«La ladrona de libros»: la Alemania Nazi descafeinada

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La ladrona de libros_Poster Oficial Título: La ladrona de libros (The Book Thief)

Dirección: Brian Percival

Guión: Michael Petroni (Novela: Markus Zusak)

Reparto: Sophie Nélisse, Geoffrey Rush, Emily Watson, Nico Liersch, Ben Schnetzer, Sandra Nedeleff, Hildegard Schroedter, Gotthard Lange

Duración: 131 minutos

Año: 2013

País: EE.UU.

Música: John Williams

Género: Drama bélico

Productora: Co-producción EEUU-Alemania; Fox 2000 Pictures / Studio Babelsberg

Distribuidora: Hispano Foxfilm

En la publicidad de “La ladrona de libros” vemos como anuncian la película ‘del estudio que trajo “La vida de Pi” (2012) ‘ que es el estudio que trajo cintas tan estimables como, “El fuego de la venganza” (2004) o “El club de la Lucha” (1999), pero también de “Volcano” (1997), “Eragon” (2006) o “Alvin y las ardillas” (2007). Por desgracia, esta dualidad también se encuentra en la película.

1La muerte es quien nos narra la terrible historia de Liesel (Sophie Nélisse), una niña que es adoptada por la gruñona Rosa (Emily Watson) y su marido Hans (Geoffrey Rush) en la Alemania Nazi en los días previos a la noche de los cristales rotos. En cuanto este suceso ocurre, Max (Ben Schnetzer), un joven de origen judío conocido de Hans, se refugia en el sótano de la familia. Al caer enfermo,  Liesel decide robar los libros de la esposa del alcalde para leerselos a Max.

Vamos a hacer historia, porque es importante. ¿Qué es la noche de los cristales rotos? Pues estos fueron una serie de ataques  ocurridos en Alemania y Austria durante la noche del 9 de Noviembre de 1938 como una reacción de la población germana tras el asesinato, el 7 de Noviembre de Ernst vom Rath, secretario de la embajada alemana en París por un joven judío polaco de origen alemán, Herschel Grynszpan. En realidad era una maniobra política orquestada en contra de los judios que llevó a que se destrozaran cientos de locales, domicilios y sinagogas. Este fue el detonante del odio alemán a los de origen israelí y que llevo al holocausto.

Pero, ¿por qué doy esta mini lección de historia?, no es ninguna protesta por la LOGSE o por la Ley Wert –aunque ya puestos…– sino porque aunque es un detonante de la trama en la película, se nos narra de forma inconexa sin que se sepa que ese es el detonante de la acción. Parece sólo un acontecimiento más de relleno sin indicar cuál fue la importancia histórica real del momento. Que si, que históricamente deberíamos saber todos la importancia del momento, pero ya para empezar, que tengas que saber historia para disfrutar de la película y encajar las piezas, pues como que no.

2Aunque desde los 50 películas como “El baile de los malditos” (1958), “Europa, Europa” (1990) o la excelente “La lista de Schindler” (1993)  nos contaban el nazismo desde dentro de Alemania, es desde el estreno de “El pianista” (2002), que regularmente nos llegan películas sobre el tema.  Que si “Good” (2008), que si “El niño con el pijama de rayas” (2008) o la única realmente apreciable desde entonces “Valkiria” –curiosamente también de 2008, con lo que se puede ver la saturación del tema–.

El problema que tienen casi todas ellas es que sin un director interesante que sepa aportar algo, no llegan al gran publico; pero no llegan ni a su corazoncito ni a su bolsillo. Es por eso que sus presupuestos suelen ser limitados. “La ladrona de libros” es de las más caras, 35 millones de dólares, y aun así, si comparamos con las películas que nos llegan de Hollywood habitualmente, que cuestan una media de 60/70 millones –eso si no contamos con los grandes estrenos– vemos un cierto racaneo.

Os estaréis preguntado: «¿Por qué comenta tanto?» Porque para hablar del film que nos ocupa, como ya he dicho al principio y vuelvo a reiterar, hay que señalar que se mueve entre dos aguas. Estos filmes los hacen de bajo presupuesto porque no tienen una gran repercusión, pero el día que tocan la fibra sensible, lo petan. Asi este subgénero está viviendo sin mucho ruido y sin grandes números, pero por su hecho “histórico” y pedigree más de palo que otra cosa,  perviven gracias a la tv y diferentes estamentos históricos. Y si encima dan en la diana, pues se ponen muchas medallas por contar una historia profundamente densa con pocos medios.

3Si la cosa es así, digo yo que pensarán los productores, ¿para qué vamos a contratar a directores caros y de renombre?. “La ladrona de libros» está basada en un libro del australiano Markus Suzak, un libro de grandes ventas y elogiado por la crítica y su adaptación está dirigida por Brian Percibal, director de, entre otras series ‘Downton Abbey’.  Dicho así la verdad es que a los productores se les tuvo que poner dura pensando en la cantidad de premios que se iban a llevar, por eso esta adaptación ha sido un poco más cara.

¿Resultado?, han contratado a un director de formación eminentemente televisiva, que se encuentra absolutamente envarado, tratando de no mover mucho la cámara para no salirse de los 20 metros de decorado construidos. Sólo hay tres o quizá cuatro tomas en plan gran producción estadounidense que dentro del conjunto chrirrían más que una stripper en un convento.

Vamos mal, dirección floja. Nos ponemos con el guión. Como ya he dicho, el film está basado en una novela de prestigio y así es como nos la quieren vender, pero lo que sobre el papel es una apuesta segura, en la realidad deja mucho que desear. Son tantos los recortes que sobre la novela original que se han hecho, que muchas de las acciones no tienen sentido, sólo ocurren porque sí. Ya he contado la noche de los cristales rotos al comienzo como ejemplo.

4Además, la idea más o menos original de que sea la muerte la narradora se malogra en no pocas ocasiones, porque mas allá de varios apuntes testimoniales de esta, vemos cambios de narrador, siendo Liesel la narradora para luego volver a la muerte. Resulta tan confuso como las motivaciones de los nazis, malos por que sí mientras la familia que acoge a la niña es buena buenísima, como lo es también la mujer del alcalde, aunque este sea nazi. En la novela todo tiene su explicación.

No sé yo si aquí estamos ante una miniserie televisiva recortada para su exhibición cinematográfica, pero es que sinceramente es lo único que explicaría los constantes hachazos a la historia. Por otro lado el tono infantil a lo “El niño con el pijama de rayas” o “La vida es bella” (1997) que tiene la novela y que supongo que era el que intentaban dar se pierde al darle más protagonismo a las estrellas Geoffrey Rush y Emily Watson y la predominancia de Max, el chico judio, olvidando su relación con sus vecinos, en especial Rudy, el niño que es el encargado de dar el toque infantil y de descubrimiento de la vida. Eso nos lo escamotean de mala manera.

5

Vamos muy mal. Nos ponemos con los actores. Aquí, afortunadamente, todos cumplen y en especial Rush y Watson dan lecciones intepretativas con personajes sin evolución. Watson de hecho salva una escena ridícula, la de la bronca en la escuela, con tal profesionalidad que ya da una razón para ver la película.

Venga, doy razones más. La ambientación es correcta aún a pesar de los pequeños o mal aprovechado de los decorados. Por otro lado tenemos a John Williams como compositor, lo cual siempre es un placer para los sentidos, aunque su labor está muy con el tono poco inspirado del film, pero la profesionalidad es mucha, asi que minipunto para el equipo de los buenos.

He dado tres razones positivas y dos negativas. Por ahora podríamos salvarlo, peeeeeeeero, hay una cosa que me ha tocado la zona intergenital de forma considerable y es que no paran de meter expresiones en alemán en mitad de la película o un discurso enteramente en este idioma ante un populacho que lo habla entre si … ¡en inglés!. ¿Qué mierda es esta? Pues es la que acaba de cargarse el posible prestigio del film.

Tres razones a tres. Un 5 ajustado para una película que prometen como monumental y luego se queda a medio camino, sin aportar nada a la historia. Entre dos aguas, la de el quiero y no puedo.  Y ya, no sigo comentando más, que aún puedo acordarme del final y bajar la puntuación…

Crítica: Juan Pablo Pérez Padial

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.