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El jueves es la ceremonia de apertura del Festival Internacional de Cine de Berlín y este lunes se han puesto a la venta las primeras entradas para las películas que compiten este año en el certamen. Películas como “Gran Hotel Budapest”, de Wes Anderson o la versión uncut de “Nymphomaniac”, de Lars Von Trier, se podrán visionar entre el 6 y el 16 de febrero.
A las diez en punto de la mañana abrían ayer las taquillas del centro comercial de Potsdamer Platz, en Berlín, para todos los cinéfilos que quisieran conseguir las primeras entradas para el Festival Internacional de Cine de Berlín. “Llegué ayer a las ocho de la tarde para empezar a hacer cola”, explica Martina, que tiene la suerte de ser la primera de una de las filas. La expectación es grande, distintos medios alemanes han venido a cubrir el evento, en el día en que las estrellas, son aquellos que están en las primeras filas. “Si quieres conseguir todas las entradas que tienes en mente debes mirar de estar, por lo menos, entre las cuatro o cinco primeras filas de la cola”, continúa Martina, que con los años, ha obtenido cierta experiencia en la compra de entradas para la Berlinale.
El sistema de compra de tickets para el festival está organizado de manera que la post- venta y la acumulación de entradas para una sola película o varias sea complicada: Solo se pueden adquirir dos entradas por película, y solamente se pone a la venta un número limitado de entradas para films al día, “así que si mañana salen las entradas para otra película que quieres ver tienes que volver a venir pronto para asegurarte de que las consigues, aunque con 50 euros que me he gastado hoy, ya no creo que vuelva”, aclara Martina, mirando de reojo que nadie se le cuele. La venta online también es escasa para evitar, igualmente, la post-venta.
A las 9:45, mientras los de las primeras filas acaban de recoger los aislantes y los sacos de dormir en los que han pasado la noche en el centro comercial, los menos previsores, más atrás de la fila, acaban de elegir las películas para las cuales quieren entradas en sus tablets y portátiles. “Por suerte nosotros no queremos ver las películas más comerciales, nos hemos decidido por “Nymphomaniac” y “Kraftidioten”, entre otras, así que no creo que nos quedemos sin!”, apunta Stefan, que ha venido con otros dos amigos a las siete y media de la mañana para hacer cola.
Y el Oso de Oro es para…
El jueves es la ceremonia de apertura del festival, y en ella se visionará la esperada “Gran Hotel Budapest”, una nueva comedia dramática del director estadounidense Wes Anderson, que vuelve deseando cosechar el mismo éxito que obtuvo con “Moonrise Kingdom”. En su nuevo film vuelve a contar con actores de renombre como Ralph Fiennes, Edward Norton, Léa Seydoux (“La vida de Adèle”) o Bill Murray. “Gran Hotel Budapest” compite por el Oso de Oro con otras películas internacionales como la británica “71” (Yann Demange), La versión francesa en carne y hueso de “La bella y la bestia” (Christophe Gans), “Boyhood” (Richard Linklater), la argentina “Historia del miedo” (Benjamin Naishtat), la alemana “Kreuzweg” e incluso con una coproducción española, “Aloft”, de la directora argentina Claudia Llosa, quién ya ganó el Oso de Oro de la Berlinale en 2009, por “La teta asustada”.
Durante los diez días que dura el festival, también se podrá visionar la controvertida y versión uncut de “Nymphomaniac” de Lars von Trier o la nueva película de George Clooney, “The Monument Men”. Sin embargo, en la Berlinale también hay sitio para películas menos comerciales, como las de la sección Panorama, donde se encuentran principalmente películas de autor o la sección Generation, con películas jóvenes, donde podemos encontrar, por ejemplo, el debut cinematográfico del líder de la banda escocesa Belle & Sebastian, Stuart Murdoch, un musical con el título de “God Help the Girl”. En la sección Forum hay películas-documentales que posteriormente dan pie a debates, como “The Square” (Jehane Noujaim), en la que su director nos traslada a la plaza Tahrir de El Cairo para revivir la primavera árabe de 2011.
“Ya empieza, ya empieza”, grita la madre de una de las chicas que está en las primeras filas, colocada estratégicamente entre la cola y las taquillas de venta de entradas. Se hace el silencio y los nervios se dibujan en las caras de los asistentes. Finalmente los vendedores levantan las persianas de las taquillas a las 9:59.
“Has conseguido las entradas que querías?”, le pregunta una televisión alemana a la primera chica que sale de la cola con cara de concentración, doblando cuidadosamente el fajo de entradas, “Por supuesto, es lo que ocurre cuando eres la primera en comprarlas”, afirma la chica sonriendo. A pesar de algún que otro problema técnico con el sistema, y de la rapidez con que se van acabando las entradas, la mañana transcurre tranquila y todo el mundo sale del centro comercial contento y con las entradas en el bolsillo. El festival puede empezar.
Crónica y fotografías: Carla Manso García
Tráiler de «Gran Hotel Budapest» y «The Monument Men»:
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