Cómo viajar barato (de verdad) – El temido momento maleta

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Después de tanto buscar un transporte adecuado y barato, y de reservar el mejor alojamiento posible a la par que económico, otro de los obstáculos que nos solemos encontrar es a la hora de hacer el equipaje.

Como ya hemos explicado, tenemos que tener en cuenta si vamos a facturar o no, ya que por ejemplo si no facturamos no podemos olvidarnos de que está prohibido llevar en cabina objetos cortantes como cuchillas o navajas, o botes de líquidos de más de 100ml, por lo que tendremos que ajustarnos a este hecho antes de empezar. Si vamos a facturar, lo primero que hay que hacer es dividir los objetos y ropa que queremos llevar en dos montones: uno será el que vayamos a facturar, con todos esos objetos que no podemos llevar a bordo, y otro con lo indispensable para el transcurso del viaje.

Antes de empezar, una duda que puede asaltarnos es si utilizar una maleta dura o blanda. O incluso una mochila o una bolsa deportiva. Todo depende de cómo vaya a ser nuestro viaje. Si no vamos a parar por hoteles, lo mejor siempre será lo más manejable, una mochila en los hombros. Pero siempre recomendaría utilizar una maleta dura. Las hay por muy bien precio, menos de 30€, y te aseguras que lo que vayas a llevar, esté más seguro que en una mochila, un bolso de viaje o una maleta blanda. Y a poder ser, una maleta de cuatro ruedas, en vez de dos. Es una experiencia gratificante, os lo aseguro. Por supuesto, al ir a coger una maleta u otra, darse cuenta del peso que tiene vacía.

Vamos a intentar hacer un equipaje adecuado para cada ocasión, en el que tengamos todo lo que necesitamos en un espacio mínimo a ser posible.

 

Esto me lo llevo… por si acaso

 

Es una frase que la mayoría de nosotros hemos pensado al hacer la maleta. Lo primero a lo que hay que acostumbrarse es a desechar ese pensamiento. Si vamos a meter algo en la maleta pensando «por si acaso», vuelve a guardarlo en el armario. Si vamos una semana de vacaciones, no tiene sentido llevar cuatro pantalones cortos, tres largos, tres faldas, dos vestidos, quince camisetas…. Solamente son siete días en este caso. Hay que armarse de paciencia y para no caer en el «por si acaso», organizar lo que podemos ponernos cada día. También tener en cuenta que el calzado abulta mucho en la maleta, por lo que es mejor llevar ropa que no necesite calzado pesado. Ese vestido que tanto nos gusta solo queda bien con unas botas altas, así que mejor lo dejamos en casa.

Vamos por ejemplo una semana a otra ciudad y al empezar a llenar la maleta, nos encontramos con la primera duda: ¿ropa de invierno o de verano? ¿ropa de sport o de vestir? Pues bien, a la primera pregunta, no hay nada mejor que utilizar las nuevas tecnologías para hacernos una idea del tiempo que puede que haga esos días en concreto en la zona a la que viajamos. Como si os estuviera escuchando… no siempre aciertan con el tiempo, ¿verdad? Pues para eso tenemos la opción de viajar siempre con algún vaquero (perfecto para verano o invierno) y meter en la maleta una chaqueta. Por si todavía dudamos, no está de más llevar aunque sea una cazadora de entretiempo en la mano durante el viaje. No estorba, no ocupa lugar en la maleta a la hora de pesarla y así estamos preparados para cualquier clima que encontremos al llegar.

Otra cosa es el tema de la ropa de sport o de vestir. Tenemos que prever si vamos a asistir a alguna fiesta o si hay posibilidad de ello. Si puede ser que tengamos la posibilidad, habrá que buscar ropa elegante pero que no se arrugue demasiado, o que con dejarla estirando un par de días, vuelva a estar otra vez lista para usarse. También hay que tener en cuenta que el calzado no es el mismo, por lo que ya es un espacio a mayores que hay que reservar.

 

Botas de montaña, deportivas, zapato plano… ¿qué llevar?

Una difícil decisión. Si vamos a caminar mucho, lo mejor siempre es una bota que recoja hasta los tobillos, para evitar que se resientan. Puede que parezca que darán demasiado calor si caminamos mucho, pero a no ser que vayamos al Sáhara, estaremos más cómodos con ese calzado. Nunca hay que patear las ciudades con zapatos, aunque parezca que son cómodos. Mucha gente va con zapatos (¡incluso de tacón!) para salir más guapos que nadie en las fotos, pero aunque no lo reconozcan, tendrán que parar a mitad de tarde porque sus pies ya no aguantan más. Y es una pena no poder conocer a fondo un lugar porque nuestros pies ya no dan para más. Por muy acostumbrado que estés a un tipo de calzado en concreto, no te fíes nunca.

Si lo que vamos a hacer es ir de la playa al hotel y del hotel a la playa, las sandalias serán tu calzado perfecto. No te compliques con otro tipo de calzado, acabarás llevándolo sin usarlo ni un solo día y te ocupará demasiado en la maleta.

Pero por ejemplo puede que vayamos a un sitio que ya conocemos de sobra y simplemente queramos ver un par de lugares nuevos y el resto pasear. Si no llevamos prisa en nuestro viaje, podemos optar por zapato plano o deportivas si el tiempo no acompaña, o directamente las socorridas sandalias si es pleno verano en el lugar de destino.

 

¿Y los productos de higiene?

Si vais a ir mucho tiempo, lógicamente habréis elegido la opción de facturar y no tendréis problemas a la hora de guardar todo lo que sea de higiene: champú, gel, colonia… Pero si sois de los que no vais a facturar o de los que os gusta llevar lo justo para dejar espacio al resto de cosas, hay que tener en cuenta unos detalles.

Lo que podemos recomendar es llevar un neceser de los desplegables, para que aunque llevemos lo justo, al llegar a nuestro destino no haga falta sacarlo todo y tenerlo desperdigado por el baño, o peor aún, buscar todos los días por la maleta el bote de gel o el jabón de manos. Son neceseres del tamaño justo y muy manejables, y suelen ser baratos también, algo que ya hemos visto que es aconsejable.

 

Otra cosa a tener en cuenta es el tema de los botes para guardar el gel, champú y demás. Hay por ejemplo botes que venden ya vacíos en muchos supermercados para rellenar con vuestros productos preferidos. Hay también otros que ya vienen llenos, pero o bien son marcas que acabarán secándonos la piel o el pelo, o si son de buena marca son demasiado caros teniendo en cuenta el tamaño. Por lo que conviene comprar los botes vacíos y llenarlos nosotros mismos. Al llegar de cada viaje se vuelven a guardar hasta el siguiente, que volveremos a reutilizar.

Si tenéis una piel o un pelo algo especiales, no os fiéis de los productos de higiene que creáis que os pueden ofrecer en el hotel de destino. Es mejor prevenir y llevar vuestro botecito y solo usar los del hotel por si se os acaban los vuestros, que tener una erupción durante todas las vacaciones que no os permita disfrutar lo suficiente.

En las compañías aéreas no suelen fijarse en lo de la bolsita transparente en la que tienes que meter todos estos botes y pasarla aparte por la zona de seguridad. De hecho, miles de veces he metido los botes por separado en la maleta, sin bolsa siquiera, y nunca me han mandado sacarlos de la maleta. Pero curémonos en salud y llevemos por si acaso una bolsita para la ocasión. En algunos aeropuertos las puedes conseguir antes de entrar a la zona de embarque, pero mejor llevarla de casa, saldrá más económico.

Pero los más presumidos estarán pensando «ya, botes para el champú, el gel… pero, ¡cómo queda el pelo secándolo al aire!» Si sois de los que se os encrespa el pelo y no queréis salir en las fotos como si os acabarais de levantar de la cama, hay secadores muy pequeños de pelo, incluso planchas, que casi no pesan y no ocupan mucho espacio. Incluso espuma y laca, pero eso sí, hay que comprarla ya llena, por supuesto, con lo que el precio es mayor si queremos calidad en el producto. Pero cada uno tiene sus prioridades, y puede que haya quien prefiera llevar un secador y no un vaquero de más, que al peso es más o menos parecido. Para gustos, colores.

El cepillo del pelo, otro producto que ocupa siempre mucho espacio (cepillo, que no peine) y no sabemos nunca cómo guardarlo. Mismamente en cualquier comercio venden cepillos plegables, que incluso tienen un pequeño espejo dentro. Una idea práctica y muy cómoda incluso para el día a día.

Para la higiene dental hay también kits especiales, que constan de cepillo, pasta de dientes, hilo dental, enjuague bucal… Si tenemos la dentadura delicada, yo recomendaría este tipo de kits. Sino, puede que con el cepillo y una pasta de dientes de viaje sea más que suficiente.

El tema de la toalla es otro quebradero de cabeza. Hay alojamientos en los que tienes que pagar por usarlas, y en otros ni siquiera nos las ofrecerán. Lo mejor por si acaso es llevarla de casa. Hay de muchos tipos, la típica toalla de manos pequeña, que aunque es de un tamaño menor a las normales, ocupa demasiado espacio y tarda mucho en secarse. Y la mejor opción es el tipo de toallas que se ven ahora mucho, las toallas de microfibra, que son de una tela parecida a los paños de cocina, absorben de maravilla el agua y secan en poco tiempo. Y lo mejor de todo es que casi no ocupan espacio. Las puedes comprar en cualquier parte y las hay de varios tamaños. Si no vas a necesitar salir con la toalla de ninguna parte, lo mejor es coger el tamaño pequeño. Tardas algo más en secarte pero no ocupa más de un puño de una mano.

 

 Cosas que pueden sernos útiles

Hay cosas que suelen ser útiles a la hora de viajar y que no siempre nos acordamos de llevar. Es el caso por ejemplo del paraguas y el chubasquero. Puede que si estás organizando un viaje a Londres, sea en lo primero que caigas. Pero si viajas a París, tu inconsciente te juega una mala pasada a la hora de hacer la maleta. Guardarás el gorrito más chic que tengas, pero en cuanto empieces a ver que invariablemente llueve sin avisar, será el momento en el que te acordarás del susodicho paraguas. No suelen ocupar mucho espacio, los hay de viaje, hiper-pequeños. Al igual que los chubasqueros, que los hay incluso para usar y tirar, y que vienen en bolsas no más grandes que la palma de la mano.

Siempre nos da rabia que la ropa ocupe tanto espacio en la maleta, pesando tan poco. No nos deja guardar otras cosas que por peso podríamos haber llevado perfectamente pero que el espacio no juega a nuestro favor. Pues bien, podemos conseguir unas bolsas de envasar al vacío, maravillosas para hacer una maleta en condiciones. Pero tenéis que tener en cuenta que si adquirimos bolsas que necesitan de un aspirador para envasarlas, al ir puede que nos quede perfecta la maleta, pero busca un aspirador en el camping de Benicassim… Y cuando realmente vamos a necesitar espacio en la maleta es a la vuelta. Para esta circunstancia existen las bolsas que puedes enrollar para vaciar de aire, y no necesitan aspiradora. Fíjate muy bien antes de comprarlas, ¡tienen que especificar que no necesitan aspiradora! Así tendremos una maleta que ocupa lo mínimo y con espacio de sobra para traer lo que queramos.

Vamos a ir a una ciudad que puede que ni conozcamos, cámara en mano fotografiando todo lo que veamos y callejero en la otra consultando la dirección a tomar. Y con pinta de turistas, para qué engañarnos. Hay cosas que la gente nota por mucho que quieras ocultarlo. Y los «espabilados» mucho más. Es por eso que los monederos tipo muñequera nos serán más que útiles. Aunque por si acaso es recomendable no llevar todo el dinero en un mismo sitio, ni toda la documentación encima. Es preferible llevar el DNI encima pero guardar el pasaporte en la maleta a buen recaudo, por lo que pudiera pasar. Si vamos varias personas, repartir entre todos el dinero. Y de todas formas, llevar solamente el dinero que prevemos que vamos a poder necesitar hasta llegar al hotel. Y aconsejable utilizar las tarjetas para pagar en tantos sitios como se pueda. Es más fácil llamar al banco a anular una tarjeta, e incluso todos tenemos simplemente por el hecho de tener tarjeta un seguro de robos.

Si prevemos que tendremos que ahorrar batería en el móvil, o vamos a hostels y no queremos que nos roben mientras dormimos, lo mejor es llevar un despertador de viaje. Son muy pequeños y no pesan nada, y así podremos apagar nuestro móvil una vez que se haya cargado, y utilizar el despertador para despertarnos. Si nos roban un despertador de 2€ no nos dolerá tanto como si nos roban un móvil, que mínimo ya cuestan más de 100€.

Para el tema de los cargadores, hay que mirar si los enchufes en el lugar de destino son diferentes, para poder incluir en nuestra maleta un adaptador de corriente. Los casos más usuales son Inglaterra y EEUU. Es cierto que en destino suele haber lugares en donde adquirirlos, pero iremos más tranquilos llevándolo de casa.

Si somos de los que nos mareamos con facilidad tanto si montamos en burra como en avión, hay varias opciones. Una es la socorrida Biodramina, con o sin cafeína (en el caso de un viaje por carretera, siempre es aconsejable ir bien despiertos para poder admirar el paisaje), o sino las nuevas pulseras anti-mareos. Son una especie de muñequeras con una bolita que se ajusta en la muñeca para apretar cierta parte que hace que el cerebro reciba la información adecuada, es decir, que no hay motivo para marearse. Así podremos disfrutar más durante el viaje y al llegar estaremos como nuevos. Los medicamentos normalmente hay que tomarlos un rato antes del viaje, pero estas pulseras incluso pueden utilizarse una vez que estás ya mareado, para quitar esa sensación.

Para los que vayáis a pasar alguna noche en un aeropuerto, estación o viajes largos, es muy incómodo intentar dormir en ciertas posturas. Al final acabamos por sufrir dolores de cuello que harán que no disfrutemos lo suficiente del viaje. Podemos hacernos con una almohadilla hinchable de cuello, una máscara para los ojos, unos tapones y una pequeña manta de viaje. Aunque parezca lo contrario, este kit de viaje no ocupa casi nada, ya que todo se puede guardar en una pequeña bolsita que podremos llevar en nuestro equipaje de mano sin problema, y así estaremos preparados para soportar un duro viaje en autobús de ocho horas, o incluso podernos echar una siesta en el avión para llegar descansados a nuestro destino. Y, ¿cuánto puede costar todo esto? Redondeando a la alza, no llega a los diez euros, por lo que merece la pena comprar un kit de este tipo (todo junto o por separado) y viajar de manera cómoda aunque barata.

¿Y para guardar toda la documentación y tener a mano cualquier mapa, identificación o billete? Hay organizadores de documentos, que de tamaño son como un billete de avión, para hacernos una idea, y al abrirse, hay bastantes compartimentos. Los mejores, los que van cerrados con cremallera. Hay algunos muy vistosos en forma de neceser, pero llevan por fuera un montón de compartimentos que lógicamente no utilizaremos si no queremos que nos roben en nuestras narices.

A veces tenemos tiempo en el viaje para leer un rato, o estamos en un sitio a oscuras y necesitamos iluminar algún sitio en concreto. Hay dos soluciones distintas para estos casos. La que solía utilizar hasta ahora era una pequeña linterna de mano, pero esto es útil solamente si queremos enfocar hacia una zona en concreto un momento. Si por ejemplo lo que queremos es leer un rato o tener luz para vestirnos a oscuras, lo mejor es una linterna que hay para poner alrededor del cuello. Es moldeable para poderlo poner también alrededor del carrito de la maleta o colgado en el hierro de la cama. Así dejamos libres las manos y a la hora de pasar páginas no tenemos que andar cambiando el punto luminoso de lectura de página en página. Para los que leemos rápido, siempre era un incordio…

Y hablando de lectura, ¿libro en papel o electrónico? Es la duda que surge a la hora de viajar. En papel te arriesgas a que se estropee demasiado e incluso que ocupen un sitio estupendo que necesitarás para otras cosas. E incluso que te lo acabes en las dos primeras horas de trayecto y luego ya no tengas más que leer en todo el viaje, ya que solo has llevado un libro para no llenar la maleta de lecturas. Por todo ello es aconsejable que si prevés que vas a tener bastante tiempo para la lectura, lleves un e-reader, una Tablet o incluso en el propio móvil lleves algo de lectura. Si bien es cierto que uno o dos libros de bolsillo no hacen daño a nadie ni a ninguna maleta. Pero más de dos… Demasiado.

Las guías de viaje es aconsejable que sean manejables, cuanto más pequeñas mejor. Y si vas a conocer varias zonas de un país, es mejor llevar la guía de ese país que una guía por cada zona que vayas a visitar. Por lo general, las guías grandes se adquieren para sacar información de ellas, toda la que se pueda, pero una vez extractado todo, de viaje se lleva una pequeña, para consultar lo justo y necesario, ya que el resto ya lo llevamos aparte en alguna libreta pequeña para la ocasión. Es buena idea también llevar las guías en formato electrónico. Menos espacio que van a ocupar, imposible.

 

 Consejos generales

. Dejar en casa los «por si acaso», siempre llevar cosas pero con cabeza.

. Hacer la maleta teniendo en cuenta el lugar al que viajamos. No es lo mismo ir a Canarias en verano, que prácticamente necesitaremos sandalias, bañadores y poco más, que ir a Rusia en pleno invierno, en donde puede que ni con tres cazadoras dejemos de pasar frío.

. Llevar puesto lo más grande y pesado. Si llevamos unas sandalias y unas botas de montaña, y unos vaqueros y una falda, en el viaje llevaremos puesto el vaquero y las botas de montaña. Por una parte dejamos más espacio en la maleta y pesará menos, y por otra parte, ese tipo de ropa es más cómoda para un viaje que una falda y unas sandalias. Por lo general en los transportes suelen poner aire acondicionado, y no habrá manta suficiente para dejar de pasar frío en ese caso. Para ahorrar espacio es bueno también llevar fuera una chaqueta y una cazadora en caso de llevarla.

. Organización ante todo. Hay que organizar las cosas en la maleta para que todo llegue más o menos bien y ocupe el mínimo espacio. Es aconsejable utilizar una bolsa (o varias) de envasar al vacío, así la ropa irá en el menor espacio posible y tendremos espacio para llevar más cosas. El juego del Tetris es muy efectivo en este caso. Hay que ir rellenando huecos, meter dentro de los zapatos los calcetines y cosas por el estilo.

. Darse cuenta de los detalles: paraguas, chubasquero, despertador, monedero muñequera, kit de viaje confortable… Son objetos que no ocuparán casi nada y que son mucho más útiles que si llevamos una cantidad mayor de ropa.

. Tener en cuenta el peso de la maleta a la hora de hacerla. Si queremos facturar, no habrá problema con la maleta que nos va a llevar la compañía. Pero si vamos a llevar de equipaje de mano una mochila sin carrito con ruedas, puede que no sea recomendable llenarla demasiado, ya que nuestra espalda se resentirá demasiado.

. Las medicinas que vayamos a necesitar siempre guardarlas en el neceser. No en todos los países las medicinas que utilizamos se venden, o tienen el mismo nombre. Si sabemos que para el dolor de cabeza o el de estómago nos va bien un determinado medicamento, es mejor llevar un par de cápsulas en el neceser que no llegar allí y tener que explicar lo que quieres en otro idioma en una farmacia. Por muy bien que manejes el idioma en cuestión, nunca estarás seguro del todo de lo que te están dando, y el precio de los medicamentos es algo también a tener en cuenta. Aquí algunos te los cubre la seguridad social, pero fuera tienes que pagar el 100% del medicamento.

. Acordarse de tener previstos todos los mapas y direcciones que van a necesitarse para el viaje. Si vamos a ir a un restaurante del que nos han hablado, es bueno apuntarse la dirección y llevar un pequeño mapa ampliado de la zona para no tener problemas para encontrarlo. Así tardarás menos tiempo que si tienes que estar allí buscando la información.

. Para hacer una maleta correctamente, lo mejor es abrir la maleta e ir colocando primero fuera de ella lo que se necesita llevar. En cuanto lo tengamos todo, empezar a colocar poco a poco todo. Hay maletas que tienen un espacio poco útil por el carrito de las ruedas, pero ahí por ejemplo podemos aprovecharlo para poner ropa interior, que no es grande y rellenamos el espacio que de otra forma quedaría inutilizado.

. El tema de plastificar la maleta: Hay quien dice que no hay que exagerar, ya que hay gente que la plastifica hasta para ir a su pueblo. Pero es que no depende de lo largo del trayecto, sino de lo que se guarda dentro. Si yo llevo cosas que puede que se rompan si dan un golpe fuerte, aunque vaya en avión de Madrid a Barcelona en avión, facturaré con la maleta plastificada. No hay que arriesgarse a que se rompa la cremallera o se dé un golpe demasiado fuerte. Digan lo que digan los «entendidos», lo que importa es lo que transportas, no lo que dure el viaje.

. ¿Has probado a enrollar ropa en vez de doblarla? Puede ser una buena táctica si quieres ganar espacio en ciertos lugares de la maleta y evitar que se arrugue la ropa.

. Intenta guardar siempre los frascos que contengan líquidos o similares en una bolsa de plástico cerrada. No sería la primera vez que se desparrama todo por la maleta y luego la ropa durante todo el viaje no queda muy bien que digamos con chorretones de champú.

. Aunque suene poco profesional del viaje, es aconsejable hacer un listado días antes del viaje de lo que vamos a llevar. Al repasarlo de vez en cuando días antes de hacer la maleta, nos iremos dando cuenta de que algo nos faltaba por poner. Así estaremos seguros de que no se nos olvida nada, dejando esa amarga sensación atrás. Es también útil para cuando volvamos, al hacer allí la maleta de regreso, no se nos olvidará nada y evitaremos tener que llamar de nuevo al hotel para comprobar si han encontrado una chaqueta que se nos olvidó que habíamos llevado. Incluso podemos hacer nuestro propio check-list, una lista que podemos reutilizar para futuros viajes.

. Ya hay aplicaciones de móvil en donde te dan un listado de cosas para hacer la maleta. Son bastante completas, pero suele ser más rápido escribirlo. Eso sí, si tienes tiempo de sobra, puedes ir echándole un vistazo a la aplicación. Nunca está de más.

. Siempre contar con que la vuelta será más complicada que la ida por varios motivos. Para la ida normalmente tenemos más tiempo para hacer la maleta (normalmente, hay quienes a veces nos gusta apurar hasta los últimos minutos pecando de práctica…) y lo tenemos todo limpio y bien planchado. Podemos guardar todo doblado y organizado. Pero para la vuelta no suele quedarnos tanto tiempo, llevamos ropa sucia, arrugada y más cosas de las que habíamos llevado en la ida. Si intentamos llevar en la ida pocas cosas, a la vuelta no tendremos mayor problema.

. ¿Etiquetas con tu nombre en el equipaje? Siempre es aconsejable por si acaso. Si llevas una de esas tarjetas para poner nombre y teléfono por lo menos, evitarás que tengan que abrirte la maleta en caso de que se extravíe en alguna parte. También es aconsejable usar candado. Ya sé que pueden abrírtela de todas formas y volvértela a cerrar sin causarla daños y sin que tú te llegues a enterar (no vamos a explicar cómo…) pero parece como que impone más. Y a veces la apariencia es una buena arma.

 

 

Redacción: Beatriz Ibán Diezhandino

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