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Sección: Oficial Fantàstic Sitges
Título: Only God Forgives. Director: Nicolas Winding Refn. Guión: Nicolas Winding Refn. Reparto: Ryan Gosling, Kristin Scott Thomas, Vithaya Pansringarm. Duración: 90 minutos. Año: 2013. País: Dinamarca, Francia. Fotografía: Larry Smith. Productora: Vértigo Films. Montaje: Matthew Newman.
Calificación personal: 6/10
Esta última película del director Nicolas Winding Refn tiene poco que ver con su aclamada «Drive» (2011). Ya sé que las comparaciones son odiosas y todo eso pero después de lo que generó aquella película que protagonizó Ryan Gosling convirtiéndose en el tío más chulo y más cool del mundo mundial era inevitable no hacerlo.
La estructura y la historia son similares, sin embargo, el guión de «Drive» (2011), en mi opinión, estaba mucho más elaborado. Además, tenía elementos mucho más fascinantes y románticos que creaban una atmósfera y un tono que te ponía los pelos de punta. En esta última todo se reduce a una simple venganza. El tono es tremendamente frío y contundentemente violento (marca de la casa del director) pero con poca alma. Con imágenes de una belleza impecable pero con una sensación de vacío emocional que no te hace sentir nada. Todas las interpretaciones son un calco de la de Ryan Gosling, es decir, hieráticos e impasibles, sin atisbo de sentimiento alguno por ningún lado. Y, para rematar, la historia se ameniza con elementos oníricos que por muy bonitos y bellos que sean no aportan nada a la historia y me los tragaría gustosamente si hubiera algo más, una historia que me hiciera sentir, que me emocionara, pero lamentablemente no es así.
Imagino que, precisamente, ese tono tan frío y esa sensación de contundencia sin alma era lo que quería expresar Nicholas Winding Refn pero vuelvo a decirlo, sé que es odioso, pero en esta ocasión me es imposible no compararla con, lo que para mí fue, una de las mejores películas del Festival de hace dos años y, sintiéndolo mucho, me ha decepcionado.
Redacción: Antonio Garrido
Enviado especial al Festival de Sitges