Homenaje al 75º Aniversario de Batman (I): Y Tim Burton hizo al cómic adulto

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75 añazos cumple el hombre murciélago. En tres cuartos de siglo muchas cosas pasan: un huevo de cómics, dos seriales cinematográficos, una serie de imagen real totalmente camp, un buen puñado de series de TV animadas y un par de Spin-off en imagen real sin contar con 9 películas estrenadas en cine y un porrón en home video. De casi todo esto voy a hablar, pero intentando no extenderme, que yo me pongo a escribir y me quedo solo. Al tratarse esta de una sección de cine voy a comentar las películas de Batman, pero lo voy a hacer con un orden un poco aleatorio y para empezar, nos vamos atrás en el tiempo 25 años, al 23 de Junio de 1989 cuando, con motivo del 50 aniversario del personaje, Warner Brothers decidió darle un peliculón al alter ego de Bruce Wayne.

“Batman” (1989) de Tim Burton

2Sólo una oscura figura vestida de murciélago humano se atreve a enfrentarse al crimen en Gotham City, una ciudad llena de corrupción y violencia dominada por el mafioso Carl Grissom (Jack Palance) y su mano derecha Jack Napier (Jack Nicholson). La reputada periodista Vicky Vale (Kim Basinger) intentará descubrir el secreto que se oculta tras el hombre murciélago, pero lo que ella no sospecha es que el hombre tras la máscara es el atractivo multimillonario Bruce Wayne (Michael Keaton). Tras un “accidente”, Napier sufre unas terribles deformidades en la cara que además le enloquecen haciéndole adoptar los modos de un payaso, llamándose a sí mismo Joker. Es entonces cuando Bruce Wayne/Batman descubre que este, también es el responsable de la muerte de sus padres.

El viejo Batman Vs. El Caballero Oscuro

Recuerdo un episodio de la serie de TV ‘Una chica explosiva’ (1994/98) en que los jóvenes protagonistas iban al pasado y uno de ellos, para convencerse a sí mismo de niño de que era él de mayor, le decía “Para que te convenzas de que soy yo: tu película favorita es ‘Batman’” y él en versión joven respondía “’Batman’ es una mierda de serie vieja”. Esta era un poco la sensación que teníamos los que leíamos cómics en aquella época tras estrenarse el film y es que, aunque los 70 y los 80 presentaron historias maduras en los cómics del hombre murciélago, la idea generalizada de Batman era la de la añeja serie de televisión de los 60.

Pero llegó Frank Miller, quien reinventó al personaje por completo tras la publicación de la novela gráfica “El regreso del Caballero Oscuro” (1986) y los episodios del 404 al 407 del cómic mensual “Batman” (1987), que contenían “Batman: Año Uno”, la saga y la reinvención del personaje. Ambas obras estaban guionizadas por el autor de “Sin city”, pero mientras “El regreso del Caballero Oscuro” estaba dibujado por el propio Miller, la segunda obra tenía los sutiles lápices de David Mazzuchelli, su pareja en la magna “Daredevil: Born again”. Esto se hizo tras la limpieza que había hecho la editorial “DC comics” en “Crisis en Tierras infinitas”, poniendo a cero el cuenta kilómetros de la editorial, para volver a narrar desde el inicio a sus personajes emblemáticos.

cubierta_REGRESOCABALLEROOSCURO_lomoOK_18mm.inddTras esto Batman se había quitado a Batgirl de en medio, habían cambiado el origen del 2º  Robin, Jason Todd –al que poco antes del estreno de la película se cargarían en la saga “Una muerte en la familia” de la mano del Joker– habían convertido a Selina Kyle en una ex- prostituta… vamos, que del rollo Pop de la serie de los 60 no quedó nada. El héroe pasó a ser ahora El Caballero Oscuro, un violento vengador que vive torturado.

Eran los 80’s, en esa época “Rambo” reinaba en los cines y el Castigador — The Punisher– en los cómics, el que a Batman sólo le faltaran dos ametralladoras, hizo que las cifras de los cómics se dispararan. A mediados de aquella década, Warner había comprado la editorial DC Cómics viendo los buenos números obtenidos por los dos primeros largos de Superman, pero como vimos en el estudio de 6 artículos que hicimos del Hombre de Acero, tanto el Spin-off “Supergirl” como “Superman IV: en busca de la paz” se dieron una buena hostia, así que Warner decidió repetir jugada con otro Superhéroe de la compañía poniendo al de los calzoncillos rojos en barbecho y esperando a que a los Salkind se le caducaran los derechos. Por la época del estreno de “Superman” DC también había cedido los derechos de Batman para hacer una película que al final no llegó. Pasó el periodo de intento de lanzar el film y los derechos volvieron a DC/Warner. Algo parecido le está pasando ahora a Disney/Marvel con Fox y sus “X-men” y “4 fantásticos” y Sony con “Spider-man”.

La ira de los fans

La ocasión era perfecta ya que había mucho trabajo adelantado de esas tentativas, los números acompañaron a la edición de “El regreso del Caballero Oscuro”, se acercaba el 50º aniversario del personaje y el grato recuerdo del primer Superman todavía estaba muy presente, por lo que se pusieron manos a la obra. Tantearon a varios directores y el que presentó una idea más parecida a la que tenía Michael E. Uslan, el propulsor del primer proyecto, era un veinteañero. Tim Burton acababa de  tener un taquillazo para Warner con su primer largo: “La gran aventura de Pee Wee” (1985). El joven había demostrado tener un muy particular ojo artístico y buen tino en la dirección con fantasías infantiles como eran los cortos “Frankenweenie” (1984) –posteriormente en 2012 convirtió en largometraje– y “Vincent” (1982), también el episodio “Aladino” de la serie titulada en España ‘Cuentos de hadas’ (1982-87) y la mencionada “La gran aventura de Pee-Wee” (1985). La crítica estaba a sus pies y Warner buscaba alguien que arriesgase, así que contrataron a Burton pero no dieron luz verde al proyecto aún.

3Antes tendría la oportunidad de demostrar que lo de su primer film no había sido una casualidad y le financiaron una fantasía metafísica más cercana a sus cortos que el film de debut. Esta obra sería “Bitelchús (Beetlejuice)” (1988), un film que tenía a partes iguales un tono oscuro y a la vez un rollo cómico/paródico, que además fue otro taquillazo. El mismo fin de semana del estreno del segundo largo del director, Warner Bros. empezó a levantar la película.

Pero la polémica acompañó en todo momento a todo lo relacionado con la adaptación. Los fans criticaron la elección de Burton, quien hasta ese momento tenía en su haber tan sólo comedias y fantasías infantiles. También polémica fue la elección del villano, ya que el entrado en años y carnes Jack Nicholson distaba mucho de parecerse al estilizado payaso de los cómics, pero la verdad es que eso a la productora le daba igual, ya que querían a una estrella para hacer del villano, repitiendo la misma jugada que una década antes tan bien había funcionado en “Superman: La película” (1978) con la contratación de Marlon Brando y Gene Hackman.

1Pero la peor parte se la llevó Michael Keaton, al que nadie salvo Tim Burton veía como el torturado Bruce Wayne. El actor, especializado en comedia, tenía como papel más destacado el del bio-exorcista Beetlejuice de la anterior película de Burton. Hubo campañas de protesta con 50.000 firmas recogidas en contra de la designación  –como ahora con la elección de Ben Affleck– que ahora se dicen que estaban orquestadas por Adam West, el protagonista de la serie de los 60, aunque esto último no termino de creérmelo. Sean Young fue elegida para ser la chica de la historia en el que parecía el papel destinado a revitalizar su carrera tras el buen sabor de boca dejado en “Blade Runner” (1982) –la cumplió ayer su 32º aniversario–, pero la actriz se rompió un hombro y fue sustituida. La ex-protagonista gritó a los cuatro vientos lo injusto de aquello, pero visto en perspectiva, creo que salimos ganando con el cambio y es que la preciosa Kim Basinger está que quita el hipo y te crees que todo bicho viviente en el film se enchoche por ella. Y eso son sólo los problemas principales, porque hubo huelga de guionistas, problemas de presupuesto, problemas con Jack Palance

En cuanto al rodaje, tuvo lugar enteramente en Inglaterra, como en el caso de Superman y como se ve, no fue un camino de rosas. Lo que ocurrió fue que el inteligente diseño de producción, que estaba a mitad de camino del Art decó y de la arquitectura de Albert Speer para la Alemania Nazi, construyó los decorados naturales más grandes desde “Cleopatra” (1963) –o eso decía la publicidad de la época– y un muy acertado apartado de vestuario fueron suficientes para calmar las tempestades que empezaban a rondar en torno al proyecto. Tan negativo era todo lo que se estaba escribiendo sobre el film que Warner se vio obligada a lanzar un test de prueba de 19 segundos sólo ante una audiencia que quedó extasiada porque lo que se vio era cómic en estado puro. Y es que Tim Burton sabía lo que se hacía.

Ni se os ocurra contar los orígenes

2Una de las cosas que tenían claras los responsables de esta adaptación era que no iba a ser una historia de orígenes. Aunque vemos las primeras acciones de Batman, no empezamos con cómo murieron los padres de Bruce Wayne, el proceso de búsqueda de sí mismo y la transformación del millonario en héroe. Esto se desestima porque en “Superman: la película”, aunque esta parte es poesía pura, resulta demasiado aburrida para casi todo el público, así que se lo saltan, aunque no sin hacer referencias. Y bien hecho está, porque en “Batman Begins” (2005), precisamente el contar esta parte es lo que hace un film descompensado.

Lo que sí que nos cuenta es la historia mucho más interesante de Jack Napier/Joker. El director se siente a gusto con los personajes fuera de la sociedad y desde luego que Bruce Wayne lo está. Pero el que más interesante es, sin duda, es el Joker. Él es la estrella de las dos películas más taquilleras del hombre murciélago, porque en el fondo amamos a este tipo de personajes sarcásticos que están por encima de todo. Por eso el desarrollo de la historia del Joker es la trama principal del film.

3Tim Burton es un tío tan cinéfilo como Martin Scorsese o Tarantino y sabe mucho de trucos de cine, tanto al narrar en imágenes como en el guión, así que al afrontar la redacción del guión con Sam Hamm primero y Warren Skaren después, traicionaron relativamente la historia de los cómics convirtiendo al Joker en el asesino de los padres, con lo que se cierra el círculo del film. Vale, ni es tan realista, ni es lo que cuenta el cómic pero, ¿qué más da?, quedó bien como homenaje a esos films detectivescos de los 40 a los que la película rinde pleitesía en todo momento. Hay referencias a los seriales primigenios del héroe y a ese cine detectivesco que es el origen del mismo, pero sobre todo Burton toma como referencia al cine de Orson Welles, desde esa mansión que recuerda a Xanadú y el periodismo de “Ciudadano Kane”, el policía obeso, corrupto y sin futuro de “Sed de mal”, la torre de una iglesia/catedral donde se enfrentan el villano, la chica y el héroe, como en “El extraño” o un montón de pequeñas referencias, aunque éstas sean más visuales que de guión, a “El tercer hombre”.

El guión no es redondo, las cosas como son, ya que con tanta re-escritura y cosas metidas con calzador, algunas acciones no tienen sentido, pero la verdad es que en conjunto todo cuela, pero eso de que Alfred deje entrar a Vicky Vale a la batcueva o que la rubia use los medios del periódico para investigar al millonario descubriendo el origen del héroe, así como que Batman se tropiece en la catedral y tire 25 bancos o que se descubra el complot del Joker en el museo por una tonta llamada, pues como que no. Pero como ya digo, desde el principio hemos dado el paso de fe que pide la película y ya nos lo tragamos todo, porque visualmente Tim Burton nos ha llevado al Gotham soñado por todo aquel que ha leído los cómics.

La visión del frikazo

1Cuentan los productores que la razón que hizo salir adelante el proyecto era la visión única y personal del director de Burbank (California), porque los demás proponían sólo remiendos del Batman de los 60 o de Superman. Me sorprende que haya tanto autoproclamado admirador de Tim Burton y  muchos de ellos no sepan que él fuera el director del díptico del héroe protagonizado por Michael Keaton. Y es que tanto “Batman” como sobre todo “Batman vuelve”, son dos de los mejores ejemplos de la personalidad fílmica del antiguo dibujante de Disney.

La mayoría del público piensa que Tim Burton sólo siente admiración por el terror clásico y lo gótico y no es así. Como Quentin Tarantino, ha encontrado el filón en hacer un cine referencial donde ya no importa tanto la calidad como el dar al público lo que pide. Mientras Tarantino entregó una estimable pero ignorada por el público “Jackie Brown”, Burton se esforzó haciendo sendos homenajes a la ciencia-ficción que fueron fatal en taquilla como eran “Ed Wood” y “Mars Attacks!”. Tras esto el primero entregó su díptico “Kill Bill”, que sin ser tan estimulante en cuanto a guión, si qué daba diversión, por lo que sus siguientes films han calcado esa condición. Burton, tras el fracaso de los dos films comentados, sacó adelante “Sleepy Hollow”, homenajeando al cine de la Hammer, y desde ahí, ha entregado films sin alma, pero con mucha fantasía. Pero si buscamos sus films realmente interesantes, los que tienen alma y presencia, sólo estamos hablando de los films que hizo del 88 al 94 y aquí encontramos homenajes al cine negro de los 40 y 50, al expresionismo alemán, a la serie B americana de los 50, al terror made in Roger Corman y al terror británico de los 60.

2“Batman” está salpicada con infinidad de referencias al cine negro y a Orson Welles en particular, con muchísimos homenajes a “El tercer hombre” pero a diferencia de todos aquellos que pretenden homenajear al cine negro clásico, Burton sí que tiene un estilo propio y estas referencias encajan con total precisión en su personalidad. Eso sí, hace esos personajes propios y los encaja en esa ciudad que es un Nueva York idealizado, tendente a la oscuridad, pero elegante.

Pero no es todo grande en “Batman”. Hay multitud de pequeños detalles, como la eterna servidumbre de Alfred, que siempre está ahí y siempre sabe lo que quiere su señor, porque hay un entendimiento y un amor infinito, tanto que le permite seguir esa vida de oscuridad.

Burton aún no había alcanzado la maestría que demostró en “Eduardo Manostijeras”, pero sí que hizo un trabajo de alta calidad, a años luz de lo que vendría tras él.

El Joker se tomó completamente en serio

Comentaba Jack Nicholson que hizo su papel totalmente en serio, nada de chorradas infantiloides, porque eso es lo que realmente pide el público, un auténtico desgraciado. Y así fue. Nicholson está arrebatador. Aparece en escena y sube la atención, porque el tío lo borda. Keaton no se queda corto. Cumple como el millonario inteligente, pero ensimismado, que no da el tipo de tío que por las noches se pone los leotardos para hostiar a maleantes. No es un Christopher Reeve, vale, pero cumple. La putada es que su interpretación, por el peso de su carga emocional, no puede ser más luminosa (por eso se escogió al Joker como villano, tipo Ying-yang) y parece soso, aunque sí que su aparición en pantalla dispersó las críticas negativas previas al estreno.

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La Basinger no tiene mucho papel que defender, la verdad. Es la chica guapa que se asusta cada 2 minutos y poco más, pero como decía más arriba, consigue que nos creamos que hasta al viejuno Alfred se le caigan los calzoncillos a plomo al verla.

Michel Gough como Alfred, Pat Hingle como Gordon, Billy Dee Williams como Harvey Dent, Jack Palance o Robert Wuhl están perfectos, defendiendo sus pequeños papeles –el de Gordon drásticamente recortado– dan la medida perfecta a los intérpretes principales componiendo un mosaico de buenas interpretaciones.

Título Original: Batman
Reparto: Michael Keaton, Jack Nicholson, Kim Basinger, Robert Wuhl, Pat Hingle, Billy Dee Williams, Michael Gough, Jack Palance, Jerry Hall, Tracey Walter, Lee Wallace, William Hootkins, Philip Tan
Director: Tim Burton
Guión: Sam Hamm, Warren Skaaren (Cómic: Bob Kane)
Productora: Warner Bros. Pictures, PolyGram Filmed Entertainment
Música: Danny Elfman & Prince

La película que cambió el género

3Como comenté en el artículo de “Superman: la película”, el largo de Richard Donner era hijo de su época, siendo una variante del cine de catástrofes. “Batman” no sólo no es hijo de su época, sino que fue la que abrió las puertas al futuro. El cine de los 80 estaba dominado por la acción abanderada por Chuck Norris, Chuache, Stallone, Charles Bronson y compañía, pero de repente llega un tipejo normalucho, que se pone una máscara y vive en un mundo de fantasía y reparte tanta leña como los mazas que comentaba antes. Abrió Tim Burton las puertas a nuevas adaptaciones de cómics como fueron “Dick Tracy”, “El cuervo”, “La máscara”, “The phantom: El guerrero del antifaz” o “La sombra” y todos siguiendo su estela.

Esto también nos acostumbró a los superhéroes y llagaron “Blade” primero y “X-men” y “Spider-man” después. Eso por el lado, adaptaciones de cómics que ahora nos inundan, pero por otro lado, el éxito de esa ciudad no realista abrió las puertas a mundos de fantasías –la mayoría deudores de “Blade Runner”, todo hay que decirlo– primero y después mundos enteros. Así el film de Burton es responsable de films como “Matrix” primero o los films de Peter Jackson después.

5Pero, ¿es para tanto? Si. “Batman” es un film inteligente, bien rodado, bien interpretado y con un ritmo deudor tanto de la saga “Indiana Jones” –con la que se enfrentaría ese mismo verano– como del mencionado cine negro clásico. Mi nota es un 8 para un film recomendable para toda la familia.

Siempre suelo comentar los números de los films que comento, pero al tratarse de una saga tan numerosa y con tantos altibajos, los comentaré en un futuro. Por lo pronto, a disfrutar de “Batman” y a esperar “Batman Vuelve”.

Redacción: Juan Pablo Pérez-Padial

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.