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5. «Nebraska», de Alexander Payne
La enésima road movie de Alexander Payne es el periplo quijotesco de un padre y un hijo en busca de un premio de un millón de dólares que le han llegado al padre por correo. Un estudio de la vida y las relaciones padre-hijo deterioradas en el sentido más estricto de la palabra: la mezcla entre drama y comedia típica de la filmografía de Payne. Esta vez, rueda en blanco y negro, otorgando otra lectura al largometraje: el tiempo lo deteriora todo. La gloria de otra época se caduca en un mundo siempre cambiante y que se antoja arduo y duro. Bruce Dern en la actuación de toda una carrera y una June Squibb de Oscar (en el papel de la mujer de Dern) llevan la voz cantante en uno de los filmes más indies (y buenos) de Alexander Payne.
4. «Noé», de Darren Aronofsky
Un alarde más de savoir faire del director neoyorkino. La epopeya bíblica de Noé y su arca se aproxima más, bajo el prisma de la visión de Aronofsky, a un estudio del personaje, sus miedos y sus demonios. Con un plantel de actores excelentes y una buena historia que contar, el autor de “Pi” se arma de litros y litros de agua creada por CGI, sus montajes hip-hop marca de la casa y sus cámaras al hombro para seguir al personaje en un derroche narrativo y técnico como los que nos tiene acostumbrados. Acompañado de sus inseparables compañeros de trabajo, Matthew Libatique y Clint Massell, el director de “Requiem for a Dream” realiza esta mastodóntica obra cinematográfica que también ha causado mucha división de opiniones: no ha gustado a los ateos por su contenido religioso, ni a los religiosos por su blasfémico contenido. A mí (ateo convencido), personalmente, me ha ganado y la recomendaría a cualquiera que sepa lavarse los prejuicios antes de ver cine.
3. «Nymphomaniac Vol. II», de Lars von Trier
El nudo Prusik, la fustigación de Cristo, Beethoven y una Walter PPK empuñada por una mujer muy godardiana. La segunda parte de las obsesiones sexuales del genio danés se estrenaba a finales de enero de 2014: “Nymphomaniac” (toda la película, no sólo esta segunda parte) no es una película para todos los públicos (sin hablar de edades), pero que el director de “Melancholia” es un divisor de opiniones nato no es algo que nos venga de nuevo. Los tres capítulos finales (la madurez de la protagonista) tratan la pérdida del amor y el límite entre dolor y placer, el arrepentimiento que no llega, y la culminación de la trama con su demoledora clausura del círculo. Como ocurre en todas sus películas de la trilogía de la Gran Depresión, no hay redención posible para los protagonistas de su obra. Una película para verla, perderse en ella y debatirla hasta la saciedad con amantes y detractores de la misma. Provocadora, absorbente y en definitiva, genial.
2. «El amanecer del planeta de los simios», de Matt Reeves
El reboot de la saga más “mona” de la historia del cine (que me permite hacer el peor chiste de la historia del cine, valga la redundancia) parecía haber tocado su punto alto con la entretenida primera parte dirigida por Rupert Wyatt. Pero esta secuela, situada cronológicamente 10 años más tarde del final de la primera, es superior en casi todos los sentidos, y se acerca al nivel de la película original protagonizada por Charlton Heston. Un magnífico guión cercano al western y la tragedia shakesperiana, ayudado por la magnífica partitura de Michael Giacchino y unas actuaciones excelsas de Andy Serkis, Toby Kebbell y Jason Clarke, reflexiona sobre la agresividad y la intolerancia entre grupos sociales con una madurez que deseo que empiece a ser propia de los blockbusters de verano. Su potente arranque, cercano al documental, sienta las bases de una magnífica película, y unos personajes en constante evolución se desmarcan de lo que habíamos visto hasta ahora. Brillante.
1. «Her», de Spike Jonze
Indudablemente una de las mejores películas románticas del siglo XXI y, a título personal, la mejor película americana de 2013, “Her” es la historia de amor entre Theodore (interpretado por el siempre ignorado por la academia Joaquin Phoenix en otro de sus tour de force magníficos) y Samantha (a cargo de Scarlett Johansson en una increíble interpretación vocal), un Sistema Operativo con Inteligencia Artificial. Bajo la íntima batuta del director Spike Jonze, “Her” es una preciosa mezcla entre “Lost in Translation” y “Be Right Back” (S02E01 ‘Black Mirror’) que consiguió colarse entre la grandilocuencia de “Gravity” y la trascendencia histórica de “12 Años de Esclavitud” para hacerse con el Oscar al Mejor Guión Original. Un retrato perfecto de las relaciones personales, una mezcla única de ciencia ficción y romance. La quintaesencia del sentimiento amoroso.
Redacción: Pol Llongueras
