Glándula Pineal ¿GPS de Dios, ciencia o religión? – Qué es y para qué sirve

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Hace tiempo que prometí hablar de la Gran desconocida. La Glándula Pineal, que podría ser el vínculo de unión de todas las religiones. La misma que podemos ver en la plaza del Vaticano, en el báculo que portan los Papas, es el tercer ojo Hinduista, o la que conocían Mayas, Egipcios, Griegos, etc.

El tema en sí es largo, por eso he decidido dividir el artículo en varias secciones, comenzando en éste con el primer punto:

1.¿Qué es científicamente la glándula Pineal? ¿Cuál es su misión? ¿Qué dones se activan con ella?

2. ¿Es cierto que se pueden regenerar tejidos?

3. ¿Es algo nuevo, o durante siglos todas las culturas nos han mostrado la Glándula Pineal, y a la vez nos han protegido de su potencial durante siglos hasta la actualidad?

 

La Glándula Pineal es un órgano misterioso, poco  explorado y muy pequeño, del tamaño aproximado de un garbanzo, al que el filósofo francés Descartes allá por el siglo XVII definió como El Asiento del Alma.

Yo no soy Descartes pero sí tuve el atrevimiento en mi novela “Lo Inesperado-The Unexpected” de definir la Glándula Pineal como el GPS de Dios y no iba mal encaminada. Vamos paso a paso, ¿qué sabemos de ella?  

Cuando comencé a documentarme sobre la glándula pineal en el año 2009, poca información relevante obtuve: “tiene forma de piña pequeña”, “segrega la hormona del crecimiento», «es importante en el desarrollo de la pubertad”, “posee influencia en el sueño” y poco más, pero hubo un comentario que me llevó a investigar por otras vías más profundas, de ésas del alma. Fue otra frase de Descartes que decía: “La Glándula Pineal es la unión de cuerpo y alma” 

Fue entonces cuando me topé con un mundo increíble y unos experimentos más increíbles todavía. 

Ahora, visto desde la posición cómoda que da el tiempo, pienso que tal vez se conoce poco a nivel científico y más a nivel místico porque todo esto del alma, el misticismo, los chacras, viajes astrales o experiencias extracorpóreas suenan a cosas raras, que tienen que ver con el más allá, son temas para hablar en el salón de la casa, en la sobremesa de un café o para aquellos más atrevidos con una buena copa/cubata después de una cena con amigos.

Pero hace ya mucho tiempo que observo lo siguiente: sobre estos temas místicos todos los hablamos, unos con mofa, otros con mucho respeto, pero a todos interesa. Ahora bien, hablar de ello abiertamente es otro tema.

Por eso deseo dar mi más sincera enhorabuena y mi admiración a aquellos hombres y mujeres del ámbito científico que han sabido desterrar esos tabúes y han indagado en un pequeño órgano tan interesante, sorprendente e instructivo, y del que mucho se va a hablar en años venideros.

Doctores como Rick Strassman, profesor clínico de Psiquiatría de la Universidad de Medicina de México y presidente co-fundador de la Fundación de Investigación de Cottonwood (investigación de la conciencia), explicó que el tercer ojo, el Crown de los Chakras, nombre con el cual también se conoce a la Glándula Pineal, aparece en el embrión humano exactamente a los 49 días de gestación y curiosidades de la vida, 49 días es el tiempo que los monjes tibetanos creen que tarda un alma en reencarnarse de nuevo.

Esto me llevó a la primera pregunta, ¿cuál es la función real de la Glándula Pineal?  Descubrí que ese pequeño órgano que segrega una sustancia química llamada DMT (Dimetiltriptamina) puede ser activado al tener un nivel elevado de conciencia mística pero hay otras personas que sí poseen eso don de forma natural, y esa revelación me llevó a la segunda y tercera pregunta, ¿se puede activar la Glándula Pineal? ¿Cómo? 

La glándula pineal, situada en la intermediación de los dos hemisferios craneales (izquierdo y derecho), está extremadamente protegida del estrés pero, ¿qué ocurre si la estresamos artificialmente con estímulos, con ondas electromagnéticas?

Científicos como Strassman, el Doctor Persinger (neuropsicólogo de la Universidad  Laurentian de Canadá), o el Doctor Sergio Felipe de Oliveira entre otros, han comprobado científicamente que la glándula pineal al estimularla, estresarla artificialmente, es capaz de convertir estas ondas electromagnéticas en estímulos neuroquímicos.   

¿Qué significa eso? Pues que las ondas electromagnéticas influyen en el comportamiento de las neuronas de nuestro cerebro, llevándolas a realizar actos que más tienen que ver con el mundo denominado místico con esos dones, esa sabiduría que algunos elegidos poseen.

Así es como me enteré que existía la Psicobiofísica, la ciencia que integra la Biología, la Física y la Psicología (Biología, ya que estudia los lóbulos frontales, en especial el derecho responsable de la creatividad; Física, porque estudia el cerebro eléctrico; Psicología, puesto que el cerebro es la esencia del pensamiento crítico)

Mediante la Glándula Pineal se explicaría científicamente la espiritualidad. ¿Por qué? Os estaréis preguntando.

Porque cada uno de estos doctores y otros que no nombro, pues la lista podría ser extensa, han demostrado:

  1. Que el DMT a niveles elevados, genera estados paralelos de conciencia, los denominados viajes al más allá, desdoblamientos astrales. Es decir, es el portal para que el espíritu se marche fuera del cuerpo.
  2. Activando el cerebro con ondas electromagnéticas, nuestra nuez es capaz de convertir estas ondas electromagnéticas en el estímulo suficiente para que esos dones se activen.

El Doctor Persinger realiza experimentos con el llamado Casco de Dios, cuyos resultados en pacientes voluntarios han sido experiencias extracorpóreas, ver luces en un túnel, notar presencias, etc.

Dicho todo esto, veo por fin que la espiritualidad, los dones ampliados que algunas personas poseen (se puede comprobar científicamente) son una nueva corriente, un nuevo pensamiento llamado Pensamiento Espirita.

Pero, ¿todo esto es nuevo? ¿La Glándula Pineal se acaba de descubrir?

Nada más lejos de la realidad. Sumerios, Incas, Atlantes, Egipcios, Griegos, Romanos, Budistas, Hinduistas y un largo etcétera conocían su poder y se han realizado alegorías a esa fuente de sabiduría y conocimiento, a ese portal al más allá.

¿Cómo? os estaréis preguntando. Muy sencillo, cuando algo se quiere ocultar, es mejor colocarlo delante de las narices de todo el mundo o reflejarlo en la literatura o en películas de ésas de ciencia ficción.

Por ejemplo, en plena plaza del Vaticano hay una estatua de la glándula pineal. En los báculos de poder que llevan los Papas… en un sinfín de lugares que, si me permitís, iré desvelando en los siguientes artículos.

 

Redacción: Rebecca Van Winter

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