«El Padrino. Parte II»: Más y ¿mejor? (II)

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Enlace a la 1ª parte: “El Padrino” (1972)

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El Padrino. Parte II (1974)

Imagina que te has pasado un par de años enteros queriendo despedir a alguien y resulta que ese alguien no sólo te hace ganar cantidades indecentes de dinero, sino que además hace que tu prestigio llegue a cotas pocas veces vistas. Ahí no queda, más que comerse con patatas toda la mierda que has echado y encima y además, joderte. Pues a Paramount le pasó eso con Francis Ford Coppola y “El Padrino” (1972), así que cuando el director italoamericano dijo “aún hay muchas cosas que contar de la novela de Mario Puzzo”, la productora compró barriles de lubricantes y puso el culo a disposición del director, porque ahora Coppola iba a multiplicar su apuesta.

1Han pasado varios años desde la muerte de Vito Corleone y la masacre que ocurrió tras aquello. Ahora la familia Corleone vive en Nevada entre montañas de dinero, pero también en peligro constante. A pesar de las ingentes medidas de seguridad, Michel Corleone (Al Pacino) y su esposa Kay (Diane Keaton) sufren un atentado. Michael decide mover pieza y buscar a quién pudo atentar contra su familia, por lo que dejará a Kay y los niños al cuidado del consigliere de la familia y casi hermano Tom Hagen (Robert Duvall) en pos de la búsqueda de venganza. Lo que no sabe es que esa búsqueda le puede costar su propia familia. Esta tensión en la familia contrasta con la ascensión del joven Vito Andolini a principios del S. XX, quien siendo un joven callado y tímido, acabará siendo el El Padrino, Vito Corleone (Robert De Niro).

Con unos cuantos Oscars ganados en un par de años y el exitazo de “El Padrino”, Francis Ford Coppola decidió que iba a alternar grandes producciones con pequeños films de autor, por lo que creó con otros dos niños de oro del momento en Hollywood –William Friedkin (“Contra el imperio de la droga”, 1971, “El Exorcista”, 1973) y Peter Bogdanovich (“La última película”, 1971, “¿Qué me pasa, doctor?”, 1972)– la “Directors company”, una productora independiente amparada por Paramount, quien distribuiría, pero a cambio les daría una secuela de su mega-exitazo. Aunque esto parece todo cordialidad, las disputas empezaron con el mismo título, porque Coppola quería llamarle “El padrino, parte II”, indicando que es otro capítulo de la historia de los Corleone y eso era algo que nunca se había visto hasta ese momento. Paramount se negó, pero al final Coppola salió ganando. Y así la cosa fue a más. Más presupuesto, más minutos, más experimentos en la trama…  porque Coppola tenía claro que esta no iba a ser más de lo mismo.

8En la novela original de Mario Puzzo ya están los mimbres de lo que sería esta continuación, puesto que ahí ya se nos contaba la historia del joven Vito Andolini que llega a América y conoce al que luego sería su socio, Pete Clemenza. Por otro lado nos cuenta cómo Fredo Corleone decide ir a Las Vegas afectado por la muerte de su padre y sería seguido por el resto de la familia, que pasa a vivir de los casinos. En la novela estos son capítulos muy cortos. Sin bien el primero era interesante, el concepto de precuela en aquella época no era ni planteable, ni imaginable, así que la cosa quedaba descartada. La segunda línea argumental comentada carecía de la fuerza necesaria como para llegar a ser interesante como largometraje, por cuanto lo que se nos narraba era el cambio de situación de la familia.  Lo que Coppola se lanzó a hacer algo sin precedentes, una precuela, pero a la vez combinada con la secuela. Voy a comentarlos de forma independiente.

En la parte de la actualidad el director nos da más de lo que hemos visto en la película anterior, esto es, otra guerra de bandas. De hecho sabe que lo que va a gustar al espectador medio es la elaboración de los crímenes que ocurrirá en la parte final. Eso sí, para que haya variaciones hace desarrollar al personaje más denostado de la película anterior, Fredo Corleone (John Cazale). Esto le da pie a hablar del resto de la familia. Fredo es mayor que Michael, pero sin embargo es menos espabilado y por eso está en un segundo plano. Esto le llena de rabia. En teoría el tendría que ser el sucesor del Rey, el sucesor de Don Vito, pero Michael es quien se ha hecho con las riendas del barco. Y no sólo eso, también es más atractivo y además tiene una mujer perfecta. La envidia le corroe y esto hace que se vaya distanciando de su hermano y que confíe en gente que se aprovecha de él. La tragedia está servida.

2En cuanto a la parte de Vito, vemos como el posterior padrino es una persona que mira, que observa, que sabe ver, sin juzgar, sólo ve y desde ahí, aprovecha. Eso es lo que le hará una persona peligrosa a posteriori, puesto que sabrá dónde está el punto débil de cada uno.

Se suele decir que “El padrino. Parte II” es superior a la primera, y lo es, pero en cuanto a que sabe aprovechar los aciertos del primer film y llevarlos hasta su máxima expresión sumando aún más cosas interesantes, pero sin embargo hay puntos endebles en el guión y explicaciones que no terminan de encajar. El mayor punto negro que le veo a la película es sin duda Connie (Talia Shire), quien pasa de ser la viuda desencantada con la familia y obsesionada con Dolce Vita a ser la versión femenina de Michael, sin explicar muy bien el por qué. Otra historia resuelta de un plumazo y de forma torpe es el fallecimiento de Clemenza, ya que el actor que le dio vida en la película original, Richard Castellano, se subió a la parra, pidiendo un dineral y exigiendo un papel para su novia. Al final fue sustituido por Michael V. Gazzo, que hacía de Frankie Pentangeli. La solución de una banda en el brazo y decir “pobre Clemenza, se quedó ahí como un pajarito”… es de lo peor resuelto que he visto en mucho tiempo. Es de suponer que esto echaría a perder la contraposición entre el Clemenza joven, amigo de Vito Corleone, pero el Clemenza anciano, traiciona a Michael. Sea como fuere, la trama de Fredo es tan fuerte que no notamos una sub-trama perdida, que quizá hubiera sido excesiva.

3La trama criminal está mejor llevada, puesto que obvia las partes familiares de la primera parte, para entrar en el meollo. La parte familiar está aquí representada por el Vito de los años 20, pero incluso ahí vemos cómo Vito llega a su lugar con un brutal asesinato.

Me parece interesante mencionar la parte de Cuba pre-revolucionaria, porque sale aquí el corazoncito izquierdista de Coppola, quien se posiciona claramente a favor de la revolución, dejándonos ver que los revolucionarios ganaron porque la sociedad estaba harta de tanta corrupción. Esta es la supuesta parte de esplendor de la América mafiosa, pero también el comienzo del declive, empresarial y familiar. No quiero comentar mucho por no spoilear a quien no lo haya visto, pero cuando cae la Cuba de Batista, cae también el espejismo de los mafiosos, donde pueden hacer y deshacer a su antojo con la complicidad del gobierno. Pero también cae la gran familia que quiere hacer Michael, desmoronada, sellada por un beso de judas.

Tras esto llega la investigación por tramas criminales, auspiciada por Hyman Roth (Lee Strasberg), el gran villano del film, las puñaladas por la espalda y el repudio familiar. La soledad de Michael es totalmente opuesta a la cada vez mayor familia de Vito. Ya dije que “El padrino” habla del proceso de madurez. Esta habla de la responsabilidad, responsabilidad de sacar adelante una casa por un padre y mantener unida a esa familia, en este caso desde el punto de vista tanto del padre, como del hijo.

MCDGOTW EC001Coppola vuelve a jugar en conjunción con Gordon Willis con la iluminación y la parte actual tiene tonos plateados, mientras que la de principios de siglo tira más por los dorados y colores terrosos. Aquí Coppola juega más con las imágenes, dando planos mucho más elaborados como es el caso de la llegada a América de Vito, quien en ningún caso llega a compartir plano con la estatua de la libertad, primero porque no puede llegar a ella por la cuarentena, pero también porque su corazón está en Italia, donde finalmente volverá. También impactante es el asesinato que lleva a cabo Don Vito, Robert de Niro, con su cara de mala hostia y dejándonos clavados en la butaca. Pero no sólo está en la etapa clásica, porque también tenemos el rezo y pesca de Fredo y esa hojarasca levantada por el viento. Coppola aquí se vuelve más simbólico en cuanto a imagen y en cuanto a la concatenación de historias, donde se potencia la alternancia de actos, lo que también vimos en la masacre de la primera parte, ahora llena toda la película, pero eso sí, no cansa, no pesa. Por supuesto, la edición es una pieza fundamental, ya que la alternancia que tanto gustó al público, aquí se multiplica contando las dos historias.

6Si hablamos de calidad en cuanto a guión y dirección, en cuanto llegamos a la interpretación ya nos descubrimos, puesto que no sólo tenemos a la mayor parte de los intérpretes de la primera película, Al Pacino, Diane Keaton, Talia Shire, Robert Duvall, John Cazale… a los que hay que añadir un cameo de James Caan como Sonny. Por ahí ya vamos bien, pero aquí además tenemos nuevas y estimulantes incorporaciones. Primero a un actor secundario de esos que a todo el mundo suena y que se movía con soltura entre la comedia y el drama, Bruno Kirby como el joven Clemenza. Por otro lado tenemos al mítico creador del Actor’s Studio (escuela de Paul Newman, Marlon Brando, Al Pacino o James Dean) Lee Strasberg del que no voy a decir nada porque con su currículum estaba claro que iba a estar monumental. El actor da vida aquí a Hyman Roth, un personaje totalmente inspirado en el mafiosos real Mayer Lansky. Del mafioso toma hasta lo de querer ir a vivir a Israel y ser rechazado.

Por último señalar que en el 73 Martin Scorsese estrenaría “Malas calles” y quedaría encantado. La primera propuesta que hizo a Paramount fue que “El Padrino. Parte II” la dirigiera Scorsese y él sólo producía. La historia no prosperó, pero sí que Coppola se quedó con un joven que había visto en varias películas de Brian De Palma: Robert De Niro. El actor de “Toro salvaje” (1980), al igual que Pacino, pasó de ser un desconocido a interpretar a uno de los personajes más conocidos de la historia del cine, Vito Corleone, para el cual hasta se fue una temporada a vivir a Sicilia. Pero además hizo historia, ya aún hoy día, conjuntamente con Marlon Brando, son los únicos actores que han recibido un Oscar por interpretar al mismo personaje en diferentes películas.

5Y si hablamos de Oscar, pues 6 que se llevó: Película, director, guión, Actor secundario, decorados y música, y esta vez sí que aceptaron la partitura de Nino Rota, puesto que en las normas de la academia no dice en ningún sitio que no pueda haber sido utilizada la canción antes. Eso sí, Coppola metió a su padre en la B.S.O. para hacer un par de arreglos y ese año resultó así, que tanto padre como hijo ganarían el Oscar. 3 décadas después Sofía Coppola también ganaría un Oscar, por lo que tanto los Coppola como los Huston son la única familia de intérpretes que han ganado el premio de la academia en tres generaciones.

Valoremos, no voy a enrollarme más. Sigo sin ver una película perfecta, sobre todo en los agujeros de guión que he comentado, pero es tan sublime y su composición visual, tan cuidada su trama, tan grandes sus intérpretes… que olvido lo negativo y le pongo otro 10. Para mí sólo hay un par de películas más allá del 10, que de perfectas me quedo orgásmico perdido; pues bueno, este díptico anda muy cerca de eso.

7En cuanto a números, eso lo dejo para la semana próxima, porque voy a hacer una comparativa de resultados económicos de toda la saga, pero si alguien tiene curiosidad sobre qué pasó con “Directors company”. Bueno, Coppola dirigió la fascinante “La conversación” (1974), que ganó en Cannes la Palma de oro de 1974 compitiendo con Spielberg, Carlos Saura, José Ramón Larraz, Alain Resnais, Robert Mulligan, Robert Alman… vamos que triunfó por todo lo alto y además también fue nominada a mejor película en los Oscars. Peter Bogdnovich hizo “Luna de papel” (1973), que no fue mal y “Una señorita rebelde” (1974), que fue un descalabro económico que hizo que el estudio cerrara. William Friedkin se había empeñado en hacer un remake de “El salario del miedo” (1953) y al final lo tuvo que llevar a otro estudio. Sacó adelante su proyecto “Carga Maldita” (1977), pero fue un fracaso que dejó maltrecha su carrera.

Coppola pensó que ahora tocaba una película sencilla y baratita “Apocalypse Now!”. Si sabes algo de cine, sabrás cuánto se equivocaba.

Título Original: The Godfather: Part II
Reparto: Al Pacino, Robert De Niro, Diane Keaton, Robert Duvall, John Cazale, Lee Strasberg, Talia Shire, Gastone Moschin, Michael V. Gazzo, Marianna Hill, Bruno Kirby, Danny Aiello, Harry Dean Stanton, Troy Donahue, Roger Corman, Morgana King, Joe Spinell, Richard Bright, James Caan, Dominic Chianese, Francesca de Sapio, G. D. Spradlin, Frank Siver, Tito Alba, Oreste Baldini
Director: Francis Ford Coppola
Guión: Francis Ford Coppola, Mario Puzo (Novela: Mario Puzo)
Productora: Paramount Pictures
Música: Nino Rota, Carmine Coppola

Redacción: Juan Pablo Pérez-Padial

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.