ESPECIAL HALLOWEEN: «La semilla del diablo». El mal no te da sustos, vive en tu interior.

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Especial Halloween 2013

Título: Rosemary’s Baby. Director: Roman Polanski. Guión: Roman Polanski (Libro de Ira Levin). Año: 1968. País: EE.UU. Duración: 136 minutos. Género: Terror. Reparto: Mia Farrow, John Cassavetes, Ruth Gordon, Ralph Bellamy, Sydney Blackmer,Maurice Evans, Angela Dorian, Patsy Kelly, Elisha Cook, Charles Grodin. Productora: Paramount Pictures. No recomendada para menores de 18 años.

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Lo de “vive en tu interior” tiene una doble connotación ya que gran parte de el tono gótico que tiene la película del polaco Roman Polanski se debe al escenario en que transcurre la acción, el edificio Dakota, un punto neurálgico de sucesos paranormales. De hecho, hasta el propio Polanski sufrió la maldición del Dakota…

la-semilla-del-diablo-3Pero vayamos por partes –como dijo Jack ‘El destripador’–. Rosemary y Guy Woodhouse (Mia Farrow y John Cassavetes) son una joven pareja que se acaba de mudar al céntrico edificio Bramford. Es un edificio con un gran historial de sucesos luctuosos, ya que allí magos negros y devoradoras de niños convivieron durante años. Pero de eso hace ya casi 80 años y los Woodhouse sólo ven un amplio y céntrico piso en el que compartir su amor. Sus vecinos son los amistosos ancianos Minnie y Roman Castevet (Ruth Gordon y Sidney Blackmer) que son todo amabilidad pese a sus excentricidades. Los problemas comienzan a sucederse cuando Rosemary se queda embarazada. Los Castevet se vuelven superprotectores y Guy, quien en un principio está reticente con los ancianos, empieza a apoyarles en esa protección, que incluye los cuidados del extraño doctor Abraham Sapirstein (Ralph Bellami) que le obliga a tomar toda serie de plantas utilizadas para magia negra y que considera normales los terribles dolores que siente Rosemary.  Rosemary, católica creyente, comienza a notar un aquelarre conspiratorio a su alrededor y siente que quizá el hijo que está en su interior, pueda ser la encarnación del mal.

La película está basada en una novela de Ira Levin que es el autor de, entre otras, “Los niños del Brasil” o “Las mujeres perfectas”, obras en las que, como se ve, la temática fantástica está muy presente.

William Castle, productor del film, accedió a la novela antes de su publicación e inmediatamente se hizo con los derechos. Se le ofreció a Polanski la dirección porque venía de hacer tres trhillers “El cuchillo en el agua” (1962), “Callejón sin salida” (1966) y la película que le situó en el punto de mira “Repulsión” (1965). Tras estos tres magníficos trabajos aceptó trabajar en una co-producción anglo-americana que conjugaba terror y humor que era “El baile de los vampiros” (1967). Esta no está a la altura de las otras tres, pero sí que dio un buen rendimiento y sobre todo, sirvió para que el director de “Chinatown” conociera a la que luego sería su esposa: Sharon Tate.

Aunque hoy día no se nos ocurre otra persona que encarnara a Rosemary Woodhouse que Mia Farrow, el personaje original era muy distinto. La descripción de Levin era la típica mujer del medio oeste fornida. Esto es algo, que claro, no cumple la Farrow, pero como en aquel momento estaba de actualidad con la exitosa serie de televisión “Peyton Place” (1964-69) donde compartía protagonismo con Dorothy Malone y un joven Ryan O’Neil, además de su reciente matrimonio con Frank Sinatra, los productores pensaron que sería un buen reclamo. En el papel de Guy estaría el abanderado del cine Off-Hollywood John Cassavetes, dando rienda suelta a sus tics más histriónicos. Sin embargo quien más brilló entre el brillante reparto fue Ruth Gordon, quien a sus 72 años brindó una excepcional Minnie Castevet, divertida, perversa, excéntrica… una maravilla de personaje e interpretación que le concedió un Oscar.

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Pero “La semilla del diablo” no es sólo una película con una gran historia, en donde unos ancianos quieren llegar a Junio de 1966 (6/66) con el nacimiento de una criatura sobrenatural que representa la maldad. “La semilla del diablo” puede ser también toda una fantasía de la típica chica del medio oeste obsesionada por el cristianismo. Finalmente, “La semilla del diablo” también puede ser considerada la relectura del cuento de caperucita, donde la joven es engañada por lobos disfrazados de indefensos ancianos y al dejarles entrar, devoran su vida. Moraleja, no dejes que nadie se entrometa en tu vida.

Rosemarys-baby-02Todo eso está a nivel significado, pero a nivel realizador, Polanski, muy influenciado por el cine francés, utiliza una cámara nerviosa para ciertas secuencias, pero a su vez recurre a trucos hitchcockianos para provocar la incomodidad, como por ejemplo, el presentar el edificio Dakota (Bramford en el film) desde arriba, haciendo que sus tejados parezcan las agujas de rueca gigantes, utilizando la analogía de cuentos que he utilizado antes con caperucita, utilicemos el de la bella durmiente, sintiendo ese malestar subconsciente que no hubiéramos sentido si hubiera hecho un plano a ras de suelo, mostrándonos un edificio grande, mazacote, seguro.  Y es que Polanski es un director técnicamente impecable. Sabe dónde poner la cámara y sabe cómo crear incomodidad. El problema es cuando tiene que crear emociones dramáticas, que ahí, falla. Esto ocurre en películas como la espantosa “Piratas” (1986), la irritante “Lunas de hiel” (1992) o la muy decepcionante “La novena puerta” (1999). En todas ellas puede provocar esa sensación de incomodidad o malestar, pero es incapaz de salir de es bucle y crear algo realmente dramático, a no ser que tenga un guión superlativo entre manos, como es el caso de este Bebé de Rosemary o “Chinatown” (1974). Y no, no meto “El pianista” (2002), porque me parece una película manipuladora y muy tramposa, con algunos agujeros de guión dignos de una serie B televisiva y consigue los sentimientos tirando de manipulaciones y triquiñuelas impropias de quien un día firmara “Tess” (1979) o “La muerte y la doncella” (1994).

En “La semilla del diablo” sin embargo, consigue que veamos a una joven pareja rodeada por el mal, donde el marido está un poco ausente por su trabajo artístico, mientras ella está embarazada. Trágicamente esto se reprodujo en la fatal muerte de la esposa del director el año siguiente. De hecho se dice que el propio Polanski estaba involucrado en la secta satánica de Charles Manson y que los sucesos narrados en el film eran muy cercanos a los de la pareja. Sharon Tate, a la que el director conoció durante el rodaje de “El baile de los vampiros”, estaba embarazada cuando la gente de Manson los mató a ella, a su hijo no nato y a varias personas más.

film-rosemary-s-baby21“La semilla del diablo” me decepcionó la primera vez que la vi. También es cierto que tendría unos 11 años y el género de terror era para mi “Pesadilla en Elm Street” y sucedáneos. Normal que no me gustara. Pero es que yo estaba muy equivocado, porque hablamos de una magnífica obra, casi perfecta y sobre todo recomendable, no sólo por el hecho de lo sólidamente que está hecha, sino porque también es mítica ya que el éxito de la cinta propició que uno de los productores, el antiguo actor Robert Evans, tuviera el poder y ascendiera a jefazo de la Paramount y así hacer el cine que quería. Y es que junto a “Easy Ryder/Buscando mi destino” (1969), “Mash” (1970) y “Bonnie & Clyde” (1967) , “La semilla del diablo” cambió la esencia del cine que había hasta el momento, ya que estas películas fueron la puerta de entrada de toda una generación de nuevos realizadores entre los que estarían Francis Ford Coppola –a quien Evans produjo en “El padrino” (1972)–, Seteven Spielberg o George Lucas.

Ese 8,5 va a la primera película de Polansky en EEUU, que también fue un éxito apoteósico, ya que costó unos 3 millones de dólares de la época, lo que hoy equivaldrían a unos muy ajustados 18 millones de dólares y recaudó solo en EEUU 33, vamos unos 205 millones de hoy. Me gusta destacar el hecho de que costara 18 millones de dólares de hoy porque si nos paramos a analizar las películas de terror de hoy día están faltas de imaginación y pocas, por no decir ninguna, de ellas pasarán a la historia.

En España la película fue distribuida por Mercurio films y se estrenó en Madrid en el cine Conde Duque el 3 de Febrero de 1969 obteniendo una recaudación total de 179.221,70 € y  1.229.871 espectadores.

Y comentaba al principio lo del «mal vive en el interior» y no sólo de Rosemary Woodhouse, sino también del edificio Dakota.

La realidad supera la ficción, y en el caso del edificio Dakota más, porque es de sobra conocida la gran cantidad de sucesos paranormales ocurridos allí. De hecho algunos de los personajes de la novela están inspirados en los auténticos moradores de ese edificio. Aunque, sin duda, el hecho más dramático ocurrido en el Dakota tuvo lugar 13 años después del estreno de la película, ya que en las puertas de ese edificio fue asesinado un ilustre habitante del edificio: John Lennon.

Para finalizar un pequeño homenaje hecho por un amigo. Es un comienzo alternativo hecho por Fernando Megías.

Redacción: Juan Pablo Pérez Padial

 

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.