Eurovegas

Estoy atacado de los nervios. Hasta julio no sabremos qué ciudad será la escogida y yo las esperas las llevo muy mal ¿Se decantarán por Madrid? ¿Por Barcelona? Hace poco […]
Print Friendly, PDF & Email

0 Votos obtenidos¡Vótame!

Estoy atacado de los nervios. Hasta julio no sabremos qué ciudad será la escogida y yo las esperas las llevo muy mal ¿Se decantarán por Madrid? ¿Por Barcelona?

Hace poco más de un año el magnate americano Sheldon Adelson, propietario de la empresa Las Vegas Sand Corporation anunció su intención de instalar en nuestro territorio una especie de Las Vegas europeo. Novias no le han faltado, ya que por este proyecto se interesaron también Marina d’Or y un grupo de empresarios de Almería. A los primeros porque pensaron que el eslogan quedaría la mar de bien con aquello de” Marina d’Or, ciudad de vacaciones… ¡y del juego!” con la vocecilla final del niño que dice ¡¡Que bieennn!! y a los segundos porque si en el Oeste americano se encuentra Nevada, Arizona y Oregón, en el Oeste almeriense se encuentran los indios, los vaqueros, los sheriffs sin escrúpulos y las bolas de ramas rodantes cuando hace viento. Digo yo, que habrán pensado que como rodaban sus películas aquí, se iban a sentir como en casa.

La inversión no es nada desdeñable, cerca de 26.690 millones para el complejo y más de 250.000 puestos de trabajo para mantener  la ciudad del vicio y el pecado. A nadie se le escapa que es una oportunidad única de asomar el pescuezo ante esta crisis. Tampoco es que vaya a salir gratis, porque el señor Sheldon Adelson propone como contrapartida cambios legislativos y fiscales. Entre otros, pide modificar el estatuto de trabajadores para rebajar la rigidez de los convenios colectivos, cambiar la ley de extranjería, exención de la Seguridad Social dos años, financiación en los gastos de formación de personal y medio ambiente, líneas de metro, de cercanías, aeropuertos, helipuertos, carreteras, autovías, que los menores de edad puedan entrar en los casinos y que un señor le acompañe a todos los sitios con un flotador para cuando tome asiento, no se le resienten las almorranas.

A pesar de sus exigencias, la clase política y la opinión pública son favorables a este ambicioso proyecto. No me extraña, porque los españoles somos muy dados al juego, sobre todo a esos que tienen un nombre como muy perfumado… los juegos de azahar creo que se llaman. O algo así. También las preferencias por un tipo u otro va en función de la edad, porque la gente mayor y jubilados se decantan por el dominó y el mus, los de mediana edad por el bingo y los más jóvenes, por el teto (el que no sepa cómo se juega que no pregunte, porque le dirán aquello de “si tú te agachas, yo te laaaa…”)

Bueno, para qué dar más detalles ¿no?

La única pega que veo a esto de los megacasinos es que es tan, tan americano que no sé…igual había que españolizarlo un poco, para que parezca más nuestro y de paso, hacemos país. Yo pondría entre la mesa de dados y la de Black Jack una mesita plegable con tres vasitos de plástico y una bolita ¿Dónde está la bolitaaaa, dóndeeeeee?  Un exitazo fijo, y si no, basta con darse una vuelta por las Ramblas de Barcelona para ver el negocio que tienen montado.

Luego está el tema de las bodas. Lo normal es que te case un Elvis con un preocupante nivel de colesterol, y luego te cante aquello de “Love me Tender” o “Viva Las Vegas” en la capilla de Graceland. Aquí le quitamos al Elvis, y ponemos a la Carmen de Mairena debajo de un árbol. La Carmen no canta, pero te bendice con aquello de “Y yo os declaro casados debajo de este madroño, y porque me sale de dentro del co…(piiiiiiii)”. Ya séeee, ya séeee que no queda muy fino y es muy poco romántico, pero cada país tiene sus propios iconos y éste, es muy nuestro.

Y hablando de cosas muy nuestras, no estaría mal poner una calle al estilo de Las Vegas Boulevard. Pero en vez de hoteles, Bancos y Cajas de Ahorros.

Y es que en España, acertar con una entidad buena sí que es una autentica lotería…

 

Autor: Miguel Soria López

Sobre pandoramgzn