película que aún sigue haciendo soñar a mucha gente y que a pesar de los años, aún se puede ver con simpatía y admiración, es más, si no comparamos con los efectos visuales de hoy día, sigue siendo una película realmente disfrutable.

En EE.UU. recaudó 134 millones de dólares de 1978, que son 449 millones a hoy día, y en el resto del mundo 166, que serían 566. Vamos, que hoy día habría recaudado 1015 millones de dólares. Y si pensamos que los 55 millones que costó en su época serían equivalentes a unos astronómicos 184 millones de hoy día, vemos que el negocio le salió redondo a los Salkind, más aún pensando en que ya tenían tres cuartas partes de la segunda parte rodada a la vez. Esto la hace estar aún hoy día entre las 100 películas más taquilleras de la historia.

Y esto hace que el artículo de hoy  se termine aquí y continuemos la semana que viene con el enfrentamiento entre “Superman II” Vs. “Superman II, versión del director”. ¿Por qué? Porque… bueno, la semana que viene lo cuento.

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Título Original: Superman: The Movie

Reparto: Christopher Reeve, Marlon Brando, Gene Hackman, Ned Beatty, Jackie Cooper,Glenn Ford, Trevor Howard, Margot Kidder, Jack O’Halloran, Valerie Perrine, Maria Schell, Terence Stamp, Phyllis Thaxter, Susannah York, Jeff East, Marc McClure,Sarah Douglas, Harry Andrews, Aaron Smolinski, Billy J. Mitchell, Michael Ensign,Larry Hagman, John Ratzenberger

Director: Richard Donner

Guión: Robert Benton, David Newman, Leslie Newman, Mario Puzo (Cómic: Joe Shuster, Jerry Siegel)

Productora: Dovemead Films, Film Export A.G., International Film Production

Música: John Williams

Presupuesto: 55 millones de dólares (184 millones de dólares ajustados)

Taquilla: 556 millones de dólares (1015 millones de dólares ajustados) en el mundo

Redacción: Juan Pablo Pérez Padial

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.