La capital italiana es uno de los destinos europeos más populares entre los turistas. Cada verano se acercan a conocer los encantos romanos un gran número de visitantes. Aunque Roma enamora por sí sola, es recomendable tener en cuenta un par de consejos para sacarle el máximo provecho a nuestra visita. Uno de ellos es elegir el alojamiento ideal. Actualmente la ciudad ofrece un amplio abanico de posibilidades en cuanto a hospedaje, pero sin duda, optar por un hotel 5 estrellas en el centro de Roma será un gran acierto.
Alojamiento de lujo para unas vacaciones inolvidables
Aunque el transporte urbano de Roma funciona muy bien, uno de los posibles inconvenientes de alojarse en las afueras de la ciudad es el hecho de estar atados a sus horarios. Es por ello por lo que si el presupuesto no es un problema, una buena idea puede ser alojarse en uno de los grandes hoteles del centro de la ciudad. Actualmente existe una gran variedad de posibilidades de alojamiento de gran calidad en el centro histórico. Muchos de ellos se encuentran a escasos metros de los principales monumentos de la ciudad, como es el caso de Iberostar Grand Fontana di Trevi. Hospedarse en este tipo de hoteles hará del viaje a Roma una experiencia inolvidable no solo por la posibilidad de recorrer la ciudad a pie sin problema, sino también por las comodidades que proporcionan este tipo de negocios.
Planificación de las jornadas
Para poder aprovechar al máximo el viaje y conocer todos los encantos de la ciudad, es preciso organizar cada uno de los días. Entre los monumentos más destacados se encuentra el popular Coliseo, la Fontana di Trevi, el Foro romano o el Panteón. Asimismo, un poco alejadas del centro histórico también se encuentran las catacumbas. Se trata de una visita obligada para aquellas personas que estén interesadas en descubrir la historia del cristianismo. Sin duda, Roma es una de las ciudades europeas con más reclamos históricos. Esto hace que sea prácticamente imposible aburrirse, ya que siempre hay cosas para descubrir. No obstante, si no se realiza una planificación previa se corre el riesgo de no conseguir ver todo lo que deseamos. Asimismo, si organizamos el viaje con antelación podremos gestionar las entradas y así ahorrar tiempo. Actualmente existen opciones como la tarjeta Roma Pass que dan la posibilidad de entrar en una gran cantidad de sitios y disfrutar de algunas ventajas especiales.
Dejar tiempo para la improvisación
Aunque es recomendable organizar la visita a las principales atracciones turísticas, es también importante reservar tiempo para descubrir la ciudad con libertad. Pasear al atardecer o disfrutar de unos helados por la noche son algunos de los regalos que nos puede dar Roma. Si planeamos un viaje muy cargado con las visitas a museos y monumentos, corremos el riesgo de no disfrutar del resto de la ciudad. Es por ello por lo que al trazar el recorrido de las distintas jornadas debemos tener una cierta flexibilidad y dejar margen para pasear y perderse por las calles de Roma.
Adentrarse en la gastronomía italiana
La comida italiana es probablemente una de las más conocidas a nivel mundial. Algunos de sus platos estrella como la pizza o la pasta han traspasado fronteras y hoy es posible encontrar todo tipo de versiones a lo largo del planeta. Sin embargo, no todas las personas han tenido la oportunidad de probar la comida italiana original. El viaje a Roma es la excusa perfecta para redescubrir platos al verdadero estilo italiano. Una buena idea puede ser acudir a alguno de los múltiples restaurantes típicos que se distribuyen a lo largo de la ciudad. Asimismo, es posible que si nos alojamos en un hotel de calidad este también disponga de un buen restaurante.
Vestirse para la ocasión
Por último, otro aspecto que no podemos pasar por alto es la preparación de la maleta. Aunque los meses de verano en Roma se caracterizan por la presencia de un calor sofocante, es recomendable consultar el tiempo que va a hacer los días previos a realizar el viaje. De esta manera podremos saber si necesitamos incluir en nuestro equipaje ropa de lluvia, por ejemplo. Lo más habitual es encontrarnos con un sol radiante, así que es aconsejable meter una crema de sol y sombreros o gorros que nos protejan de posibles insolaciones. De lo contrario, nuestra experiencia en Roma puede verse enturbiada por molestias ocasionadas por los rayos solares. Por otro lado, el calzado también se debe adecuar a las actividades que se vayan a realizar. Es conveniente guardar los zapatos elegantes que resulten incómodos para ocasiones puntuales, como salir a cenar a un restaurante sofisticado. Lo más probable es que el resto del día lo pasemos caminando de un sitio para otro, por lo que unas sandalias cómodas o unas zapatillas deportivas pueden ser nuestros mejores aliados.
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