“Yo sigo siendo fiel a mí forma de hacer cine”, entrevistamos a David Menkes, director de “Por un puñado de besos”

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Crítica de «Por un puñado de besos»

Tiene algunas de las películas más exitosas y controvertidas de los últimos años en su haber, pero también algunos films deliciosamente románticos. David Menkes, director de“Más que amor frenesí”, “Mentiras y gordas” y “Sobreviviré”, se lanza a dirigir en solitario “Por un puñado de besos” y se sincera con Pandora Magazine en una entrevista marcada por su ropa negra, sus gafas de sol y su arrolladora personalidad.

Pandora Magazine: Has hecho cine más canalla, para un público más joven y un cine romántico para gente más adulta, sin embargo aquí haces una suma de ambos, cine romántico para jóvenes. ¿Es deliberado el cambio o surgió así?

David Menkes: Simplemente me enamoró la historia de Jordi. Yo soy lector de los libros de Jordi desde que era muy joven. Me encanta Jordi por su franqueza. Trata temas para jóvenes, pero no los trata como retrasados mentales. Además ha escrito mucho sobre música, que es algo que a mí me apasiona.

Esta es una historia muy dura, pero está enmarcada en la burbuja de la adolescencia, que es una etapa ridícula que todos hemos pasado, ya que todos hemos dicho esos diálogos e incluso peores y hemos hecho cosas que hoy en día nos avergonzarían. Pero hay que tener esa mirada. Cuando vas a ver una película de terror no vas a sacar frases de contexto, no, vas a disfrutarla. Si alguien considera que son ridículas estas frases o se ríen con ellas, es que han perdido esa mirada inocente de la adolescencia. Yo ya tengo una edad, pero sé reciclarme como espectador. Estoy vivo, vamos, y quien no recuerde su adolescencia, está muerto.

En cuanto a lo de cine canalla, no es canalla. No lo es. Cuando a mí me llegó la historia, yo quería separarme del drama, de la oscuridad. Quería contar una historia vitalista, de superación, de salir adelante y sobre todo contar la historia de un personaje como Sol, que interpreta Ana de Armas que para ella es importante el amor. Hay gente que considera esto una cosa de extraterrestres, lo que necesitar el amor, pero es así, hay gente que es así. Y en ese contexto he querido enmarca la historia. Quizá otro hubiera hecho un dramón…

PM: Sí, porque el VIH es el pretexto para contar la historia de amor.

DM: Efectivamente. Y fíjate, que lo que me está sorprendiendo es el desconocimiento que tiene la gente sobre la enfermedad. Me estoy quedando flipado, porque hay mucha gente que no distingue entre la persona que está contagiada y no desarrolla la enfermedad y que tiene una vida normal, pero es sedo positivo. Esto no tiene nada que ver con el SIDA. De verdad, me estoy quedando flipado con tanto desconocimiento.

PM: Pero en la película tampoco queda eso claro…

DM: Pero es que yo no quiero ser didáctico, ni tampoco dar mensajes. Si das un mensaje, tienes que proponer también la solución y yo aquí, no tengo la solución, ni tengo soluciones para nada. No he pretendido ser moralista. Pero sí que es un tema que me interesaba.

Yo he vivido los 80. Yo he vivido la resaca de los 80, que fueron los 90, y he perdido mucha gente por el camino, alguno de ellos con mucho talento. Todos hemos perdido ídolos. Podríamos nombrar ahora mogollón de ídolos y era un tema que no se había tratado en el cine español. Por eso era un tema que me interesaba, pero siempre tratarlo desde una perspectiva de luz, huyendo de la oscuridad.

PM: En 10 años has rodado 2 películas. ¿Por qué has espaciado tanto tu cine?

IMG_0182 (800x533)DM: Porque es muy difícil hacer cine en España. Es bastante complicado. Desde que terminas un guión hasta que consigues financiación es una etapa durísima y complicadísima, en la que tardas mucho, sobre todo si quieres hacer películas en forma profesional, de esas en las que cobra todo el mundo, y al final se puede distribuir. Eso hoy en día cuesta mucho. Desde que terminas el guión hasta que consigues financiación, son años.

Ahora rodar un corto, eso sí, es mucho más fácil. Casi todo el mundo tiene su camarita y no tiene que pedir prestado a la familia como en mi época, pero financiar un largo es complicado. Es un problema de financiación. Otra cosa es el cine que se está haciendo ahora, el cine low cost y todo ese tipo de cine, que te cuesta menos y que tiene otras características. Pero yo sigo siendo fiel a mi forma de hacer cine.

PM: ¿Cómo convenciste a José Frade para que te financiara una historia de amores adolescentes con un tema tan complicado como es el del VIH y además en España?

DM: Soy el primer sorprendido. José Frade es un productor que tiene 117 películas, ésta es la 118, y un día mientras yo estaba escribiendo el guión me llamó. Me empezó a hablar de “Mentiras y gordas”, del éxito que había tenido, de lo que le había gustado y me dijo “Cuando tengas un guión, pásamelo, porque me interesa tu trabajo y me gustaría producirte una película”. Y yo, flipando, porque en teoría, el tipo de cine que yo hago es bastante distante del que se supone que hace él, aunque en su momento hizo cine con Pedro Olea, por ejemplo. Hizo un cine muy interesante, pero en un principio es un mundo muy distante al tuyo, incluso ideológicamente, para que un productor como Frade lo pueda entender, pero la verdad es que cuando terminé el guión se lo pasé y fue inmediato. Le encantó la historia y a los cuatro meses estaba rodando. Pero fue cosa del destino. La verdad es que he trabajado muy a gusto y con mucha libertad. Quizá es la vez que más libertad he tenido, curiosamente. No se ha metido en nada y estoy contento con la relación.

PM: Hablando de libertad, los actores comentan que contigo tienen mucha libertad para que creen sus personajes.

DM: Hemos tenido dos meses de ensayos. Para mí es muy importante. Quizá esto me viene de haber dirigido películas a duo, porque hay que tenerlo todo férreamente atado, ya que no queda nada bien discutir en pleno rodaje. Eso me ha llevado a una dinámica de trabajo con todo muy pensado y muy organizado. Yo ensayo con los actores y ahí marcamos cómo quiero el personaje. Una vez marcado, ya me gusta dejar libertad. No me gusta que sean marionetas. Creo que es bueno. También hay que conocer a los actores y tener confianza. Yo conocía ya a Ana, había trabajado ya con ella en “Mentiras y gordas”, nos conocemos muy bien, entendemos la vida de forma semejante… A partir de ahí trabajo, con la confianza, dejándole crear. Y lo hago también con los técnicos. Con el director de fotografía Nestor Calvo, que fue el director de fotografía de mis primeras películas, hemos hecho un trabajo muy riguroso, hemos planificado juntos… El cine es un trabajo de equipo y a mí me gusta motivar a la gente para que hagan lo que tengo en la cabeza. Pero has de saber con quién puedes hacerlo y con quién no.

PM: Hablando de fotografía, hay un trabajo diferente al de tus anteriores películas,  más cámara en mano, más primeros planos, más experimentación, más moderno, casi hipster … Totalmente deliberado, ¿verdad?

DM: Totalmente. Me he planteado la película como si fuera una primera película. Me parecía muy interesante y lo he llevado hasta las últimas consecuencias. La montadora de la película, por ejemplo, esta es su primera película. La maquilladora, es su primera película. Quería recuperar esa frescura de cuando empiezas a rodar, cuando empiezas a hacer cine y a descubrir, recuperando esa perspectiva.

PM: ¿Con cuáles de los actores de la película volverías a trabajar sin dudar?

DM: Te diría que con todos, de verdad, ¿eh? Me han sorprendido. También es que la historia es emotiva y los actores se querían involucrar. Eso facilita mucho las cosas. Por ejemplo, Andrea Duro, a la que yo seguí desde “Física o Química” ¡yo era fan de la Yoli!, y aquí he podido trabajar con ella al fin y estoy encantado. Es la película en la que más contento estoy con los actores.

PM: ¿Qué tienes en mente hacer ahora?

DM: Pues tengo un montón de proyectos en el cajón, pero me falta financiación. Además he descubierto a un personaje fascinante ahora que es el de Jordi, con quien he llegado a tener una relación muy cordial. Es un tío espectacular. Es un personaje… ¿sabes que tiene una fundación en Colombia que regala libros?, es increíble. Bueno, y en su fundación en Barcelona, es un tío que tiene un montón de cosas de coleccionista. ¡Es como yo! ¡Lo guarda todo!, un posavasos que usó Bob Dylan, algo de Bruce Springsteen… los conoce a todos. Es un tío muy cinéfilo. Brutal. Está como un niño con zapatos nuevos y espero volver a adaptar una novela suya. Tengo otros dos guiones suyos adaptados. Ahí los tengo en las televisiones, buscando financiación, porque hoy en día, sin las televisiones, no puedes dirigir.

PM: ¿Harías algo para televisión?

DM: A mí no me importa el formato. ¿Qué más da el formato?, el caso es contar una historia. Me adapto. Pero sí que es verdad que es un medio más rápido y efímero, pero si me dicen de hacerlo, yo encantado.

Entrevista, Fotografía y Redacción: Juan Pablo Pérez-Padial

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.