Comparativa espartana: “El león de Esparta” Vs. “300”

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Hace un par de semanas se estrenó mundialmente “300: el origen de un imperio”. Como todo el mundo sabe es otro punto de vista de la batalla que mantuvieron las naciones griegas contra las persas alternativo y a la vez continuista del film de Zack Snyder “300”, pero este film está basado en un cómic del gurú del cómic Frank Miller, quien a su vez se inspiró en otra película, “El león de Esparta (Los 300 espartanos)» para hacerlo.

Sé que la sección es para trilogías y sagas y aunque el moderado éxito de “300: el origen de un imperio” deja en interrogantes la continuidad de la franquicia, no me he podido resistir a hacer la comparativa entre la película que sirvió de inspiración a Miller y la película que Miller inspiró.

Ambas películas comparten, a grandes rasgos, la sinopsis que paso a comentar antes de entrar en más detalles: Jerjes, el Rey-Dios de Persia, se ha lanzado a conquistar las ciudades estado de Grecia. La gran esperanza de los del Peloponeso está en el estado guerrero de Esparta, pero al estar en vísperas de la festividad de la Caleia, el consejo de la ciudad se niega a luchar. Leónidas, el rey de Esparta, decide marchar sólo con lo que él denomina como su guardia personal, 300 espartanos que se enfrentarán a más de 10000 soldados persas en el desfiladero de las Termópilas. Con lo que no cuenta el feroz Leónidas es con la traición de uno de los suyos, Efialtés.

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Rudolph Maté era un distinguido director de fotografía que a su vez dirigió un gran número de estimables series B policíaca en los 40 y del oeste y aventuras en los 50. En la década de los 60, tras el éxito de “Ben-hur” (1959), todos los estudios se lanzaron a hacer peplums, también conocidas como películas de sandalia y espada. En ese momento el artesano Maté era uno de esos muchos directores que trabajaba bien con presupuestos moderados y que sin demasiado ego autoral, daba buenos resultados económicos. Con su experiencia en el cine de aventuras estaba claro que un peplum iba a caer en breve. Hizo así “Rebak, el rebelde” (1960) con un presupuesto ínfimo y dió un buen resultado. Fox, al ver esto, le ofreció un peplum de presupuesto medio alto, la historia de unos valientes luchando contra un imperio muy en la estela del “Espartaco” (1960) de Kubrick.

En 1962 un chavalín de cinco años vio la película de Maté. Su vena “chulofascista” se quedó impresionada con el diálogo “las flechas del enemigo serán tan numerosas que ocultarán el sol”, “pues lucharemos a la sombra”. Esa fantasmada se quedó en la mente del chaval y cuando creció y se convirtió en dibujante de cómics primero y guionista después, le obsesionaba tanto contar esa historia desde el punto de vista del niño flipado por el diálogo y su contexto que se lanzó a llevarla al noveno arte. Ese chaval era Frank Miller, quien hizo una reducción histórica olvidándose del rigor para dar rienda suelta a su fantasía infantil y publicó su visión de los espartanos. Así, “Los 300 espartanos” del título original de Maté pasó a ser “300”.

Zack Snyder dirigió con buen pulso “Amanecer de los muertos” (2004), un film de terror que con 28 millones de dólares hizo una taquilla mundial de 102. Estaba claro que los grandes estudios se movieron al olor del dinero y entre las varias ofertas que le llegaron estaba la de Warner de adaptar el cómic de Frank Miller “300” siguiendo la estela trazada un año antes por “Sin city” (2005). Snyder, ávido lector de cómics, no se lo pensó dos veces.

2La visión de la batalla de las Termópilas corresponde plenamente al cine de aventuras serie B de su época, con hombres mazados en minifaldas, luchas más o menos eficaces y mucho cartón piedra. La historia… bueno se deja ver, pero se pierde entre todos los convencionalismos de peplum de la época, siendo esta poco más que en ejemplo hipervitaminado (por presupuesto) de las películas de sandalia que se hacían a caballo entre España e Italia en aquella época. El artesano Maté no supo ir más allá de los convencionalismos y tenemos una película interesante, pero desganada, a años luz del “Espartaco” (1960) comentado antes o “Cleopatra” (1963).

Tras el éxito de “Gladiator” (2000) y “Troya” (2004) y la buena recepción de “Sin City” (2005), los de Warner tenían claro que la adaptación del cómic de Frank Miller podría funcionar bien, pero los fracasos de “El rey Arturo” (2004) en lo épico y de “Sky Captain y el mundo del mañana” (2003) en cuanto a mundos totalmente generados por ordenador, aconsejaron ser prudentes. Para ello se contrató a Zack Snyder quien sólo tenía una película en su haber y a una serie de actores reconocibles pero no conocidos dejando el protagonismo a una espectacular visión. Snyder, tío listo donde los haya, sabía que sin una estrella de renombre, la estrella sería Frank Miller, por eso usa, como ya hiciera Robert Rodríguez en “Sin City” la propia novela gráfica como storyboard.

Entrando en comparaciones, es evidente que la naturaleza de ambos productos es completa y diametralmente opuesta. La idea de Maté era la de hacer una historia sencilla –en ocasiones hasta plana–, muy terrestre, como todos los peplums iberoitalianos, donde los decorados sólo son los interiores, dejando que el gran número de exteriores que dominan la cinta sean dominados por las terrosas localizaciones.

5Snyder por otro lado sólo tiene un exterior en todo el film, todo lo demás está hecho en pantallas azules en un estudio. De esta manera potencia la visión irreal del film, como la de ese niño fantasioso que era Frank Miller cuando vio por primera vez a “Los 300 espartanos”. De hecho potencia tanto esa idea que incluso propone animales pantagruélicos que ni se pasaron por la cabeza de Miller, pero que al niño que llevamos dentro, le parecerá una pasada.

La violencia en ambos casos también es muy diferente. Mientras en “El león de Esparta” boga por una violencia plana y frontal “300” hiperboliza la confrontación con sangre deliberadamente irreal, ralentís exagerados y acciones desproporcionadas. Vamos lo que todo el mundo conoce ya como las fantasmadas de “300”.

Como directores se puede decir que Snyder estaría más cercano de directores con una visión y ganas de contar algo visualmente como puedan ser, salvando grandísimas distancias, John Ford o Scorsese  mientras Maté dirige con el piloto automático, sin brío y sin garra más allá de lo que pueda decir el guión, algo que también le sucede al director de 300: el origen de un imperio”, Noam Munro, quien aún a pesar de contar con los mismos elementos de Snyder hace que la continuación del éxito del director de “El hombre de acero” (2013) sea más bien un producto soso.

3En el plano interpretativo ambas películas tienen buenos intérpretes –hay que mencionar que en “El león de Esparta” tenemos a Sir Ralph Richardson, a quien posteriormente veríamos en “Doctor Zhivago” (1965)– pero en ninguno de los dos casos tenemos a grandes actores que arrastren al gran público, por mucho que con Gerard Butler lo hayan intentado.

Cada una de las películas es hija de su tiempo, separado por 45 años de distancia, así que las diferencias de planteamiento son más que evidentes, aunque en ambos casos el guión es más bien endeble, por lo que lo que realmente hay que valorar es el apartado técnico y en este caso Snyder, no ya por las nuevas tecnología, sino por su pasión a la hora de contar la historia –algo que no se vería en sus tres películas posteriores, todo sea dicho– está por encima de Maté.

Vamos que “El león de Esparta” es un peplum más de su época, con un 5 como nota y “300” es una película notable que ha marcado un antes y un después, a pequeña escala, dentro de la historia del cine y es por ello que su 8 –vuelvo a decir que el guión está tomado por los pelos– está bien merecido.

Los números

Vamos con una de números. En este caso voy a analizar a las tres películas “El león de Esparta”, “300” y “300: el origen de un imperio”.

“El león de Esparta” costó 8.5 millones de dólares y recaudó unos descomunales 76,5 millones. Lo que vienen siendo hoy día, costó 88 millones de dólares y recaudó 786 millones. Casi diez veces lo que costó. Fue el último gran éxito de Maté quien ese mismo año estrenaría dos pequeñas películas que pasaron con más pena que gloria y que serían sus últimos trabajo.

6“300” de Zack Snyder se rodó con un presupuesto limitado de 65 millones de dólares, recaudando en todo el mundo 456 millones. Siete años más tarde la película hubiera costado 79 millones y habría recaudado 553 en todo el mundo. Como ocurriera con el film de Maté, el público quedó ampliamente seducido por la historia de Leónidas.

En cuanto a “300: el origen de un imperio”,  pasada la excitación y novedad del primer capítulo era de suponer que o el film proponía algo realmente novedoso o sería devorado por la gran cantidad de  imitaciones que han salido como son,  sin salir de este mismo año, “Pompeya” (2014) y “Hércules: el origen de la leyenda” (2014),  aunque sin duda la serie ‘Spartacus: Sangre y arena’ (2010-13) es la que más ha explotado el filón abierto por la hazaña épica de Leónidas. No deja de ser paradójico que el “Espartaco” de Kubrick dio lugar a “El león de Esparta” y su reinvención, “300” diera lugar a la serie de TV que cuenta la historia del esclavo que lideró una revuelta en la Roma imperial. Pero sin desviarme más, la película de Noam Munro ha costado 110 millones de dólares y lleva recaudados en el mes que hace que se estrenó en EE.UU. 78 millones y otros 158 millones en todo el mundo. Aún le queda vida en los cine por delante, pero está claro que no llegará a los números de su predecesora ya que lleva un tercio de lo recaudado en EE.UU. y la mitad en el resto del mundo por su predecesora y habiendo costado casi el doble. Está claro que al final dará dinero, aunque el margen será estrecho ya que ni de lejos hará tanto como la película de 2007, con lo que parece complicado que sigamos revisitando la Grecia clásica según la óptica de Frank Miller.

Es por eso que, por ahora, dejamos a los griegos. La semana que viene, otra saga.

Redacción: Juan Pablo Pérez-Padial

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.