«Carmina y amén» y punto

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1Título: Carmina y amén

Director: Paco León

Guión: Paco León

Reparto: Carmina Barrios, María León, Paco Casaus, Yolanda Ramos, Estefanía de los Santos, Manolo Solo

Duración: 100 minutos

Año: 2014

País: España

Música: Pony Bravo, Espaldamaceta, Pájaro

Fotografía: Juan González Guerrero

Género: Comedia negra

Productora: Andy Joke / Telecinco Cinema / Canal +

Distribuidora: A contracorriente Films

Parece mentira que ya hayan pasado dos años desde que Paco León demostrara junto a Alfonso Sánchez que en Andalucía hay mucho talento y mucha capacidad de hacer películas interesantes e inteligentes. Ambos demostraron que tienen mucho talento como actores, pero también como directores y que están preparados para quedarse tras la cámara mucho tiempo. Sánchez dirigió “El mundo es nuestro” (2012) y acaba de revalidar éxito como actor en “Ocho apellidos vascos” (2014). Paco León por su lado montó un monumental homenaje a su madre –y de camino a su hermana– llamado “Carmina o revienta” (2012) y ahora nos da aún más.

1Carmina (Carmina Barrios) ve morir a su marido Antonio (Paco Casaus) y llama a su hija María (María León) antes de llamar a nadie. Cuando esta llega, Carmina se da cuenta de que si llama en ese momento no recibirán la paga de Antonio y buena falta que le hace. Por este motivo Carmina y María deciden ocultar un par de días el fallecimiento de Antonio, pero Carmina es una mujer con mucha vida social y se va complicando lo de ocultar el fiambre cada vez más ante tanta visita y un cuerpo que, con el clima sevillano, empieza a oler.

Si, si. Esa es la sinopsis de la película, no me he fumado nada raro, ni me he tomado pastillas de las que hacen ver dragones rosas, no, “Carmina y amén” es así. Y me alegro, porque recupera totalmente el rollo made in Spain. Me explico. Desde la época de “El lazarillo de Tormes” o “El buscón”, España siempre ha sido muy dada a la picaresca, como lo es este díptico Carminesco. La picaresca es una burla crítica tanto para el que está arriba como para el último mono de la sociedad española, que se sigue creyendo el más inteligente, aun estando hasta arriba de mierda. Desde el fallecimiento de Azcona y Berlanga, este hueco cómico/crítico había quedado dolorosamente vacío en el audiovisual. Como decía antes, me alegro de que Paco León ocupe ese hueco.

La estafa está en el ADN español, sólo tenemos que ver a nuestros políticos –que son los que nos representan– para comprobar cómo está el estado del país. Y en la representación del país es donde a Paco León no le gana nadie. Dirán lo que quieran, que si se lo toma todo muy poco en serio, que la verdadera sociedad está en las películas de León de Aranoa o Bollaín y yo diré a quien proclame esto que, sin desmerecer a nadie, la auténtica verdad está en los personajes que presenta León. Un periquito llamado Bárcenas, la reina que tiene que tragarse toda la situación de la familia real porque no le queda otra, que si tirarse desde un quinto por los desalojos nunca lo haría porque eso tiene que doler mucho, okupas, marihuana terapéutica…  León toca los temas sociales pero como se habla desde los barrios, no desde la demagogia. Esa es la realidad de 2014 en la calle, no la de los huecos discursos de muchas películas que se quieren erigir como referente de la realidad española sin hablar con la gente a pie de calle.

3Pero el Luisma de ‘Aida’ en realidad no tiene un pelo de tonto, porque lo que en apariencia no son más que una serie de frescos de la realidad están interconectados entre sí para que cuando llegue el momento final, en que encajen las piezas, te dejen con la sonrisa congelada. No importa tanto el guión como la espontaneidad de las interpretaciones… pero en este caso el guión es cojonudo. El director y guionista en ningún momento ha pretendido demostrar que su retórica es increíblemente brillante, fallo común de los guionistas noveles, que hacen que todos los personajes hablen como si filósofos griegos se tratasen. Chorradas como esas hacen que películas como “Stockholm” (2013), carezcan de credibilidad, apoyando todo en unos actores que han de trabajar el doble para hacer creíbles personas imposibles. Aquí todos son como son, únicos y dueños de sí mismos, con personalidad y con momentos más lúcidos con otros menos. Que alguien diga “Se está muriendo gente que no se había muerto antes”, es un sinsentido, que es real, que se oye en un funeral, con toda esta gente que pretende decir algo sentido sin pensar muy bien lo que ha dicho. Dicho esto, el velatorio es tan real como descacharrante. Lo mejor en el audiovisual en muchos años.

No quiero comentar mucho más del guión y si centrarme en los actores, porque esta película les pertenece. Paco León decía en estreno de “Carmina o revienta” que su madre tenía un carisma increíble y que se comía a su hermana María en la interpretación en ciertas ocasiones. Yo algo atisbaba, pero no se terminaba de ver en el film de 2012. En “Carmina y amén”, Carmina está aún más suelta y se come a quien esté a su lado, ya sea María León o Yolanda Ramos, por muy buenas actrices que sean, porque lo de esta mujer es increíble. Su presencia llena cada fotograma de la película. Se sale. En cuanto a María León compone una maravillosa María, que va desde la joven de extrarradio que habíamos visto en el primer capítulo y que así comienza la película, para acabar como una versión joven de Carmina. Pero no sólo eso, sino que se mantiene en un sanchopanziano segundo plano, destacando en cada momento, con cada frase y mirada pero sin querer robar el protagonismo a Carmina. Ninguna se llevó el Goya por la película anterior, pero con sus interpretaciones aquí deberían dárselo sin votación ni nada. Soberbias.

5Pero no termina aquí la cosa, porque además tenemos a la ganadora de la Biznaga de plata por su papel secundario en “Carmina y amén”, Yolanda Ramos, quien da vida a una comeflores descacharrante. Y suma y sigue, porque tenemos a una Mari Paz Sayago que era la reportera poco espabilada de “El mundo es nuestro” que soltaba la perla “Los homosexuales también son seres vivos” y a la que seguro que casi todo el mundo ha visto en ese video viral de la saeta de semana santa, donde se canta la saeta más surrealista de la historia, también de “El mundo es nuestro”, aquí como la vecina mosquita muerta que… también se quiere quedar con su buen dinerito. Y tenemos también al marido, Antonio, y tenemos a la amiga de la reina… bueno, todo el mundo, todos brillantes.

Y me pongo con la dirección. Como ya he dicho Paco León ha demostrado que es un tío muy inteligente y como director lo es aún más. Si en “Carmina o revienta” tomaba el rollo documental como excusa para tapar la escasez de medios, aquí se olvida de ese elemento que no terminaba de funcionar para entrar en una realización clásica, siempre en favor del actor, potenciando gestos, miradas y diálogos, haciéndose casi invisible, convirtiéndonos en parte de la familia. Eso sí, con una gran capacidad para el encuadre y el subrayado sutil. Ahora, que cuando llega el momento del funeral dice “Aquí estoy yo”. Nos muestra unas bellísimas imágenes que presagian a un director con un ojo formidable.

4Y voy terminando. Cuando entré en el cine, la gente no paraba de hablar. De verdad que estuve por soltar un par de gritos para que la gente se fuera a su puñetera casa en lugar de joder a los demás la película. Pero cuando llevaba como una hora de película me di cuenta de que ya no estaba prestando atención a la gente. Pero es que la gente tampoco hablaba. Estaba todo el mundo hipnotizado. Al final, como en cualquier película de acción, la gente estaba entregada jaleando los actos de Carmina. Y en los títulos de crédito me dieron ganas de aplaudir. La gente salía diciendo “Así es la vida de verdad” o “eso sí que es la realidad”. Todo el mundo salió satisfecho. Y yo más que nadie, ya que he seguido a Paco León desde que empezó, en la muy mediocre –por no decir intragable mierda infecta– “Amar y morir en Sevilla” (2001) y le he visto ir teniendo cada vez más nombre y más prestigio, por lo tanto me ha alegrado de su evolución también como director. Y como director debo decir que “Carmina o revienta” me pareció excelente pese a algún elemento descompensado y/o desdibujado, por lo que temía que su secuela pudiera decepcionarme, pero como si de Francis Ford Coppola y la saga de “El padrino” se tratase, aumenta y corrige no sólo en presupuesto sino también en calidad. Algún punto débil le veo, no lo voy a negar, pero un 10 le doy a “Carmina y Amén” porque es la mejor película del año sin discusión, porque de tanto bueno que hay te olvidas de lo negativo y porque ya era hora que ese carisma creativo español, tan olvidado y denostado, saliera a relucir.

Oye, y si como Coppola, León dentro de 16 años retoma a María para terminar la trilogía, me apunto. Paco, tras tanto y tan bueno que nos has dado, admirador tuyo a muerte.

PD: Estoy esperando tu llamada para trabajar contigo.

Crítica: Juan Pablo Pérez-Padial

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Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.