Especial Fin de Año japonés: adornos tradicionales y Osechi-ryōri

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El año pasado os contamos en Pandora Magazine cómo celebraban los japoneses tanto la Navidad como el Año Nuevo (para refrescar la memoria podéis hacer click en los enlaces). Así que en este Especial de Fin de Año japonés os comentaremos un poco cómo decoran los nipones sus casas para dar la bienvenida al año nuevo y otros detallitos muy importantes de estas fechas que el año pasado no pudimos explicaros. ¡Empecemos!

La cultura milenaria japonesa cree fervientemente en los ancestros, y como tal, se cree que los Toshigami (dioses de Año Nuevo o espíritus ancestrales) visitan las casas el primer día del año. Por este motivo, su llegada se espera con alegría y los miembros de la familia tienen como costumbre, durante los días previos al Año Nuevo, limpiar a fondo las casas y tirar todos los objetos innecesarios que se han ido acumulando a largo del año.  A esto se le llama ōsōji y, tal y como os comentamos en el último Especial de Navidad, no es exactamente un ritual pero sí que sirve para resaltar ese toque espiritual de “purificación” y “renovación”, para así poder empezar el año nuevo sin estrés y con todo limpio y purificado.

Los japoneses decoran sus casas con varios adornos tradicionales que, a nuestros ojos occidentales, son bastante curiosos y llamativos pero que tienen un significado en concreto.

Uno de ellos es el kadomatsu. Se trata de un precioso adorno floral que se coloca después del día de Navidad y permanece hasta el 7 de enero (que es cuando los Toshigami regresan al lugar del que proceden) en las entradas de las casas, los edificios o los comercios. Y todo para honrar y recibir a los dioses que traerán bendiciones y buenas cosechas. Se colocan dos: uno a cada lado de la entrada, representando así la dualidad entre lo masculino y lo femenino. Su diseño varía según la región en la que se viva, pero los “elementos básicos” que lo componen son el bambú (longevidad), el pino (prosperidad) y el ciruelo (constancia). Los tres brotes de bambú tienen medidas distintas y simbolizan el cielo (siendo el brote más alto), el hombre y la tierra (el brote más bajo). También se pueden encontrar algunos kadomatsu  con los brotes que simbolizan al hombre y la tierra a la misma altura. El pino se coloca alrededor del bambú y el ciruelo en uno de los lados, y todo el adorno se envuelve y se une en una estera de paja. También se le pueden añadir más elementos decorativos.

El otro elemento decorativo muy típico de estas fechas es el shimekazari. El shimekazari es una cuerda trenzada hecha de paja de arroz que se coloca en las puertas de entrada de las casas, y su finalidad es prevenir y proteger la entrada de los malos espíritus y la mala suerte. Pueden tener muchas formas y tamaños, incluso su forma de colocarlos depende de la región donde se viva, pero lo que sí que tienen en común todos los shimekazari es esa cuerda trenzada llamada shimenawa y cuyo significado viene a decirnos que el lugar donde está colocado es sagrado. También la podemos encontrar en los templos y en los altares que hay en los hogares. La cuerda o shimenawa también se decora añadiéndole elementos que atraigan la buena suerte, como por ejemplo tiras de papel blanco y rojo, naranjas agrias japonesas (llamadas Daidai), abanicos, animales (como tortugas, langostas o grullas), monedas doradas, Maneki-neko o incluso paja y pino.

Y, cómo no, para terminar este Especial de Fin de Año japonés os traigo algo fundamental para los primeros días del año: la comida. Es tradición que unos días antes al Año Nuevo se preparen los Osechi-ryōri, la comida tradicional de Año Nuevo, que se acostumbra a comer durante los tres primeros días de enero. Se cocinan los platos típicos y tradicionales que simbolicen la buena suerte, la felicidad, etc. Estos deliciosos alimentos se colocan en unas bonitas cajas lacadas llamadas jūbako, parecidas a las cajas de bentō (las fiambreras que usan los japoneses para llevar la comida). Esta tradición se hace para que las personas se tomen unos días de descanso en la cocina para así poder disfrutar de la familia y atender como es debido a las visitas, algo que sin duda alguna más de uno agradecerá.

Y hasta aquí nuestro Especial de Fin de Año japonés. Para nuestro próximo especial os traeremos una tradición muy curiosa: el Kagami Biraki o la Apertura del Espejo. ¡No os lo perdáis!

Ya queda menos para despedirnos del 2013… ¡Desde la sección Oriental os deseamos un próspero y feliz 2014! Que tengáis una Nochevieja inolvidable y que se cumplan todos vuestros deseos. ¡Muchas gracias a todos por leernos siempre, seguiremos esforzándonos!

Akemashite Omedetō Gozaimasu!  ¡Feliz Año Nuevo!

 

Redacción: Mariona Rivas Vives

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