Llega el último artículo sobre la glándula pineal. Con vuestro permiso, vamos a realizar un rápido repaso. En el primer artículo presenté a la gran desconocida Glándula Pineal y expliqué cual es su misión, qué dones se activan con ella (experiencias extracorpóreas, telepatía, desdoblamientos astrales) y sobre todo anuncié experimentos científicos que demuestran cómo activando/estresando nuestras neuronas de manera artificial se puede inducir a esa cuarta dimensión. Como en su día explicó Ariel Kim “La cuarta dimensión es la dimensión espiritual que sojuzga/domina y transforma la dimensión física y material”
En el segundo artículo y casi coincidiendo con los premios Príncipe de Asturias expuse que aquello que todavía parecía ciencia ficción, regenerar tejidos, aquellos milagros que nos han contado desde siempre en los libros sagrados de todas las religiones reservados a personas/entes/divinidades, ahora se está cocinando, en las Universidades más refutadas.
El condimento estrella, siguiendo con el símil gastronómico, no es otra que La Glándula Pineal, protagonista de ese proceso llamado regeneración. Una regeneración que puede por fin aplicarse en seres humanos y que solo estaba reservado hasta hace poco a algunas especies animales (estrellas de mar, salamanquesas, gusanos, etc.)
Nos adentramos por lo tanto en la última pregunta: ¿La glándula Pineal es un nuevo hallazgo o durante siglos, todas las culturas nos la han mostrado y a su vez nos han protegido de su gran potencial?
La respuesta a esta pregunta es muy clara: la Glándula Pineal, no es un nuevo hallazgo exótico, y sus capacitaciones menos aún. Todas las civilizaciones antiguas, de un modo u otro nos la han presentado como lo que era y es un cántico a la sabiduría suprema.
Si hacemos un rápido repaso por la historia de nuestra humanidad, por las civilizaciones que han cohabitado en nuestro planeta Tierra, obtenemos lo siguiente:
- Sumeria: Recrean y representan la glándula pineal pero, y aquí viene lo bueno, hablan de una civilización, la primera, que también habitó nuestro planeta y que estaban dotados de una capacidad intelectual, de unos dones activados y reservados solo a unos cuantos elegidos.
- Egipcia: Recrean y representan la glándula pineal dibujándola en forma de símbolo que ha perdurado hasta nuestros días: el Ojo de Horus, el ojo que todo lo ve (este símbolo podemos verlo, por ejemplo, impreso en los dólares americanos) pero en legajos, descripciones, bajo relieves, columnas, etc., los egipcios también nos hablan de una civilización primigenia dotada de una capacitación intelectual fuera de lo común, nuevamente con dones activados y reservado solo a unos pocos, ¿coincidencia?
- Griega: Aquí Platón, en los diálogos conocidos como “Timeo y Critias” cuenta, habla y describe a una civilización de súper-hombres que usaban la telepatía como medio de comunicación, la teleportación para viajar, técnicas de mente sobre materia, etc. Os suena, ¿verdad? Sí, conocemos por primera vez a la famosa Atlántida.
De aquí en adelante, cada una de las civilizaciones estudiadas en nuestros días hacen referencia de una u otra forma a una civilización que estuvo con nosotros antes del gran diluvio, pero ¿qué pasa con la otra parte del globo terráqueo? ¿Qué pasa con las epopeyas indias, con el Mahabahrata, considerado como el poema épico más antiguo del mundo, más antiguo que la Biblia que narra la gran historia de la Humanidad y del pueblo Indio en particular? ¿Qué ocurre con sus descripciones espectaculares sobre dos civilizaciones con capacidades intelectuales altísimas, que se peleaban por nuestros recursos energéticos? ¿Quiénes son esas dos civilizaciones? ¿Por qué se les tilda de epopeya, de cuento para niños, y no se estudia en profundidad?
Podemos hablar también de las descripciones y alusiones a otra civilización superior expresadas en la cultura Inca y Azteca o en la cultura milenaria de Japón, por mencionar unos ejemplos.
En resumen, pienso que los poderes que de verdad dominan el mundo poseen potestad para privarnos de ese privilegio que no es otro que investigar, indagar y profundizar en las civilizaciones que nos han precedido antes de las convencionalmente establecidas, y por ende en sus capacidades mucho más desarrolladas que la de nuestra era, privándonos así de encontrar los por qué.
Pero ya me vais conociendo, me gusta ir un poquito más allá. Y si explico que durante los años cuarenta, recién terminada la Segunda Guerra Mundial, durante el mandato del Presidente Truman, éste autorizó la creación el 24 de Septiembre del año 1947 de la operación denominada Majestic-12 , que ha estado vigente hasta hace muy pocos años. Y si explico que el Proyecto Majectic-12 entre otros muchos objetivos, consiguió crear una glándula pineal artificial, con el objetivo de poder efectuar viajes astrales, los denominados viajes al futuro o pasado. Y si explico que durante años, científicos que habían participado en esas actividades exportaron información fuera de su ámbito de trabajo, ofreciendo dicha información a cineastas, guionistas, directores de cine, novelistas, científicos, etc. cansados de secretismos y deseosos de compartir con los pobres mortales la verdad que unos cuantos poderosos desean solo para sí.
Y si explico que mediante películas han acercado esa realidad, la realidad de la Glándula Pineal y su poder al gran público. Por poner unos ejemplos:
- Minority Report narra las predicciones de futuro que realizan tres hermanos conectadas sus mentes entre sí.
- Contact, protagonizada por Jody Foster, narra la historia de una científica del SETI (Programa de Investigación sobre Vida Extraterrestre) que descubre unos planos con los cuales se puede construir una máquina para viajar en el tiempo.
- Déjà Vu, también narra viajes en el tiempo basándose en explicaciones de física cuántica.
- Mimzy explica la historia de dos hermanos que descubren una caja con extraños poderes que activan dones, talento especial y una inteligencia brillante a los dos niños.
Muchos de mis lectores me están preguntando por las conclusiones que realizo en torno a la Glándula Pineal.
Yo no soy científica, pero sí una persona que desea lo mejor para los míos y los que me rodean, y por ende para los demás, y que pido a gritos un cambio en la sociedad. Que tengo, por el momento, el privilegio de observar mi entorno y comprobar cuán diferente hubiera sido nuestro mundo si se hubiera destinado dinero a investigar las múltiples tareas de la Glándula Pineal, a desarrollar el potencial que se halla guardado en nuestro cerebro y no reservar esa sabiduría común al privilegio de unos cuantos.
Tal vez, solo tal vez, porque me gusta pensar que la gente en el fondo es buena, esos poderosos que de verdad dictaminan lo que debemos aprender de forma estandarizada, pensaron que los humanos somos esa estrella pequeñita perdida en la infinidad de un cosmos mayor y por eso decidieron acallar de un plumazo lo que la glándula puede realizar de una manera natural fomentando su estudio.
Realmente no podemos lamentarnos del pasado, pero sí tenemos la obligación de hacer algo al respecto y procurarle un bienestar y un futuro mejor a hijos, nietos, biznietos y tataranietos.
Espero desde el corazón de esta escritora, que hayáis disfrutado leyendo, aprendiendo e investigando con estos artículos editados y reflejados en mi novela. Y mi deseo, si se me permite, es seguir desgranando la historia, nuestra historia, investigando más sobre muchos temas, por ejemplo sobre el Proyecto Majectic-12 y lo que de verdad nos han ocultado.
Redacción: Rebecca van Winter
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