Un viaje por Inglaterra – Bath y Jane Austen, inseparables

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Bath es la ciudad elegante por excelencia. Cuando alguien nos habla de Bath, inconscientemente nos viene a la cabeza gente ilustre y elegante paseando por sus pórticos, o relajándose en sus aguas termales, asistiendo a conciertos o al teatro… A veces las ideas preconcebidas que tenemos sobre un lugar es por lo que nos muestran en películas y libros. Pero hay lugares que son totalmente atemporales, y que han quedado fijados en el espacio y el tiempo inquebrantablemente. Situado en el condado de Somerset y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Bath es uno de los rincones de Inglaterra que deberías visitar en algún momento de tu vida. Una experiencia inigualable.

Decidimos que teníamos que estar presentes este año en Bath, dado que se celebraba el bicentenario de la novela de Jane Austen «Orgullo y Prejuicio». En Bath hacen todos los años un Festival dedicado a la autora, con representaciones teatrales, talleres de baile y etiqueta, viajes en carruaje y un sinfín de eventos parecidos, típicos de la época de Jane Austen. Y este año no iba a ser menos. Os recomendamos ir a este Festival Jane Austen por lo menos una vez en la vida, aunque  si vais, tendréis que volver. Os lo digo yo, que ya estoy pensando en el año que viene (apuntad: del 12 al 20 de Septiembre de 2014)

Bath está a 156 km de Londres, en menos de tres horas en autobús o en hora y media en tren puedes llegar perfectamente. Los precios son, ya sabéis, distintos para tren o autobús. En este último hay bastantes horarios donde elegir y tienes billetes de ida y vuelta desde 14 libras, unos 16 €. Tienes también trenes prácticamente cada media hora pero es algo más caro, hay billetes de ida desde 17 libras, que son unos veinte euros. Las estaciones están a unos minutos andando de cualquier hotel que hayas cogido, por lo que no te preocupes por el tiempo ni el transporte en la ciudad.

No es Bath una ciudad que se pueda ver en un día. Aunque no hubiera un acontecimiento especial, es imposible ver tranquilamente todos los lugares de interés en solo unas horas, por lo que decidimos quedarnos a dormir allí. Elegimos la Villa Magdala, una preciosa mansión victoriana a cinco minutos andando del centro de Bath y a la vez en una tranquila zona, enfrente del Henrietta Park. Hablaré en concreto de la habitación en la que nos alojamos, en la planta baja. Una habitación enmoquetada (adoro esos detalles en Inglaterra) a dos alturas con recibidor que tenía absolutamente de todo. Un tocador amplio y luminoso con secador de pelo (de calidad, no de los usuales en los hoteles), un servicio de té de lo más completo, cama grande y de buena calidad, zona de descanso con un par de sillones y una mesa de escritorio. El baño inmejorable: productos de aseo variados y de alta calidad, ducha y bañera… Una habitación que incitaba al descanso, porque para eso se va a Bath, para salir como nuevos de allí. Os comentamos también que el desayuno incluso tiene el reconocimiento «Breakfast Award», y no es para menos. Te dan una carta en la que puedes elegir lo que quieres que te preparen en el momento, todo desayuno típico inglés con los mejores ingredientes. Pero no solo tienen desayuno Gourmet. Hay un buffet muy completo para el que preparan a diario una exquisita bollería, puedes desayunar tranquilamente viendo el jardín desde la luminosa sala casi de cuento victoriano (en donde durante el día podrás relajarte tomando un té, siempre a tu disposición, o leyendo la prensa), mientras degustas unas tostadas con mermelada o Nutella, y bebes tu breakfast tea con una copa de champagne y zumo de naranja, leyendo la prensa del día. No puede haber una escena que relaje más para empezar el día con ganas. Cuando os hospedéis allí, tened por seguro que querréis aumentar el número de noches que estáis alojados. Y por supuesto, volver pronto, muy pronto.

En concreto estuvimos allí el 16 de Septiembre, día en el que pudimos asistir a varios eventos del Jane Austen Festival. Nuestro día comenzó yendo a ver un concierto victoriano, «Thy Trembling Strings» en el Mission Theatre, un pequeño teatro en Corn Street. Música e instrumentos de la época de la Regencia, con Sarah Deere-Jones y Phil Williams. No sólo tocaban y cantaban, sino que también leían «chismes» de la época, publicados en los periódicos de entonces, sobre temas de sociedad. Un maravilloso concierto lleno de música y humor con toques de historia.

No quisimos perdernos ir a la Bath Central Library para asistir a la lectura de «Orgullo y Prejuicio», que se hacía durante toda la semana por gente de allí. Oír las palabras de Jane Austen, tantas veces leídas que casi recordamos de memoria, recitarlas en voz alta en su idioma original, es sencillamente delicioso. Esa declaración de Mr. Darcy que resuena siempre en nuestros oídos… «In vain have I struggled. Iit will not do. My feelings will not be repressed. You must allow me to tell you how ardently I admire and love you» («En vano he luchado. No quiero hacerlo más. Mis sentimientos no pueden contenerse. Permítame que le manifieste cuán ardientemente la admiro y la amo»)

Hasta nuestro siguiente evento del Jane Austen Festival teníamos bastante tiempo, así que aprovechamos para conocer un poco más Bath, aunque por supuesto, no tuvimos tiempo para todo. A veces en estos lugares se dejan inconscientemente sitios por conocer, para auto-obligarnos a volver, cosa que esperamos hacer algún día (¿puede que en el próximo Jane Austen Festival?) Os vamos a detallar lugares de obligado paso para vuestra visita.

Podemos empezar por entrar a las Termas Romanas, que están declaradas Patrimonio de la Humanidad. Y no es para menos, cuando las visitamos, nos damos cuenta del por qué. Cogiendo la audio-guía en español, irás conociendo la historia de su construcción, podrás visitar el templo y las termas, que todavía hoy en día se alimentan del único manantial de agua caliente que existe en Reino Unido. Es todo un placer poder bajar a pasear entre los soportales de la piscina termal descubierta, en donde también podremos encontrar actores que representan distintos oficios de la época. Cuando fuimos, había por allí, aparte de la gente vestida de época, que realmente no sabíamos si era por el festival de Jane Austen o de las termas en sí, romanos con los que te podías sacar fotos. Casi al final del recorrido había una fuente con cucuruchos de papel al lado, para que pudiéramos probar el agua. Toda una experiencia, eso es cierto. Pero no deis mas de un par de sorbos, un señor inglés muy educado y amable se unió a mí cuando vio que cogía un cucurucho, y tuvo que reconocer que saludable sería, pero rica… es extraño tomar agua caliente, aunque aún así, ¡no puedes irte de allí sin hacerlo!

Por supuesto, pásate por el Jane Austen Centre, en el que te harán una visita guiada por todo el edificio del nº40 de la Gay Street en el que vivió Jane Austen unos meses después de que su padre muriera. Puede que por eso Jane Austen tenía sentimientos encontrados hacia Bath, como nos explicaron antes de la visita. Por una parte, Bath le parecía un lugar perfecto para socializar y descansar, pero por otro, le recordaba siempre momentos tristes de su vida. Muy parecido a lo que plasmó en el personaje principal de Persuasión, Anne Elliot, ambientada en Bath. (Spoilers) Anne también odiaba Bath porque su madre había fallecido allí, pero fue allí donde el Capitán Wentworth le declaró su amor de nuevo. Este centro cuenta con una extensa colección de objetos y cuadros de la época, incluso hay un vídeo, en el que la protagonista de una de las películas de Persuasión (Amanda Root) que se han hecho, nos cuenta un poco por dónde se movían en Bath. Puedes también tomarte un refrigerio y comprar algún souvenir en su tienda. Avisamos que deberías facturas después la maleta, hay ediciones bellísimas de libros, casi imposible resistirse. Acuérdate de probar unas pastas de degustación casi al final de la exposición y escribir con pluma como lo hacía Jane Austen.

Si seguimos subiendo por Gay Street, llegamos al Circus, uno de los espectáculos arquitectónicos de Bath. Una plaza totalmente redonda con los edificios idénticos, que se construyó entre 1754 y 1768 con estilo georgiano. Fue diseñada entre John Wood padre y John Wood hijo, inspirándose en el Coliseo Romano.

Si giramos hacia la izquierda, llegaremos al también archiconocido Royal Crescent, en donde justo antes de empezar el medio círculo, tenemos el Nº1 de Royal Crescent, que podremos visitar para conocer de primera mano cómo vivían en aquella época en una casa como aquella. Volvió a abrir este mismo año después de la restauración a la que fue sometida. Adéntrate en el siglo XVIII y comprueba qué tipo de gente y costumbres tenían. Puedes llevarte algo de comer para tumbarte justo enfrente del Royal Crescent, en el Royal Victoria Park. Merece la pena.

Os estaréis preguntando si fuimos al Spa de Bath. Lamentablemente no había tiempo. Si vais y queréis relajaros en el Spa propiamente dicho, reservad un día entero, ya que es algo caro para estar allí media hora nada más.

Por donde tenéis que pasaros también es por la Abadía de Bath, en donde también encontraréis cerca las famosas Stall Street y Bath Street, que os recordarán al instante escenas de la ya citada «Persuasión», de Jane Austen. Sobre todo, hay que pasear por esa zona de noche, cuando la iluminación hace de esa parte de la ciudad, un sitio para sentarse y soñar.

Para llegar a nuestro hotel, Villa Magdala, teníamos que pasar por el también emblemático Pulteney Bridge, que incluso tiene una cafetería dentro del mismo puente, y cerca de la Abadía de Bath pero junto al río, teníamos los Parade Gardens, un jardín encantador para poder dar una vuelta. Y por supuesto, tenéis que pasar por el Assembly Rooms y Fashion Museum. Tres lugares que no podéis perderos.

Después de haber conocido un poco más Bath y haber descansado en el Royal Victoria Park al aire libre, rodeados de verde por doquier, llegó nuestra siguiente parada del Jane Austen Festival. En el mismo Mission Theatre en el que asistimos al concierto victoriano, fuimos a ver «Simply Jane«, una representación de Jane Dawes, una experimentada actriz, experta en representar entre otros, personajes de las obras de Jane Austen. Pero no solo hizo un repaso por varios de los personajes de las obras austenianas como Mrs Bennet, Jane, Lizzy, Lady Catherine de Bourgh, Emma, Harriet, Lady Russell, Anne y Mary, sino que leyó varios fragmentos de cartas de Jane Austen, haciendo un repaso de su vida hasta su  muerte. Una interpretación magistral que hizo que pasáramos un gran rato riéndonos, y que casi hace que el público entero derramáramos unas lágrimas al final de la obra, con la muerte de Jane. Echamos en falta en ese momento el libro de «Cartas», de Jane Austen, en la Editorial dÉpoca (que puedes comprar aquí) Es una recopilación de todas las cartas que existen de Jane Austen. Los fragmentos que se leyeron en esa representación eran sacados de estas cartas, y fue maravilloso leerse esas mismas cartas al volver. Podéis ver la reseña que hicimos hace unos días sobre el libro en este enlace.

Por supuesto que Bath no solamente es esto, sino una experiencia para vivir, para caminar y sentarse a disfrutar del paisaje, para ir un día entero solamente al spa que hace poco construyeron, para recorrer sus calles con «Persuasión» en la mano. Dar las cinco y entrar a un salón de té a disfrutar del momento. Ir de compras, tanto de librerías, como de antigüedades, como de ropa. Seguir los pasos de Jane Austen durante un día. Y sobre todo, ten en cuenta que vayas el tiempo que vayas, vuelvas las veces que sean, siempre, repetimos, siempre te quedarán ganas de más. Una sensación de tristeza te embarga cuando ves alejarse por la ventanilla del tren esa elegante y señorial Bath.

 

Queremos agradecer a Audra McSherry y Lucy Ryder por toda la ayuda y material facilitado para poder realizar este reportaje. Sin ellas no habría sido posible haber visitado todo Bath y haber asistido a las representaciones que hemos podido comentar. Tenemos que agradecer también a Villa Magdala su amabilidad por acogernos. Gracias al personal que estuvo los días 16 y 17 de Septiembre, ya que en todo momento estuvieron pendientes de nosotros, tanto para indicarnos direcciones como con detalles que durante ese tiempo no dejaron de tener.  Gracias a Jackie Herring, que nos facilitó las fotografías del Jane Austen Festival para su publicación. Agradecer también a cada uno de los responsables de los eventos y lugares que visitamos, así como a sus empleados, que nos permitieron hacer nuestro trabajo gracias a su ayuda y diligencia.

 

 Fotos del Festival de Jane Austen cedidas por la organización

Sobre Beatriz Ibán Diezhandino

Coach profesional, personal, laboral y literario. Especialista en duelo. Directora de Pandora Magazine. Viajera infatigable, lectora empedernida. info@centro-coaching.com