«El hombre de acero»

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Empiezo diciendo ya que «El hombre de acero» es una película notable, pero media hora más no le hubiera sentado nada mal.

La Warner venía con recelo ya que su último intento de acercarse a Superman se saldó con un inmerecido fracaso y además la película basada en otro de los personajes de DC, “Green Lantern” hizo aguas por todas partes. Por otro lado Snyder se estrelló con ese ejercicio onanista llamado “Sucker punch”.  De hecho ”El hombre de acero” se ha estrenado conteniendo la respiración y parando la maquinaria de “La liga de la justicia”, el “los vengadores” de la editorial de Superman, Batman y Green Lantern y mirando con lupa los números.

David S. Goyer -guionista-, Christopher Nolan -productor y argumento- y Zack Snyder -director- han hecho bien los deberes. Este Superman es, como el caballero oscuro según Nolan y Goyer, más real, dentro del hecho de ser un extraterrestre con habilidades increíbles. Su Lois Lane no es una reportera incapaz de ver la dualidad Clark Kent/Superman, sino que es ella misma la que le ayuda a crearla. Se agradece este cambio. Ya no vivimos en una época inocente donde este juego de doble personalidad se pueda hacer  sin que nadie se percate de ello. Era, evidentemente, imposible seguir por esa línea en la época actual.

Partiendo de esta base tenemos a un personaje complejo, marca de la casa, que sigue muy de cerca los dictados del Superman de 1978, aquel que hizo soñar a millones de personas bajo la batuta de Richard Donner, pero revisitándolo.

Empezamos en el mismo punto que en el film protagonizado por Christopher Reeve, en Krypton  con Jor-El (un carismático Russel Crowe) enfrentándose al consejo de sabios y volviéndose contra el general Zod. Este Krypton está más cerca de Pandora de “Avatar” que del estilizado planeta del original. Al igual que en “El caballero oscuro: la leyenda renace” hay un eco para los indignados. No sé si esta idea es de Goyer o Nolan, pero en ambos casos los plantea como una revolución en contra de un poder enquistado en un pasado, pero con una visión equivocada. Creo que este mensaje tanto en un film como en otro es interesante subrayarlo, porque deja muy clara la visión de Hollywood del movimiento indignado.

Por otro lado también es subrayable esa iconografía judeocristiana que convierte a Superman en un nuevo Jesucristo. En la película de Donner teníamos a un hombre con poderes sobrehumanos, hijo del Dios-Marlon Brando, no concebido de mujer terrestre, cuyo padre putativo muere y es entonces cuando debe emprender su viaje. Esta idea la retomó Bryan Singer en 2006 en Superman Returns, pero aquí la magnifican hasta diciendo hasta la edad que tiene este ser descendido de los cielos, 33 años.

Lo más flojo de esta historia es el por qué de esa conexión entre Lois Lane y Superman/Clark Kent. Tampoco ayuda la floja intepretación de Amy Adams. Lois descubre quién es el misterioso Superman en apenas un par de minutos y ya está todo resuelto. Me da a mí que esta relación se ha recortado bastante y que la veremos en una edición especial en DVD y Blur-ray en breve. Se ha querido asi porque quieren evitar lo que lastró al film anterior, esto es, una trama densa con personajes bien dibujados para potenciar lo que se espera en cualquier Superhéroe, esto es hostias hasta en el carné de identidad y mucha destrucción. Esto hace que el film, muy entretenido, se resienta, ya que ni Perry White, ni los Kent, ni el resto de secundarios aporten mucho a la trama. De nuevo el miedo a una excesiva duración como en el Superman de 2006, han hecho aconsejable este recorte para los directivos de la Warner.

En cuanto al resto de la trama tenemos una mezcla entre el Star Trek de J.J. Abrams del que toma muchas ideas y, curiosamente, rehace la parte final de Superman Returns. No voy a desvelar más, que bastante he dicho ya.

En cuanto a los actores Henry Cavill cumple, tiene presencia, aunque le falta mucho para llegar al carisma de Christopher Reeve y, eso si, se come al soso Brandon Routh. Amy Adams es una elección totalmente desacertada ya que, ni de lejos, da la dureza que Lois representa. Michel Shannon y Russel Crowe defienden con fuerza sus roles, robando escenas a diestro y siniestro y el resto de actores, Kevin Costner, Diane Lane, Laurence Fishburne, Christopher Meloni… ponen su muy buen hacer a personajes tan breves que saben a poco.

Por último aplaudir la labor tras las cámaras de Zack Snyder, un director con una gran visión del encuadre, creador de imágnes bellísimas y con un gran ritmo. Se ha despojado al fin de esos horribles y abusibos ralentís y ha controlado su delectación por el ritmo pausado para dar por fin su justa medida como director.

En definitiva este hombre de acero viene a ser algo así: Superman(1978)-con ideas de Superman 2 y 3+Superman Returns+Star Trek(2009)+ unas gotas de Avatar, La pasión de Cristo y Spiderman. Tantas cosas han metido que les ha faltado tiempo. Si hay que dar una nota, se queda en poco más de un 6.5, sin llegar al 7. El intento es bueno, pero el miedo ha podido con el producto.

Esperaremos a la edición extendida para ver si mis impresiones son ciertas.

 Redacción:  Juan Pablo Pérez Padial

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