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Soy muy fan de la saga Vanir de Lena Valenti, eso no es ningún secreto y desde que se dejó entrever en anteriores libros la historia de la pareja formada por el berserker Noah y la valkyria Nanna, sentí unas ganas inmensas de que llegase el momento de sumergirme en ella.
Noah es el protegido de As Landin, el líder del clan berserker. Ha creído toda su vida que era el hijo de dos guerreros muertos pero descubre que es todo mentira… Lo llaman «el niño perdido» y Noah se siente enfurecido con As por ocultarle sus orígenes. No piensa dejar pasar más tiempo sin conocer su verdadera identidad, que parece estar relacionada con su extraña capacidad para tocar el puñal sagrado con el que la esquiva valkyria Nanna lo apuñaló y a través del cual, la diosa Freyja le habla en ocasiones… Dicho puñal sólo puede ser poseído por los dioses.
Nanna, por su parte, es la valkyria más protegida por la diosa Freyja, no pelea sino que se encarga de recoger a los guerreros muertos en batalla para llevarlos al Asgard. Y sólo se le permite ese contacto con el género masculino… Si un hombre vivo la toca, sufrirá el castigo de su diosa.
Ambos personajes han cruzado palabras y algún intento de contacto en anteriores libros pero el Ragnarok ha estallado ya y, como otros personajes de la saga, Noah y Nanna son dos fichas más del tablero de ajedrez que han creado Freyja y Odin. En este libro, por fin sabrán cual es su verdadera misión en la batalla final, una misión que será decisiva para equilibrar la balanza hacia el Bien y sólo podrá llegar a buen término si la llevan a cabo juntos.
Noah por fin descubre su verdadero origen, pero lo va haciendo poco a poco, a medida que inicia un viaje en el que los dioses le irán dando pistas para encontrar y utilizar las armas necesarias para salvar el mundo de un terrible final a manos de Loki y sus engendros, que ya están invadiendo varias zonas del mundo. Se revelará como un personaje clave en la guerra, quizás el más importante de todos…
Nanna lo acompañará en dicho viaje como la compañera imprescindible para que todo salga bien, pues ambos van disponiendo de armas que sólo funcionan si están juntos… Su unión es muy importante y también se les irá revelando a ambos un origen conjunto a través de una serie de horribles pesadillas que les confunden hasta que, al final, consiguen conocer el verdadero significado de éstas.
El libro de Noah, en términos generales, me ha gustado bastante pero, contrariamente a lo que esperaba, no me ha resultado ni mucho menos el más intenso en cuanto a la relación amorosa entre los dos protagonistas.
También he sentido que ambos tienen unas características muy ricas y, sobre todo él, un peso en la trama muy marcado, cosas que podían haber dado mucho más juego y mucha intensidad en este volumen… Sin embargo, la autora parece que se ha centrado más en los hechos de la batalla final (muy necesario, por otro lado, centrarse llegados a este punto en ello) y pese a que ata muy bien los desenlaces de cada enigma sobre ellos y cada resolución; a mí como lectora, no ha conseguido que me llegasen finalmente tanto como otros protagonistas de la saga. Eso me dejó algo fría.
También es cierto que soy una lectora que espera mucho de la parte erótico-festiva y romántica de este tipo de libros y, en este sentido, puede que no sea el más intenso de Lena, pero también entiendo que la historia está en un momento álgido en el que la batalla, los dioses y otros personajes fantásticos tenían que hacer su aparición y, por ello, la trama amorosa de Noah y Nanna, se ve secundaria en muchos tramos del libro.
Una cosa que me ha llamado la atención también y que me ha gustado es que es el libro que contiene más elementos de fantasía de la saga, aparecen diferentes seres mitológicos y los escenarios en los que se mueven los personajes y donde se libran las batallas apoyan este rasgo de fantasía del libro, totalmente alejado de las modernidades del mundo humano y de la civilización, que se haya en pleno proceso apocalíptico.
Y unas de las cosas que más y menos me han gustado del libro es su final.
No puedo decir nada, sólo diré que nos da pistas sobre futuros protagonistas de nuevos volúmenes de la saga y hay una reaparición muy pero que muy potente. ¿Lo que no me ha gustado? Es que termina de repente dejándote más la miel en los labios que nunca.
Mi sensación es que la autora va a dar cancha al Ragnarok hasta que, dentro de pocos volúmenes, dé por finalizada la saga, con el final de la batalla. Y ahí será cuando vayamos viendo como evoluciona la relación de Noah y Nanna y el desarrollo de su misión (dejada a medias en este volúmen).
En cuanto a acción (aunque no es de los que más tienen; en ese sentido El libro de Ardan fue apoteósico) y elementos fantásticos, le doy un 8 y en cuanto a la parte amorosa le doy un 6. Quizás mis expectativas estaban demasiado altas y al final no he podido conectar del todo con Noah y Nanna, pero tengo que reconocer la siempre buena labor de Lena Valenti y, en general, es un buen libro donde se descubren grandes cosas de peso y donde se encamina muy bien la trama hacia los siguientes volúmenes.
Ahora esperaremos impacientes el número 9 de la saga…
Especial Lena Valenti: el universo Vanir
Redacción: Lydia Alfaro
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