«La Jungla de Cristal»: de mal en peor (III)

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1ª Entrega de ‘La jungla de cristal’
2ª Entrega de ‘La jungla de cristal’

“La jungla 4.0” (2007)

John McClane recibe la orden de detener y escoltar a Matt Farrel (Justing Long), un pirata informático, hasta Washington. Cuando llega a por el chaval, un tiroteo comienza y queda claro que el chico se trae algo gordo entre manos y es que Farrel tiene conexiones con el grupo terrorista comandado por Thomas Gabriel (Timothy Olyphant), quien está llevando a cabo un ataque informático a todos los sistemas defensivos de EE.UU.

1Habían pasado 12 añazos desde que vivimos la última aventura de John McClane cuando se estrenó esta cuarta parte. Desde entonces Bruce Willis se había convertido en todo un icono del cine a la vez que había perdido todo su pelo, pero sus éxitos en “El 5º elemento” (1997), “12 monos” (1995), “El 6º sentido” (1999) –todos con números en el título– y “Armaggeddon” (1998) empezaban a tener ya unos años. Había repetido la jugada de “Pulp Fiction” (1994) entrando en el reparto de una película coral en la que también estaba involucrado Tarantino, pero a pesar de que a los aficionados al cine y a la crítica les gustó la cinta, “Sin city” (2005), no tuvo un éxito equiparable al del film con Travolta y Uma Thurman. Así que Willis decidió hacer lo mismo que en el 95 cuando aceptó protagonizar “Jungla de crista IIIl. La Venganza” (1995) y recuperar así a su personaje más famoso. Y el que más dinero le ha dado.

Los que somos fans de la saga la esperábamos como agua de Mayo, pero las malas noticias empezaron con la elección del director, ya que el insípido Len Wiseman fue el director designado para el proyecto. Wiseman debe casi por completo su carrera a la saga “Underworld” (2003/06/09/12), en la que demostró que los efectos especiales se le dan bien, pero ni sus guiones son especialmente originales ni su talento como director va más allá de ilustrador empapado de sobredosis de videojuegos. Pero la jungla tiene sus patrones y codificaciones propias como saga, así que era de suponer que Fox controlaría su propensión a fliparse con las tomas digitales y los ropajes tipo sadomaso –algo de lo que no se libró el innecesario remake de “Desafío total” que hizo después– así que con una buena idea, la del ciberterrorismo, nos dejamos llevar por Willis.

2

La valoración la hago luego, pero el nivel tanto de guión como de dirección están a la altura de “La jungla 2. Alerta roja” (1990). Tenemos un guión esforzado, un poco Frankenstein, ya que toma piezas de aquí y allá de los tres capítulos anteriores, como el hecho de empezar con una explosión como en la tercera, el juego del apellido Gennaro/McClane y el salir propulsado de un avión. Además hay infinidad de autoreferencias a las anteriores películas de la saga, como ocurrió con la segunda parte, para onanismo friki de los fans de la saga, solo que aquí son aún más innecesarias y más metidas con calzador que en la entrega del aeropuerto, como es el caso del agente Johnson por el que McClane se sorprende, sin tener mucho sentido esto ya que McClane nunca conoció a Johnson & Johnson en “Jungla de Cristal” (1988).  El problema del guión es que da muchas explicaciones innecesarias y algún circunloquio absurdo, aunque se respeta la esencia del personaje principal, algo que se agradece.

En cuanto a la dirección, Wiseman sigue siendo igual de mediocre que en sus “Underworld’s”, sin aportar nada más que muchos movimientos de cámara, grúas y efectos digitales. Y ojo, digo mediocre, que no malo, por lo que nos encontramos en el mismo caso que con “La jungla 2”. Bueno, ya vimos las fantasmadas de Renny Harlin en la película del 90, así que no nos vamos a rasgar las vestiduras por tanto efecto digital y McClane haciendo cabriolas sobre un avión militar, pero lo del coche que vuela y que es parado por otros dos coches en el túnel, la verdad, me pareció vergonzoso. De flipado absoluto.

3En cuanto a los actores, Willis sigue desplegando su carisma, aun a pesar de que no se lo curra una mierda. Pero claro, dado el plantel de secundarios que hay, su interpretación parece de Oscar. Sólo podemos salvar a Kevin Smith antes de que se peleara con el protagonista de “Vaya par de polis” (2010), porque el actor destinado a tomar el relevo de Samuel L. Jackson, el hostiable Justin Long, tiene menos carisma que una patata frita. En cuanto al villano, poner en la misma lista que a Alan Rickman, Franco Nero y Jeremy Irons al pan sin sal Timothy Olyphant es casi de chiste. Vamos, que mal, muy mal.

Ahora sí, ponemos nota. Como ya he dicho en cuanto a guión y dirección está a la altura del segundo capítulo, pero los secundarios sin carisma rebajan la nota, así que estamos en el 5 raspado.

Título Original: Live Free or Die Hard (Die Hard IV)
Reparto: Bruce Willis, Timothy Olyphant, Maggie Q, Justin Long, Jeffrey Wright, Mary Elizabeth Winstead, Cliff Curtis, Kevin Smith, Jonathan Sadowski, Andrew Friedman
Director: Len Wiseman
Guión: Mark Bomback (Historia: Mark Bomback, David Marconi. Personajes: Roderick Thorp)
Productora: 20th Century Fox
Música: Marco Beltrami
Presupuesto: 110 millones de dólares (133 millones de dólares ajustados)
Taquilla: 383 millones de dólares (465 millones de dólares ajustados)

En cuanto a los datos de taquilla, Fox apostó fuerte por la saga, pero sin la exageración del capítulo anterior, poniendo 110 millones de dólares más de una década después. Si comparamos lo que hubieran costado ambas a día de hoy vemos que el tercer capítulo hubiera costado 172 millones de hoy y el cuarto “sólo” 133. En cuanto a la recaudación fue de 383 millones globalmente, de los que 249 se lograron fuera de Norteamérica, casi el doble de lo logrado en territorio nacional, lo que contrasta con la primera película en que la situación fue justo la contraria. Esos 383 millones hoy, siete años después, serían 465 millones. Si en el artículo anterior comentaba que el equivalente de lo recaudado por el tercer capítulo de la saga a día de hoy era de 697 millones en todo el mundo, queda claro que le pasó como a “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal” (2008) que el público quería a su héroe analógico y con tanta fantasmada digital y guión sin terminar de encajar, la gente acabó por decepcionarse… pero no tanto como para no continuar la franquicia.

Un último dato. Para que la película llegara a todos los públicos tuvieron que enmascarar el “Yippe Ki Yai, hijo de puta” con el ruido de un disparo. Se cargan hasta al apuntador, pero no pueden decir un taco… en fin.

“La jungla. Un buen día para matarles” (2013)

Perdón, quería decir “un buen día para morir”… de aburrimiento.

1John McClane se entera que su hijo Jack (Jai Courtney) está encerrado en una cárcel rusa. El poli neoyorkino va entonces a Moscú en busca de su retoño para descubrir que es un agente secreto encubierto con la misión de proteger a un pez gordo encarcelado, Komarov (Sebastian Koch). Pero claro, la cosa se tiene que liar y McClane e hijo se ven en medio de una ensalada de tiros por el país de las Pussy Riot.

Puesta así la sinopsis, parece que la peli va a molar. De hecho, tras la relativa decepción del cuarto capítulo,  todos esperábamos que pasara como con la saga de “Star Trek”, en que las películas pares suelen ser mejores que las impares. Bueno, aquí teníamos la primera y tercera partes cojonudas y la segunda y cuarta mediocres, así que podría no estar mal, aunque esta no estaría dirigida por quien le tocaba dada la evolución de la saga, John McTiernan, por estar en la cárcel al mentir en un juicio, entre otras cosas. Pero las alarmas saltaron rápido. Debieron de pensar en la productora de, entre otras, “Los Simpson”, que si la anterior, con lo mediocre que era, hizo un pastizal, el público tragaría incluso si era una mierda, cualquier aventura con Willis haciendo de McClane. Por eso Fox contrató a un director de la casa, John Moore, quien se había “cubierto de gloria” con las desastrosas “Tras la línea enemiga” (2001), “El vuelo del Fénix” (2004), “La profecía” (2006) y “Max Payne” (2008). No sé a quién se estará cepillando Moore para que le dejen hacer un capítulo de una de las más exitosas franquicias de la compañía, tras tanta mierda que ha hecho, pero el caso es que se lo han dado. Si revisamos sus películas, estas destacan por sus guiones planos y diálogos absurdos, casi de serie Z y una dirección de la acción muy rápida y confusa.

3Bueno, pues la película se estrenó y nos encontramos un guión plano y diálogos absurdos, casi de serie Z y una dirección de la acción muy rápida y confusa. Ni rastro del inteligente libreto de la primera película, ni de la astuta reconversión del tercer capítulo. Ni siquiera nos encontramos con los planos pero efectivos escritos de las películas pares. No. La jungla 5 es una sucesión de escenas de acción confusamente rodadas, unidas por un diálogo escrito por el becario de los guionistas de “Sharknado” en el que destacan los chistes de Bruce Willis, que no sé si se escribió él, pero que seguro que no fue el mismo que escribió el resto del guión. Eso sí, en las escenas de diálogo Moore hace buenos encuadres. Algo positivo tenía que tener, ¿no? Vale, para ser sinceros tiene varias caídas buenas, como cuando están buscando armas en los maleteros de distintos coches en un club de mafiosos y en uno de ellos encuentran varios cadáveres y cuando al final caen en agua y McClane le pregunta a su hijo “¿No irá a salirnos un tercer brazo ni nada”, su hijo responde, “No, tal vez se te caiga el pelo” y el policía agudamente replica “¡ja!, ¿el pelo?, como no sea el de los huevos…”. Sinceramente, ahí me despollé. Pero claro, eso lo perdemos cuando llega McClane y se pone a lloriquearle al malo porque no ha sido un buen padre y el típico chiste de intentar hablar en otro idioma, pero está pidiendo que le den un plato de meados de gato o algo por el estilo, más visto que el tupé de Tintín. Para hostiar al guionista, de verdad.

2En cuanto a los actores aquí Bruce Willis secunda al héroe que en realidad es su hijo. Se han invertido un poco los roles, pero para que luzca más, papi McClane es el cachondo y el hijo es el sieso. Realmente a Courtney le ha tocado bailar con la más fea, puesto que le toca hacer del serio de la película. Lo peor es que se nota que hay buen rollo entre Bruce Willis y Jai Courtney y que en algún momento están al borde del descojone, pero ni el guión lo permite, ni el director sabe llevarlo más allá. Es más, hasta el villano, Sebastian Koch, está tieso como un palo, cuando le hemos visto hacer grandes trabajos en “La vida de los otros” y “El libro negro”, ambas de 2006. Una pena, porque ambos tienen un carisma superior al del partenaire y el villano del capítulo anterior. De hecho, como en la película anterior, ponen a una macizorra de villana para alegrar al personal, que aquí tiene tan poca chicha que ni merece recordarse.

A ver. Guión de vergüenza, dirección de mediocre a mala y mala dirección de actores. Bueno, la ambientación rusa está bien hecha, ¿no? Es que estoy intentando aferrarme a algo para salvar la película. Ni tan siquiera me molestan las fantasmadas digitales, pero nada, que no, que John Moore ha convertido la saga en una serie B hipervitaminada. Es que casi parece una de esas secuelas directas a DVD. Triste pero no pasa del 3,5. John McClane, con lo que tú fuiste…

Título Original: A Good Day to Die Hard (Die Hard V)
Reparto: Bruce Willis, Jai Courtney, Sebastian Koch, Julia Snigir, Cole Hauser, Amaury Nolasco, Megalyn Echikunwoke, Anne Vyalitsyna, Yuliya Snigir, Melissa Tang, Pasha D. Lychnikoff, Radivoje Bukvic, Sergei Kolesnikov
Director: John Moore
Guión: Skip Woods (Personaje: Roderick Thorp)
Productora: 20th Century Fox, Dune Entertaiment, Origo Film Group
Música: Marco Beltrami
Presupuesto: 92 millones de dólares
Taquilla: 304 millones de dólares

Para terminar el estudio de la saga, por ahora, ya que se ha anunciado un sexto capítulo, haremos balance de cuentas. Visto que en la película anterior los números bajaron en comparación con la tercera parte, la compañía no quiso arriesgar mucho y rebajó considerablemente el presupuesto dejándolo en 92 millones. Todavía es una pasta, pero comparativamente es la segunda película más barata de la saga. Eso sí, también es la que menos ha recaudado de la franquicia, ya que recaudó 304 millones, sólo 67 en EE.UU. La cuentas cuadran, pero es evidente que la nula calidad del film ha dejado a la saga en su punto más bajo.

Esperemos en Fox hayan tomado nota y que John McTiernan vuelva a dirigir la anunciada sexta parte ahora que ya está en la calle, porque si no, la película la va a ver Rita la cantaora, porque lo que es el que escribe, se niega.

Y eso ha sido todo, por ahora, de las aventuras de John McClane. La próxima semana, una nueva saga. Te espero.

Redacción: Juan Pablo Pérez Padial

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.