Crítica | «El castillo de cristal», el peso de la familia

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Ficha técnica | Título original: The Glass Castle. Dirección: Destin Daniel Cretton. Guión: Marti Noxon, Andrew Lanham (Libro: Jeannette Walls). Dir. Fotografía: Brett Pawlak. BSO: Joel P. West. Reparto: Brie Larson, Woody Harrelson, Naomi Watts, Max Greenfield, Sarah Snook, Josh Caras. Género: Drama, Biopic. Duración: 127 mins. Año: 2017. País: USA. Producción: Lionsgate, Netter Productions. Distribución en España: eOne Films. | Link al tráiler

Cuando allá por 2012 (que tampoco hace tantos años) escuché que había intención de adaptar el libro homónimo de Jeannette Walls a la gran pantalla, me alegré, me gustó tanto el libro cuando me lo leí, que fue una sorpresa positiva (hoy no tanto). Como curiosidad, cuando se anunció el proyecto, la protagonista iba a ser Jennifer Lawrence, ya que los derechos los adquirió Lionsgate ya que lo estaba petando con la Saga de “Los Juegos del Hambre”. Han pasado 5 largos años desde esta noticia a la realidad y han cambiado muchas cosas, entre ellas, la protagonista.

La periodista Jeannette Walls (Brie Larson) a través de una retrospectiva provocada por ciertos acontecimientos de su presente, comienza revivir sus años de niñez y adolescencia en el seno de una familia excéntrica, disfuncional y nómada. Su vida ha estado marcada por su padre, Rex (Woody Harrelson), un hombre carismático y entusiasta capaz de trasmitir a sus hijos la pasión de vivir y la destrucción que el alcohol está provocando en sus vidas. También está su madre, Mary Rose (Naomi Watts), una pintora de espíritu libre que no asume el rol de madre de sus cuatro hijos. Juntos conviven en un hogar inestable y sin rumbo, pero siendo una familia a pesar de las adversidades.

Como digo siempre que se trata de una adaptación, es normal que no se tome todo de los libros y que con ciertas referencias crean su propia versión y aquí, dentro de lo que cabe, no ha sido una mala adaptación, creo que lo que a mí me ha fallado, es el tono que Destin Daniel Cretton ha querido darle a la película. Bajo mi punto de vista, se ha desprendido de ese halo de cine independiente que nos enseñó en “Las vidas de Grace (Short Term 12)” y ha optado por un tono más académico, con intención de colarla en las listas de premios, sin embargo no termina de ser nada remarcable.

Jeannette Walls, interpretada por Brie Larson en la que sería la segunda colaboración con el director, comienza la película avergonzándose de sus padres y de su pasado, contando ciertas mentiras a la hora de dar explicaciones sobre ellos. Lleva sobre sus hombres rabia, dolor e incomprensión de su infancia, dándole el pensamiento de que su vida no ha sido todo lo justa que podría haber sido, más que nada de faltarle estabilidad y atención. Pero a su vez también siente la frustración de tener esos pensamientos hacía sus padres, principalmente, porque se ha sentido querida, le han dado hermanos, por lo que ha tenido gente a la que aferrarse y al fin y al cabo, está cerca de donde se imaginó.

Todo esto ha sido muy bien reflejado, la contradicción de la protagonista, la hermandad y protección hacía lo suyos, principalmente sus hermanos, un pilar fundamental en su madurez. Sin embargo, la película no termina de convencerme, no la veo redonda. Cada uno interpreta las cosas según sus experiencias y para mí la película es una sensación de sí, pero no. Cosa que en el libro no me ocurrió, aunque tendría que releerlo, por si acaso.

“El castillo de cristal” es entretenida y está por encima de muchas película que juegan con el dramatismo familiar, las relaciones paterno-filiales, problemas de alcohol o una niñez difícil, pero tampoco creo que sea una abanderada del género. A pesar de que tiene muchas papeletas para serlo, una de ella el trio principal más que correcto: Brie Larson, Woody Harrelson y Naomi Watts, sin embargo no me ha calado, porque la intención final de la lágrima, dándole al padre ese aura de héroe homenajeado, para mí gusto, falla estrepitosamente.

Otra cosa en la que han engañado al espectador ha sido con lo de protagonizada por Brie Larson. Para mí se queda en una gran secundaria y ya está, porque el peso del personaje se lo reparte con Chandler Head y Ella Anderson, las cuales están estupendas en los momentos dramáticos de la infancia y adolescencia de Jeannette. Obviamente un nombre, recién oscarizado atrae, se nota lo gran actriz que es, pero Naomi Watts se lleva el título de protagonista, la cual, está bastante bien, sin olvidar a Woody Harrelson, el cual hace un gran trabajo dándole vida a Rex, un genio alcohólico con un sueño, que es capaz de hacer feliz a su familia, trasmitirle valores y destrozarles.

Tengo la sensación de que llevo toda la crítica quejándome y no. No me ha parecido en absoluto una mala película, es más, la síntesis argumetnal me ha convencido, pero tampoco creo que me vaya a cambiar la vida. El libro me gustó muchísimo y por lo tanto, esperaba un poco más de la película y me ha dejado cierto sabor agridulce, por un lado tenemos a una de mis actrices favoritas y por otro una resolución manida, en vez de algo más elaborado.

¿Qué nota le damos? Pues se quedará en un 65/100 (es que en esos sitios, los medios puntos son imposibles de poner). Como he dicho, me ha gustado en muchos aspectos, tantos actorales, como técnicos, de fotografía y demás, pero el tono final con el que Cretton cierra no me ha convencido lo suficiente. Eso sí, yo os animo a verla, porque imagino que cada uno sacaremos una conclusión diferente. Y también os animo con el libro, la verdad es que es muy disfrutable.

Crítica: María José Díaz-Maroto

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.