En este reportaje especial sobre Inglaterra, hemos creído que era un lugar clave que visitar Canterbury. Tanto por su historia como por la oferta cultural que podemos encontrar. Todo el mundo al mencionarle esta ciudad inglesa, lo primero que piensan es en la archiconocida Catedral. Pero también nos vamos a libros y versiones cinematográficas de alguna de ellas, como ese «Asesinato en la Catedral», de T.S. Eliot, o «Los cuentos de Canterbury», de Chaucer con su película del año 1972. Por todo ello y mucho más, quisimos incluir en el reportaje a Canterbury.
Canterbury se encuentra en el condado de Kent, relativamente cerca de Londres, a menos de 90 km. Hay una diferencia sustancial en cuanto al transporte. Viajando en autobús nos saldrá un billete de ida y vuelta desde 12 libras (unos 14 €), no llegando a las dos horas de viaje. Sin embargo, yendo en tren el coste asciende a 22 libras (unos 25 €) solo la ida, y el tiempo de viaje es en esos billetes más baratos es prácticamente el mismo. En el mismo Canterbury podrás ir andando a cualquier sitio, aunque más adelante os vamos a aconsejar un recorrido en barco que no podéis perderos.
Si vais a pasar un día en Canterbury, vamos a daros unas pautas para disfrutar al máximo y viendo todo lo indispensable para que vuestra estancia sea completa.
Podéis llegar un rato antes de que abran al público la catedral, para aprovechar y dar una vuelta por sus calles empedradas, entre las pequeñas casas antiguas que inundan la ciudad, esas pequeñas tiendas… ¡Imposible no entrar en alguna y llevarse un recuerdo!
Después del paseo, podéis entrar en la Catedral de Canterbury. Esa catedral que tan famosa se hizo cuando asesinaron a su Arzobispo Thomas Becket en ella, a manos de los enviados del Rey Enrique II. Cuesta 9 € la entrada, no hace falta que os diga lo mucho que merece la pena. Abierta desde las 9:00 hasta las 17:00 o 17:30, dependiendo de la época del año. Fue nombrada Patrimonio de la Humanidad en 1988, como a la Abadía de San Agustín de la que hablaremos más adelante. De estilo gótico, con preciosas vidrieras y una típica estructura gótica inglesa. Un paseo por su nave nos transportará a otra época. Tomaros vuestro tiempo en este precioso enclave apartado del bullicioso Londres.
Como os decíamos, no os podéis perder la visita a la Abadía de San Agustín. Está a cinco minutos del centro, ya que estaba situada fuera de las murallas de la ciudad, pero se llega fácilmente y en poco tiempo andando. Primero fue creado como un lugar en el que se enterraba a los reyes anglosajones de Kent. Puedes hacerte con una audio-guía y disfrutar de las vistas y de la exposición que hay antes de entrar. La entrada son 5 €. Comprueba los horarios de apertura antes de ir, ya que no abren todos los días ni a todas horas dependiendo de la época de año. Fue fundada por San Agustín en el año 597. La audio-guía te explicará la historia del lugar desde la fundación del monasterio hasta su disolución bajo el reinado de Enrique VIII y posteriormente su resurgimiento en el siglo XIX. Un consejo: subid la pequeña colina que hay dentro del recinto, podréis tener unas vistas preciosas de la Catedral de Canterbury.
Podéis pasaros por el Museo Romano. Inglaterra es rica en restos romanos que conservan en muy buen estado, y este museo en concreto es a la vez divertido y educativo. En pleno dentro de la ciudad, a pocos pasos de la Catedral, abren todos los días de 10:00 a 17:00 y tiene un coste de 6 €. Ha sido restaurado en Marzo de 2013. Está edificado en torno a los restos de una casa original romana, con una exposición de objetos romanos bastante amplia. Nos van explicando la cronología de la ciudad de Canterbury en años en los que los romanos paseaban por sus calles. Podemos ver recreaciones de personas y oficios, herramientas que utilizaban, vasijas y otros objetos encontrados en este asentamiento. Incluso tienen al final de la exposición un lugar para que puedas construir mosaicos, probarte ropa de la época o aprender cómo convertirte en un buen arqueólogo. Es toda una experiencia que no podéis perderos si visitáis Canterbury.
Si quieres conocer de cerca un poco más la historia de Canterbury de forma más amena, tienes que visitar Canterbury Tales, en el que a través de los famosos Cuentos de Canterbury, irás conociendo personajes y viviendo en primera persona los mismos, paseando entre las recreaciones de las antiguas calles de la ciudad. Este año la atracción cumple nada más y nada menos que 25 años, algo que dice mucho sobre la calidad de la misma. La atracción normalmente abre de 10:00 a 17:00 pero mejor comprueba el horario antes de tu visita. Su precio es de 8,50 €. Una visita interactiva de principio a fin, conociendo una ciudad medieval contada por el mismísimo Chaucer. Acompañarás a unos peregrinos que comienzan su camino de Londres a Canterbury, y podrás oír (¡en español!) las cinco historias que van contando en el camino, por supuesto recogidas todas ellas en «Los Cuentos de Canterbury», de Geoffrey Chaucer. Es una de esas atracciones que quedan en tu memoria y recuerdas siempre con cariño. Divertida, emocionante, educativa… Tienes todo el tiempo que quieras para poder disfrutar de todo ello.
Pero para poder conocer la ciudad como nunca habías imaginado, tienes que dar una vuelta por sus canales. Hay varias empresas con las que puedes realizar el crucero, nosotros elegimos Canterbury Historic River Tours, ganadora de varios premios de turismo. Con un precio de 8,50 €, trabajan de 10:00 a 17:00, desde el 1 de Marzo hasta el 10 de Noviembre, con tours cada 15-20 minutos. Ten en cuenta que dependiendo del tiempo, puede que no salga el tour, por lo que asegúrate que el día que vayas esté despejado el cielo. Tienes 40 minutos de recorrido en los que los capitanes de barco te explicarán todo lo que necesites saber sobre la historia de la ciudad y los enclaves que iréis visitando. Eso sí, prepararos para que el recorrido sea el más divertido que hayáis hecho. Todos los capitanes os enseñarán los lugares y la historia pero de una forma más divertida que en los libros sobre la ciudad. Pasarás por ejemplo por el Puente del Rey, que es el más antiguo todavía en uso actualmente en Gran Bretaña, o el Hospital Eastbridge, fundado alrededor de 1.190, la vieja casa de los tejedores, la torre del alquimista o pasando por la isla franciscana. Pero para saber más sobre estos y otros muchos sitios, tendréis que hacer el tour. ¡Cuidado con la altura de los puentes! Los más altos y no tan altos podríais golpearos la cabeza. Ya sabéis, el paseo por el río Stour con los de Canterbury Historic River Tours es casi obligatorio para que tu visita a Canterbury sea completa.
Os costará regresar a casa, dejando atrás Canterbury, una ciudad de cuento que se conserva tal y como debe ser, que sorprende a todos y cada uno de sus visitantes, pero a la vez no defrauda a nadie, y las expectativas que teníamos puestas en ella están a la altura de la realidad. Porque parece que haya hecho un pacto con el tiempo, y en Canterbury todas las épocas se han detenido para ser admiradas y disfrutadas por todos los que por allí tengan la suerte de pasar.
Queremos agradecer a Judy Kneale su ayuda desde el principio por facilitarnos el trabajo, poniéndonos en contacto con los responsables de los distintos lugares de los que hemos hablado. También a George, de Canterbury Historic River Tours, y a todos sus trabajadores, por el gran esfuerzo que hicieron para que pudiéramos hacer el recorrido aun con mal tiempo. A Nik Barrie, por dejarnos descubrir la Abadía de San Agustín. También agradecer a Therese Heslop el que nos permitiera entrar en la Catedral y poder conocer de primera mano sus maravillas, al igual que a los voluntarios y trabajadores de allí, que nos facilitaron la entrada. Agradecer también al Museo Romano de Canterbury que nos dejara visitarlo para traerlo a nuestros lectores. Y por supuesto a los encargados y trabajadores del Canterbury Tales, por su amabilidad en todo momento y por hacer de la visita un recuerdo inolvidable.
Fotografías de Canterbury Tales y Canterbury Historic River Tour cedidos por sus respectivas organizaciones.
Muy interesante las explicaciones.