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1ª parte del Especial Superman
La pasada semana comentaba poco acerca de la producción de Superman porque ya que ambas películas, salvo algunas cosas, fueron rodadas a la vez, así que esta semana voy a hacer un poco más de hincapié, además voy a liarme a contar cosas de la polémica sobre la autoría de la película.
Tras salvar a los Estados Unidos de la locura megalomaníaca de Lex Luthor (Gene Hackman), Superman (Christopher Reeve) se centra en su relación con Lois Lane (Margot Kidder), quien ha descubierto su secreto. Ante del deber y el amor, el Kryptoniano decide renunciar a sus poderes para poder vivir con Lois. Lo que la pareja no sabe es que Luthor ha escapado y se ha aliado con tres antiguos criminales Kryptonianos que han sido liberados de su prisión accidentalmente. Estos tres seres, capitaneados por el mortífero General Zod (Terence Stamp), tienen los mismos poderes que Superman, pero ahora que este ha renunciado a ellos, ¿será alguien capaz de detenerlos?
El film de 1978 había sido un pepinazo. La expectativa era tal que ya desde el anuncio de la producción, antes de rodar ni un sólo fotograma, comenzaron a surgir copias serie B del superhéroe y adaptaciones de cómics como setas. Del primer grupo tenemos “cosas” como la española “Supersonic man” (1979) o “Supermen dönuyör” (1979), la desvergonzada copia turca del hombre de acero, de la que podemos ver –y sufrir– aquí algunas imágenes:
La única película destacable de este grupo es la comedia de Disney “Condorman” (1981) que, sin tomarse muy en serio a sí misma, mezcla los cómics con las aventuras de James Bond. Surgirían también algunos productos televisivos como ‘El hombre de Atlantis’ y sobre todo ‘El gran héroe americano’ (1981-83) que a la vez parodiaría y homenajearía a Superman, convirtiéndose en una serie de culto.
Del grupo de adaptaciones hay de todo, la lujosa y kitsch adaptación de “Flash Gordon” (1980), la interesante pero erróneamente dirigida “Popeye” (1980) o la mediocrísima “La leyenda del llanero solitario” (1981), sin contar con las muy casposas adaptaciones televisivas de ‘Spiderman’ (1977-79) o un par de telefilms de “El Capitán América” (1979). De aquí hay que destacar dos series de televisión ‘Wonder Woman’ o ‘La masa’, que era el título que tenía el comic de Hulk en aquella época.
De todo este batiburrillo la otra gran adaptación de la época era “Conan, el bárbaro” (1982) –que curiosamente tampoco le hace mucha gracia a mi amigo Gumer–, porque estaba claro que estos dependían de un gran director que supiera llevar con mano férrea esta adaptación. Es por ello que todo el mundo flipara cuando los Salkind le dieron la patada a Richard Donner y pusieran al frente a su viejo coleguita Richard Lester, quien ya había perdido el culo ante las sugerencias de los productores en la larguísima adaptación de la obra de Alexandre Dumas. A pesar de los enfrentamientos con los productores, Donner pensó que el éxito de su obra le pondría de nuevo al mando pero a principios del 79 fue evidente que esto no fue así. Esto le produjo una gran decepción que supuso que posteriormente en pocas ocasiones rozaría la maestría de este film.
Durante mucho tiempo se ha dudado qué fue lo que rodó uno y lo que hizo otro, pero con el estreno de “Superman returns”, en 2006 la Warner oyó los miles de mails de los fans y llamaron a Richard Donner para que reeditara su versión y… había muchísimas diferencias. Vamos a comentar.
Diferencias en entre “Superman II” y “Superman II, the Donner’s Cut”
Richard Donner trazó un plan maestro para la dirección de ambas películas. Tenía un guión férreo en el que estaba todo perfectamente encajado. Como comenté en el artículo anterior, de los cortos de los Fleischer tomó a Superman corriendo junto a una locomotora, haciendo de vía para un tren apunto de descarrilar y salvando un autobús a punto de caer por un puente –que luego “El Hombre de Acero” (2013) también homenajearía–, poniéndolos en su momento justo. De hecho el guión presentaba a los villanos Kryptonianos al principio del díptico casi de pasada y estos luego serían la némesis de nuestro protagonista en la segunda película. Hasta aquí la cosa va bien.
—Atención, voy a hacer un cacho spoiler de gran magnitud—Al final de la película del 78 Superman enviaba una bomba al espacio y después volvía a la tierra para descubrir que Lois Lane había muerto, por lo que, cabreado de cojones, empieza a dar vueltas a la tierra haciendo que el tiempo vuelva atrás —Fin del spoiler–. Bueno, pues en el guión original esto era ligeramente diferente. Lo de Lois se puso para dar un poco más de emoción y lo de dar vueltas… ¡era el final de la segunda parte! Con el tiempo de estreno tan apretado Donner decidió parar la producción y ya pensaría cual sería el final de la continuación, ya que habían cambiado tanto su plan, pero el 80% ya estaba rodado. Tanto es así que Gene Hackman, cuando se retomó el rodaje, no rodó ni un solo minuto de película y, recordemos, es parte fundamental en el desarrollo del film.
En el corte de Richard Donner la acción comienza al final de la otra, cuando la explosión en el espacio ocasionada por los misiles lanzados por Luthor, libera a los criminales de la zona fantasma.
En la versión estrenada en cines Lois iba a Paris donde habían puesto una bomba en la Torre Eiffel y el hombre de leotardos la salvaba enviando la bomba al espacio liberando a los villanos. Hay que decir que el director suplente rodó esta escena con gran profesionalidad. De hecho es lo mejor de lo que él rodó para el film.
Para Donner estaba claro que Lois no era estúpida y al principio de la película descubría quién era Clark Kent y… ¡se tira desde una ventana para descubrirle! En la versión de Lester era un niño quien caía desde las cataratas del Niágara.
En cuanto a la confirmación de la doble identidad del héroe de Metrópolis, que ocurre en el Niágara, en la versión de Donner está hecha por un disparo hecho por Lois. En la de Lester por el tropiezo del torpe Clark contra una cabeza de oso rosa (¡sic!), que hace que caiga dentro de las llamas de la chimenea sin quemarse.
Esas son las escenas rodadas de nuevo. En cuanto a lo que estaba por rodar faltaba toda la parte de los villanos llegando a la tierra y empezando a destrozar el planeta. Aquí la vena payasa de Lester puso al que iba a ser el destroza-todo Non (Jack O’Haloran) como una bestia absurda que no paraba de hacer el imbécil. Por otro lado se descartaron las tomas de Marlon Brando porque su contrato exigía llevarse un porcentaje de los beneficios del film y eso era algo que los Salkind no querían, ya que no había rodado ni un minuto. Se suplió a Jor-El por su esposa Lara, la mucho menos cara Susanah York (que por aquella época estaba liada con el director José Ramón Larraz, que tengo el modo “Sálvame” puesto) volviendo a decir las frases que en su momento dijo el intérprete de “Un tranvía llamado deseo”.
Evidentemente otra cosa para volver a rodar era el final, ya que se había utilizado para la película anterior. No se les ocurrió más tontería que el que Superman diera un “beso mágico” y a Lois se le olvidara todo. Lo peor es que en su momento los puristas preferían esta película a la anterior por ser más fiel al comic. ¿Se puede ser más imbécil?
Como última observación hay que decir que aunque en los títulos de crédito digan que la música era de John Williams, lo único que hizo fue poner la mano para cobrar, ya que Ken Thorné fue quien re-orquestó las partituras dejadas por el compositor de “En busca del Arca perdida” reutilizando toda la música, dejando clara su posición con respecto al despido de Donner. En fin. Que paso a poner nota.
“Superman II: The Donner’s cut” tiene momentos brillantes y es digna continuación del film anterior. Evidentemente al no estar rodado todo el film en su totalidad, tiene que tirar de cosas de Lester y se nota el cambio, no sólo por el tono de la fotografía, ya que el etéreo Goffrey Unsworth había fallecido, sino por el tono. Falta también pulir un poco el material rodado, ya que el principio, cuando Lois se tira por la ventana, no termina de encajar en el tono, por otro lado el momento en que Clark no tiene más remedio que confirmar las sospechas de Lois está editado a retales, entre el material de Lester y las pruebas de cámara de los actores, quedando muy patente el cambio, ya que Christopher Reeve está notablemente más delgado dependiendo de la toma.
Además falta el final que tendría que haber sido escrito en el periodo de dos años que pasó entre ambas películas.
Hay que ser consciente de lo que es, un film para los fans más acérrimos y una muestra de lo que puede a llegar a cambiar una película en el montaje, pero en este corte podemos ver el aliento épico de la película del 78. Le pongo nota, aunque es un film inconcluso e imperfecto. 7,5
Por otro lado tenemos el corte hecho por Richard Lester y estrenado en cines, donde el personaje de Non es un imbécil, donde al soplar los súpervillanos los habitantes de Metrópolis sufren consecuencias ridículas como el vuelo de un peluquín y sobre todo ese final absurdo… 7. La mano de Donner aún se ve, pero hay muchas chorradas que dejan claro que no estamos ante el mismo tipo de película.
“Superman II” se estrenó el 11 de Diciembre de 1980 en España. Si, fue un éxito, pero no llegó a arrasar como lo hizo “Superman” 2 años antes. Si el primer Superman tuvo en España 5.267.500 espectadores y recaudó 4.329.415,29 € el segundo episodio tuvo sólo 2.968.195 espectadores y una recaudación de 3.069.660,13 €. Esto se pudo observar a nivel internacional. Recaudó 180 millones de dólares en EEUU (que serían 325 hoy) con un presupuesto de 54 millones, que hoy sería 97,5 millones.
Título Original: Superman II
Reparto: Christopher Reeve, Margot Kidder, Gene Hackman, Terence Stamp, Sarah Douglas, Jack O’Halloran, Ned Beatty, Jackie Cooper, Valerie Perrine, Susannah York, E.G. Marshall, Clifton James, Marc McClure
Director: Richard Lester
Guión: David Newman, Leslie Newman, Mario Puzo (Cómic: Joe Shuster, Jerry Siegel)
Productora: Dovemead Films, Film Export A.G., International Film Production
Música: Ken Thorne (Temas: John Williams)
Presupuesto: 55 millones de dólares (184 millones de dólares ajustados)
Taquilla: 180 millones de dólares (325 millones de dólares ajustados) en el mundo
Redacción: Juan Pablo Pérez Padial