El tradicional Año Nuevo japonés

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En el anterior artículo sobre La Navidad a la japonesa, comenté que la noche del 25 los japoneses suelen pasarla fuera de casa y con los amigos. Pues bien, para Año Nuevo el estilo occidental se deja de lado para volver a las tradiciones volviendo a casa para celebrarlo con la familia debidamente.

Pero antes de finalizar el año todo el mundo en Japón se pone manos a la obra para adecentar y hacer una limpieza a fondo de las casas y tirar todos los objetos inútiles e innecesarios que se han ido acumulando a largo del año.  A esto se le llama ōsōji, y aunque no sea exactamente un ritual sirve para resaltar ese toque espiritual de “purificación”, para así poder empezar el año nuevo sin estrés y con todo limpio y purificado.

También se colocan algunos adornos típicos, como el kadomatsu. El kadomatsu es un adorno floral hecho de cañas de bambú (que simboliza la persistencia) y de pinos (que significa longevidad). Se coloca en las entradas de las casas o de las tiendas y sirven para dar la bienvenida a los dioses de la buena suerte.

Es en estos días antes de finalizar el año que la gente prepara la comida de Año Nuevo: el Osechi-ryōri. Esta tradición empezó en la era Heian (794-1185) y consiste en comer alimentos tradicionales durante tres días seguidos (del 1 al 3 de enero). Lo bueno de esta tradición es que las amas de casa -o las personas que se encargan de cocinar diariamente- no pueden cocinar absolutamente nada, ya que son los “días de fiesta de Dios”. O sea, tres días de descanso en la cocina –algo que muchos seguro que agradecen.

Los Osechi-ryōri se colocan en una especie de caja llamada jūbako, muy parecidas a las cajas bentō (para los que no sepan qué es un bentō sería lo que para nosotros es una fiambrera para llevar la comida).

Para el O-misoka (o Nochevieja) la cena típica de los japoneses es un fideo de alforfón llamado toshikoshi soba. Es una tradición que se lleva haciendo desde el período Edō (1603–1867) y se cree que si se come este fideo se puede alcanzar una vida longeva y próspera.

Después de comer soba los japoneses se dirigen al templo para presentar sus respetos a Dios y orar. En todos los templos del país las campanas kane tocan a medianoche 108 veces. Y ahora os preguntaréis ¿108 veces? ¿Para qué? Pues muy sencillo, para eliminar de los corazones de la gente los grandes defectos humanos como la ira, la envidia y la posesión.

Y ahora volviendo a nuestra tradicional Nochevieja y sus respectivas 12 uvitas, desde Pandora Magazine os deseo un muy feliz 2013. Pasároslo bien en las fiestas de fin de año y disfrutad del maravilloso concierto del 1 de enero. Ah, y que sigáis leyéndonos tanto o más como en el 2012.

Akemashite Omedeto Gozaimasu!  ¡Feliz Año Nuevo!

 

Redacción: Mariona Rivas Vives

 

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