La luz al final del túnel

Todos conocemos la típica historia de la luz al final del túnel. Gran cantidad de personas en el mundo, a lo largo de la historia, han descrito esta experiencia tras […]
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«Subida al Empíreo» de El Bosco

Todos conocemos la típica historia de la luz al final del túnel. Gran cantidad de personas en el mundo, a lo largo de la historia, han descrito esta experiencia tras haber estado a punto de morir o, incluso, habiendo estado clínicamente muertos, sobreviviendo finalmente para contarlo.

Esto es a lo que se llama Experiencias Cercanas a la Muerte o ECM; os vamos a contar qué son, el punto de vista científico, el punto de vista paranormal y hablaremos del fenómeno de “los visitantes”. ¿Estáis preparados para vivir esta experiencia?

Para algunos, las ECM son una prueba de que la mente, consciencia, psique, alma o espíritu como entidad inmaterial, se separa del cuerpo físico, que actúa como mero soporte material, para dirigirse a otro reino.

Aunque ninguna experiencia extracorporal ha podido demostrarse científicamente; hay numerosos testimonios, incluso de personas ciegas, que han descrito detalles del entorno físico en el que se encontraban durante la experiencia y que han sido coincidentes con la realidad.

Es más, personas con formación científica y académica aseguran haber experimentado tal fenómeno. Recientemente, Eben Alexander, neurocirujano de Harvard, ha dado testimonio de una realidad extracorpórea tras sufrir 9 días en coma y lo ha documentado en su libro “Proof of heaven” (2012).

 

En 1976 se sugirió que las ECM eran una forma de despersonalización, de disociación, que actúa como defensa ante la amenaza de muerte en situaciones de extremo peligro.

Psiquiátricamente, la disociación se describe como una respuesta adaptativa a un trauma físico o emocional intolerable. Es la capacidad de abstraerse de la realidad. Este tipo de respuesta aparece, en algunos casos de víctimas de secuestros o violaciones; inconscientemente, intentan evitar esta realidad desagradable con fantasías más apacibles.

No obstante, a pesar de la aparente correlación entre las ECM y la disociación, son fenómenos distintos, ya que las ECM son percibidas como experiencias reales y, además, la persona no ve alterado su sentido de la identidad propia (yo-idad).

Ha habido otras hipótesis para explicar las ECM con resultados poco fructuosos como, por ejemplo, la teoría de Carl Sagan, que mantenía que el sistema neurológico se reinicia tras la experiencia traumática de la muerte. Por eso, la luz al final del túnel es una regresión al momento del parto y la salida del útero, donde no hay luz, al exterior, fuertemente iluminado, a través del canal del parto. Las personas conocidas serían los padres y la sensación de bienestar, la suministrada por las endorfinas de la leche materna.

La tesis es inválida por dos razones: la primera, que un niño no nace mirando hacia delante y; la segunda, que las ECM también las han sufrido personas nacidas por cesárea.

 

Como véis, hay varios intentos de dar explicación a este fenómeno, unos con mayor credibilidad que otros pero, lo que es seguro, es que hasta ahora no se ha experimentado lo suficiente y, a día de hoy, se sigue sin saber la razón de que existan estas experiencias.

Lo curioso de todo ello es, que son experiencias compartidas por personas de todo tipo,  con creencias religiosas diferentes, incluidos los ateos. Hay testimonios tanto de adultos como de niños.

«Al otro lado del túnel», J. M. Gaona

El psiquiatra español José Miguel Gaona ha presentado recientemente un libro basado en todos los testimonios de ECM que ha recopilado durante años a lo largo del mundo, además de opiniones científicas al respecto, que se siguen mostrando prudentes y con teorias poco concluyentes. El libro se titula “Al otro lado del túnel” y lo recomiendo desde aquí porque no nos dejará indiferentes.

 

Los visitantes

 

Otro fenómeno mucho más misterioso e inquietante que las ECM es el del visitante. Me arriesgaría a afirmar, que muchos conocemos algún testimonio sobre este fenómeno que, aunque parezca extraño y terrorífico, también es bastante común. En mi misma familia, tengo el caso de mi abuela materna, fallecida hace años. Un día me contó emocionada, que había recibido la visita de mi abuelo (fallecido muchos años atrás) y que le había dicho que pronto se reunirían. Al poco tiempo, mi abuela falleció y aquello se me quedó grabado en la mente hasta que escuché al doctor Gaona hablando sobre esto y me dio que pensar…

El fenómeno del visitante trata de que, a una persona que le queda poco tiempo de vida, se le aparece alguien querido, ya fallecido, para confortarle.

Según los distintos testimonios, este fenómeno se suele dar en personas con enfermedades terminales y suele ocurrir unas semanas antes del fallecimiento de esa persona. Hay casos, sobre todo, de ancianos que ni siquiera sabían que iban a morir y también de niños enfermos.

La experiencia suele ser algo que la persona ve como normal: el aparecido o visitante, no se muestra como una aparición fantasmal, sino que lo hace como alguien corpóreo y real, se sienta incluso a charlar con la persona objeto de la visita y dialogan de un modo emotivo y normal.

En el caso de los niños, sus visitantes suelen ser (debido a su poca experiencia vital), abuelos fallecidos o, incluso, han llegado a describir ángeles.

Lo que siempre coincide en todos estos casos es, que tras recibir esta visita, la persona fallece en poco tiempo y está demostrado que, dichas visitas, les aportan paz y una mayor aceptación de lo que se les viene encima. Es como que saben que hay seres queridos esperándoles en otro lugar, algo que hace que la muerte no sea tan horrible, ya que no te vas solo.

Todo esto, las ECM y el fenómeno del visitante, podría explicarse de un modo puramente psicológico (por el miedo a la muerte, por la necesidad de creer en el reencuentro con familiares ya fallecidos) y dentro de las creencias religiosas, ya que sería algo muy ligado a la creencia de que existe un cielo y un infierno. Sin embargo, una vez más, existen testimonios venidos de gente de diferentes religiones, de gente atea; que hacen que el asunto no pierda misterio ni se encuentre una explicación psicológica certera al cien por cien. ¿Cómo se explica que alguién que profesa una religión en la que no creen en el diablo o en el cielo haya experimentado una ECM y/o el fenómeno del visitante?

Hay casos muy inquietantes en donde la experiencia del visitante no ha sido tan agradable y emotiva… Casos en los que la visita ha venido de un ser desagradable que ha provocado en el enfermo terminal una experiencia tan terrorífica como traumática.

Así que, nos quedaremos, sin saber todavía a qué se deben estos interesantes fenómenos… si son todos provocados por el cerebro humano; o si, en verdad, forman parte de un universo paralelo que todavía no podemos demostrar o conocer. Lo que está claro, es que ninguna hipótesis acierta del todo ya que siempre hay algún punto que la desmonta.

Tendremos que esperar a que pasen los años y la ciencia nos dé alguna respuesta.

 La pregunta es:

¿Llegaremos a obtenerla en esta vida?

 

Redacción: Lydia Alfaro

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