Ayer a los fans de Studio Ghibli nos dieron un susto tremendo. Las redes sociales se hicieron eco de una triste y desagradable noticia que muchos de nosotros tememos que llegue un día de estos pero que NO deseamos por nada del mundo: que Studio Ghibli cierra sus puertas.
¿De dónde salió esta afirmación? El susto deriva de lo que comentó ayer Toshio Suzuki –el que fue co-fundador, ex-presidente y productor del estudio– en el programa de televisión Jounetsu Tairiku de que “se desmantelará el departamento de producción de anime”. Como consecuencia, la mala noticia llegó a impactar tanto que incluso se llegó al trending topic en Twitter.
Por suerte, informaciones de última hora aclararon que se trataba de un cierre temporal en el que se estarían llevando a cabo reestructuraciones. En una entrevista que ha concedido hoy Toshio Suzuki a la televisión japonesa ha declarado que Studio Ghibli no ha cerrado la puerta para seguir produciendo películas en el futuro y que sus palabras se han podido tergiversar.
Lo que sí está claro es que de momento Ghibli aprovechará este “parón” para buscar alternativas viables para seguir produciendo sus películas.
El caso es que Studio Ghibli es uno de los pocos estudios de animación de Japón que tiene una plantilla fija de trabajadores con nómina todos los meses. Eso quiere decir que aunque no se esté creando ninguna película sus trabajadores cobran su sueldo cada mes. Pero por desgracia ni siquiera las películas de Miyazki, que son las que más recaudación consiguen, han conseguido estabilizar la economía de Ghibli. De ahí la idea de replantearse de volver a sus orígenes y crear un equipo para cada proyecto. Es decir, que en vez de tener a toda la plantilla en nómina como han tenido hasta ahora sólo pagarían a aquellos que trabajasen y participaran en el proyecto que se estuviese realizando en el momento (y supongo que fue en este punto cuando hubo la fatídica confusión). Este sistema de producción era el que se empleaba en Ghibli en sus orígenes desde su fundación hasta 1992.
Otros factores decisivos que han llevado al estudio a tener que replantearse esta serie de cambios han sido el adiós de Hayao Miyazaki, la posterior marcha de Toshio Suzuki y los desastrosos resultados en taquilla de Kaguya-hime no Monogatari –la última película de Isao Takahata estrenada el pasado mes de noviembre en Japón–, amén del elevadísimo coste de producción de la misma. Por lo que respecta a Omoide no Marnie, la nueva película de Ghibli que se estrenó el pasado 19 de julio, no ha tenido malos resultados. En su primer fin de semana quedó en tercera posición, y durante su segunda semana siguió en ese mismo puesto. Aun así los resultados tampoco son muy prometedores. Así que mientras se replantean todo esto, Ghibli se centrará en gestionar sus licencias.
Por otro lado, un pequeño equipo liderado por Miyazaki se centrará en los proyectos destinados al Museo Ghibli, que vienen a ser cortometrajes, exposiciones, etc. En cuanto al departamento de Yoshiyuki Momose seguirá trabajando en la realización de anuncios y videoclips como han hecho hasta ahora.
En resumen, Ghibli sólo hace un parón indefinido para reestructurar su forma interna y encontrar una solución viable para poner de nuevo en marcha su maquinaria. Suzuki-san sí que declaró, en parte, que Ghibli dejaría de producir películas de animación pero no definitivamente tal y como se propagó ayer por internet dándonos un disgusto tremendo a los fans.
Si aún queda alguien que no las tiene todas consigo y sigue desconfiando dejo aquí una imagen extraída de Twitter (vía @tomatrans) de la parte más importante de la reunión sobre el cierre de Ghibli. Está traducida al inglés:
Aunque sea pequeño, todavía queda un rayo de esperanza para Ghibli. Creo que la decisión de cerrar temporalmente es la más adecuada. Vale más esto que venderse a otra empresa y perder de este modo la esencia y libertad de las que tanto caracteriza al estudio. Ojalá vuelvan pronto dispuestos a todo para arrasar con nuevos y brillantes proyectos para poder salir del agujero en el que han empezado a caer.
Redacción: Mariona Rivas Vives
Fuente: Generación Ghibli
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