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Director: Spike Lee
Guión: Mark Protosevich (Cómic: Nobuaki Minegishi)
Reparto: Josh Brolin, Samuel L. Jackson, Elizabeth Olsen, Sharlto Copley, James Ransone, Lance Reddick, Michael Imperioli, Richard Portnow, Taryn Terrell, Rami Malek, Caitlin Dulany, Joe Chrest, Linda Emond
Duración: 104 minutos
Año: 2013
País: EE. UU.
Música: Roque Baños
Fotografía: Sean Bobbitt
Género: Thriller
Productora: Mandate Pictures / FilmDistrict / Vertigo /40 Acres and a Mule
Distribuidora: Universal Pictures International Spain
«Oldboy» comienza con la incomprensible experiencia que vive Joe Doucett (Josh Brolin), un ejecutivo publicitario en horas bajas, más entregado al alcohol que a su familia, cuando es secuestrado y retenido durante veinte años en una especie de hotel-cárcel sin que llegue a conocer la identidad o los motivos del secuestrador.
Cuando es liberado, Joe solo tiene una obsesión, descubrir quién es el responsable del castigo al que ha sido sometido y entender por qué. Pero a pesar de estar libre, sigue siendo un muñeco en una conspiración de revancha que amenaza con sepultarle. Su búsqueda le lleva a una joven trabajadora social (Elizabeth Olsen) y a un escurridizo personaje (Sharlto Cooper) que supuestamente tiene la llave de su liberación total.
Esta es una película difícil de criticar y de ver. ¿Por qué? «Oldboy», de Spike Lee, no es sino un remake de la versión dirigida por el conocido director coreano Park Chan-Wook (“Stoker”, 2013) en 2003. Una película con muchísimos fans a los que les es difícil ver más allá de lo que ellos consideran una versión definitiva. –Casi– cualquiera podría reconocer que la versión coreana está mejor dirigida, seguramente la historia esté mejor contada pero… ¿por eso debemos cerrarnos en banda y no darle ni tan siquiera una oportunidad a Spike Lee? Personalmente he visto las dos, y supe cómo dejar a un lado la joya de Park Chan-Wook para disfrutar de este remake… de los pocos salvables en años.
Los actores no tienen nada que ver en ambas versiones. Como protagonista no es difícil decantarnos por la brillante interpretación de Choi Min-Sik, pero lo cierto es que Josh Brolin tampoco lo hace mal, y está más que aceptable. Samuel L. Jackson empieza a repetirse, y pasa completamente desapercibido. Aquí es cierto que ridiculizan a su personaje, como al del antagonista, que hay que reconocer que el de la versión coreana daba muchísimo más la talla. Sin embargo, cuando nos ponemos a comparar a Elizabeth Olsen con Hye-Jeong Kang… no hay color. La pequeña y única salvable de las Olsen vuelve a demostrar una vez más que tiene madera de actriz, y que seguramente esté entre las mejores de su generación.
Si bien Park Chan-Wook creó escenas memorables (el famoso combate)… también hay que decir que Spike Lee ha dado su propia versión, sin hacer una mera copia de la original y aportando su estilo. Y sí, probablemente la escena del combate no esté a la altura de la coreana… Pero hay que reconocerle el mérito de no haberse decidido por recrearla exactamente igual (plano a plano).
En cuanto al guión… no es para tirar cohetes ni mucho menos, acción de Mark Protesevich es aceptable y poco más. Protosevich fue responsable del guión de la primera entrega de “Thor” (2011) y, como trabajo más “sobresaliente”, podemos encontrar “Soy Leyenda” (2007).
La música sí que es algo digno de mención. Al salir de la sala no paraba de repetirse en mi cabeza. Curiosamente la banda sonora corre a cargo del compositor español Roque Baños (“Séptimo”, 2013). En cuanto a la fotografía corre a cargo de nada menos que Sean Bobbitt, cuyo último trabajo fue en la película “12 años de esclavitud”. Una gran trabajo de fotografía en prácticamente toda su carrera.
En conclusión; los fans (muy fans) seguramente la odien. Los que sepan verla como un aparte de la original, seguramente puedan verla más que aceptable. El resto del público probablemente pueda disfrutar de este thriller tan enrevesado y turbio. La puntúo con un 7’5.
Crítica: Esmeralda Cuevas