Visualización y música

La musicoterapia es, según la asociación internacional, la utilización de la música y de sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) para conseguir diferentes resultados terapéuticos a nivel psicológico, psicomotriz, […]
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La musicoterapia es, según la asociación internacional, la utilización de la música y de sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) para conseguir diferentes resultados terapéuticos a nivel psicológico, psicomotriz, orgánico y energético.

Es evidente que la música produce patrones de actividad eléctrica cerebral coherente y ello produce mayor eficacia a nivel del funcionamiento del cerebro.

Los sentimientos expresados musicalmente se entienden igual en todo el mundo y la música logra superar sin mayores dificultades las barreras entre las culturas, según un estudio del Instituto Max Planck de Neurología de Leipzig.

La música nos puede “transportar” a donde queramos, nos evoca los mejores recuerdos, nos hace revivir momentos inolvidables, nos produce alegría, tristeza, melancolía, y nos resta agresividad.

Todo esto os lo cuento, porque el otro día hablábamos de la visualización ¿os acordáis?

Pues bien, para conseguir “visualizar” correctamente, es importante buscar un equilibrio interior, estar relajados y tranquilos y para ello nada mejor que escuchar una buena música. Cada uno de nosotros tendrá una especial.

Para “visualizar” y conseguir “proyectar” nuestros sueños es importante estar en un entorno agradable; podemos encender incienso (o un olor que nos guste y sea agradable), la temperatura de la habitación deberá ser confortable, ni frío ni calor; apagar la luz o  encender velas para crear ambiente.  Y escuchar la música que realmente nos relaje.

Nos recostamos en un lugar cómodo, cerramos los ojos y comenzamos a proyectar, a “visualizar” nuestros mejores sueños.

Al cerrar los ojos tenemos que dejar la mente en blanco, completamente en blanco (no pienses en nada) y una vez conseguido comenzar a sentir, a ver, lo que queremos conseguir, lo que deseamos con todo nuestro corazón; pero lo tenemos que sentir de tal manera que sea como si realmente estuviéramos viendo una película, tenemos que estar dentro de esa película, tenemos que llegar a conseguir oler, ver y sentir como si la estuviéramos viviendo.
La respiración, no os olvidéis nunca que, es parte importante de toda relajación, y estar en el mas absoluto “silencio” nos ayudará.

 

Pinchad este enlace  y escuchad, a algunos os gustará a otros no; solo es un ejemplo. Que cada cual escuche lo que le haga sentir mejor.

Autora: María Jesús Diezhandino

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