Glándula Pineal, ¿GPS de Dios, Ciencia o Religión? – ¿Se pueden regenerar tejidos?

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Me vino a la memoria la película titulada “El hombre Bicentenario” cuando pensé en el siguiente artículo relacionado con la glándula pineal. Recordaréis que la semana pasada comencé a explicar la glándula, y confeccioné un artículo dividido en varias secciones.

El primero titulado: «¿Glándula pineal! ¿GPS de Dios, Ciencia y religión? – Qué es y para qué sirve» ha cosechado un aluvión de visitas y comentarios, sobre todo la parte donde se da forma a una explicación científica del misticismo, donde se habla de los estados paralelos de conciencia, desdoblamientos astrales, sabiduría ampliada… Esos dones que algunas personas poseen y que por fin se está demostrando científicamente. 

Esta vez toca hablar sobre el segundo punto: ¿es cierto que se pueden regenerar tejidos con una glándula pineal activada?

Mucho se ha hablado en la Biblia sobre milagros: Jesús curando a paralíticos, ciegos, leprosos, etc. Ángeles que han regenerado tejidos amputados (caso del cojo de Calandria 1637, Zaragoza-España) etc.  

Éste es otro tema tabú o al menos, depende de en qué sectores, respira escepticismo. Pero ¿y si el tiempo que avanza inexorablemente para todos, convierte los milagros de entonces en realidades científicas de hoy? ¿Deja por ello de ser un Milagro?

«El hombre Bicentenario» está basado en un relato corto de Isaac Asimov, el padre de la robótica. Protagonizada por Robin Williams y estrenada en el año 1999. Narra la historia de un robot que trae un “defecto de fabrica” percibir y sentir emociones humanas y la capacidad de crear. Junto con un inventor, financiará y creará prótesis de órganos para robot que también pueden usar los humanos. Al llegar a este punto diréis vale, entonces, de qué va este artículo: de robots, de películas, de milagros… De nada de eso, trata de la creación de órganos.

La Sociedad Alemana Max Planck aglutina a más de 80 Institutos y Centros de Investigación y está galardonada con el Príncipe de Asturias para la Cooperación de este año 2013.

En uno de ellos, en el Instituto de Biología Celular Molecular y Genética de Dresde, los científicos se encuentran a tan solo un paso de averiguar cuál es el ingrediente para que una célula se regenere, cuál es el estímulo apropiado hacia la Glándula Pineal. 

Han conseguido descubrir un interruptor molecular. Un instrumento de encendido apagado (on/off) conectada a la red neuronal que se encarga de dar paso a regeneración sí, o regeneración no, dependiendo de la especie.

Hay un gusano de la especie Schmidtea Mediterranea que es conocido por sus capacidades regenerativas “podemos reducir el gusano a 200 piezas y 200 nuevos gusanos se vuelven a regenerar a partir de cada pieza”, explica el Doctor Jochen Rink, líder del grupo de investigación MPI-CBG. 

Siguiendo esta línea de investigación, se descubrió que hay un señalizador llamado WNT, un interruptor, que transmite información a las células, de modo que si está activada se regeneran las partes del gusano del ejemplo anterior y si no están activadas, no se regeneran.

Mis lectores recordarán la explicación que realiza el personaje principal, Yaiza, en mi novela “Lo Inesperado” cuando habla de la glándula pineal y la capacitación que tiene este pequeño órgano: “ La glándula pineal es el almacén de la energía pura. Cuando la glándula pineal da la orden de activación a las neuronas de algunas especies, estas pueden regenerar sus tejidos, como por ejemplo, lagartijas (la cola), Salamandra (cola, retina, patas) el pez cebra (parte del corazón), las esponjas, etc.”  Pero voy un pasito más adelante.

En la Universidad Miguel Hernández de Elche-Alicante (UMH) a partir de este señalizador, interruptor WNT se ha conseguido desarrollar una nueva técnica para regenerar las células dañadas en la retina, según se ha publicado en la revista científica “Cell Reports”, siempre y cuando se ayuden de la célula madre hematopoyética.

¿Qué son las células madre hematopoyéticas? Me pregunté a continuación. Son las células madre que se encuentran en la sangre del cordón umbilical del bebé. De ahí que esté ahora tan de moda crio-conservarlas hasta que se consiga averiguar por ejemplo que también hay células madre o algo similar en el ADN de cada individuo. Pero volvamos a la Universidad Miguel Hernández de Elche que tantas alegrías está dando en el campo de la ciencia.

De la mano del profesor Eduardo Fernández en estrecha colaboración con el Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG) se ha conseguido activar la señalización WNT para regenerar la retina. ¿De qué forma? Reprogramando las neuronas dañadas del ojo, en enfermedades degenerativas como cataratas, glaucoma, retinosis pigmentaria o degeneración macular entre otras, causantes muchas de ellas de cegueras intratables.

En resumen. Se ha conseguido descubrir el interruptor de encendido/apagado de la fase regeneración pero se necesitan más pruebas, un camino neuronal que conduzca a quién da la orden. ¿La glándula pineal, tal vez? Y yo me pregunto, ¿esto no es un milagro?

Cuando vi la película que he comentado antes, el “El hombre Bicentenario”, muchos críticos de cine dijeron de ella que era totalmente ciencia ficción e imposible que algo así ocurriera. Qué  necios somos al pensar que porque tú, yo o algunos de nosotros no podemos conseguirlo, nadie puede lograrlo.  

Mi más sincera felicitación a aquellos científicos, médicos, novelistas, cineastas, guionistas, futurólogos en general que sí creen en el  “Yes, we can

“Soplos frescos hacia otras realidades” Yaiza

 

En el siguiente y último artículo sobre la glándula Pineal hablaré sobre las veces que distintas civilizaciones y estamentos que dirigen nuestro mundo nos han mostrado la glándula pineal.

 

Redacción: Rebecca van Winter

 

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