Título: El gran espejo del amor entre hombres. Historias de samuráis.
Autor: Ihara Saikaku
Editorial: Satori Ediciones
Colección: Maestros de la Literatura Japonesa
Traducción: Carlos Rubio y Akiko Imoto
ISBN: 978-84-941125-8-4
Páginas: 312
PVP: 22€
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Sinopsis: El gran espejo del amor entre hombres es un libro extraordinario que constituye un verdadero breviario del amor homosexual en donde, a veces con dramatismo estremecedor, a veces con ternura conmovedora, se descubre un lado insólito del alma de los samuráis.
Este primer volumen, subtitulado Historias de samuráis, reúne veinte episodios protagonizados por quienes decidieron recorrer el camino del nanshoku o «vía del amor viril», una senda que en el Japón antiguo y premoderno era tolerada y respetada. En sus páginas conviven la pasión y los juramentos de devoción eterna con violentos duelos de honor y venganzas sangrientas. Sacrificio y tragedia, elegancia y belleza aderezan estos relatos de amores ejemplares y heroicos que exaltan las principales virtudes del samurái: la lealtad, la sinceridad de corazón y la renuncia a la propia vida, y que Ihara Saikaku narra con pluma exquisita y sutil.
Un esclarecedor prólogo, con las claves de comprensión del contexto social y cultural de la homosexualidad en el Japón del siglo XVII, y más de 20 grabados de la época, aportan una valiosa riqueza documental a esta obra, imprescindible para los interesados en la cultura japonesa y en el tratamiento universal del amor.
La lectura oriental que os proponemos hoy para nuestro Especial Samuráis es El gran espejo del amor entre hombres. Historias de samuráis, un clásico de las letras japonesas del siglo XVII que tiene como tema principal el nanshoku o «vía del amor viril», el cual ya tratamos en nuestro anterior artículo. Recordemos que el nanshoku es la relación amorosa entre dos hombres. Una relación que en el Japón antiguo y premoderno estaba tan arraigada en la sociedad que no se consideraba ni extraña ni tabú, sino una más.
Lo que resulta curioso, sobre todo a través de los ojos occidentales, es que en el Período Edo (1603-1868) se escribieran novelas y relatos sobre este tipo de relaciones de un modo tan libre y con un estilo tan sutil y hermoso. Y es precisamente en esa época que Ihara Saikaku, excepcional narrador y poeta de renombre, escribió El gran espejo del amor entre hombres para acercarse al culto público samurái, al que gustaba de leer este tipo de novelas.
Puede que esta visión un tanto diferente a la que estamos acostumbrados a tener del samurái nos choque un poco. Sin embargo no hay que olvidar que, del mismo modo que el samurái seguía el recto camino del Bushidō, que estaba sujeto a un código muy estricto, también existía en la «vía del amor viril» una serie de normas que se debían seguir. De este modo, tal y como explicamos en nuestro artículo sobre el nanshoku, en la clase guerrera era habitual que un samurái adulto (nenja) emprendiera una relación amorosa con un apuesto jovencito menor de edad (wakashu) también de casta samurái. No obstante, la relación entre ambos terminaba cuando el wakashu alcanzaba la mayoría de edad. Y eso significaba que no podían volver a mantener relaciones, ya que una de las “normas” imponía que dos nenjas no podían mantener relaciones. Por este motivo, el que antes fue un wakashu se tenía que buscar un nuevo amante que fuera menor de edad. Pero algunas veces el Camino del Guerrero y la «vía del amor viril» entraban en conflicto precisamente por ese choque entre las pasiones y el deber obligado que exigía el Bushidō. Y en las historias de este volumen, Saikaku nos narra muchas situaciones distintas por las que los protagonistas se ven envueltos en este tipo de encrucijadas a causa de su amor.
En este primer volumen –de un total de dos–, se reúnen veinte relatos sobre samuráis divididos en cuatro partes, cada una de ellas compuestas por cinco relatos. En sus páginas se pueden apreciar sentimientos tan humanos como son el amor y los celos pero también el honor, el respeto y la admiración mezclados con un sutil toque de erotismo. Y con ello no quiero decir que se describan escenas eróticas explícitas; podríamos decir que se aprecia más aquello por lo que no se describe que por lo que se cuenta. Hombres que, aun siendo valientes y orgullosos guerreros que no le temen al dolor ni a la muerte, aman y se dejan llevar por las pasiones en la tranquilidad de la noche, reencarnando en estos relatos el amor más puro que pueda existir jamás. Sin embargo, tampoco faltarán los duelos por amores no correspondidos y luchas encarnizadas provocadas por celos y envidias.
En El gran espejo del amor entre hombres podemos apreciar gracias al brillante y exquisito poder narrativo del autor otra faceta más o menos desconocida del samurái para el lector occidental. Somos testigos de situaciones en que el deber y el honor se anteponen al amor, la pasión e incluso los celos. Y por ello no podemos evitar desear la felicidad para los personajes de estas historias. Más que un simple libro de relatos es un canto de devoción y admiración al nanshoku y a sus protagonistas. Un clásico de la literatura japonesa escrita por uno de los maestros de la narrativa de su época que merece tener un hueco en la estantería de todo lector que aprecie la literatura nipona.
Sobre el autor
Ihara Saikaku (Osaka, 1642-1693), el novelista más importante del período Edo, destacó en sus inicios como poeta debido a su virtuosismo métrico y su asombrosa fecundidad. En 1675, tras la muerte de su esposa y de su hija, se retiró del mundo para dedicarse en exclusiva a la escritura. Sin embargo, la poesía resultó insuficiente para dar rienda suelta a su torrente narrativo y a su prodigiosa inventiva. En 1682 publicó Hombre lascivo y sin linaje, su primera obra en prosa, que lo convirtió en el escritor más celebrado del momento y con la que estableció un nuevo género literario que cambiaría el curso de la narrativa de su tiempo. Posteriormente llegarían Cinco mujeres apasionadas, Vida de una mujer amorosa y la soberbia El gran espejo del amor entre hombres, en las que describe con talento y naturalidad la vida alegre en los barrios de placer de las grandes ciudades japonesas. Saikaku gozó de gran éxito y popularidad y supo acercar la literatura a una clase comercial cada vez más pujante y que demandaba historias reflejo de su propia vida.
Redacción: Mariona Rivas Vives
