Rincón Otaku | Reseña manga: “Solanin”, de Inio Asano. El grito inconformista de un grupo de jóvenes

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Título: Solanin

Mangaka: Inio Asano

Editorial: Norma Editorial

Traducción: Marc Bernabé y Verònica Calafell

Demografía: seinen

Género: slice of life, música, romance

Nº de tomos: tomo único

ISBN: 978-84-679-1736-9

PVP: 15’95€

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Sinopsis: Una novela gráfica sobre las relaciones, los sueños y la realidad de un grupo de jóvenes adultos.

Inio Asano , uno de los jóvenes mangaka más interesantes del panorama japonés, narra con maestría y sensibilidad los miedos, dudas e incertidumbres de un grupo de jóvenes adultos que lucha por encontrar su lugar en un mundo y en una sociedad que les obliga a madurar y a asumir un rol que ahogará sus sueños. ¿Madurez o creatividad? ¿Juventud o sensatez? Una obra introspectiva y agridulce en un volumen único.

 

 

 

“Taneda también tiene que ser consciente de que este instante se sostiene sobre el mismo hecho de que hemos dado la espalda a varias realidades. Y de que a partir de ahora no podremos desaprovechar ninguna oportunidad, por insignificante que parezca. Por eso, este instante debe ser el punto de inflexión: desde una rutina en la que consumimos nuestra limitada vida hacia otra en la que lo que hacemos es construirla. Y más allá… ¿adónde nos dirigimos, si se puede saber?”

 

 

¿Quién se atreve a decir que el manga sólo es un comic infantil-juvenil de trompazos y amores tontos de instituto? Hay muchos mangas y mangakas cuyas obras saben reflejar el espíritu de la sociedad y de sus integrantes y hacer una severa crítica. Solanin es una de estas obras.

Cuando se es joven se tienen muchos sueños. Grandes sueños que, con el paso del tiempo y el peso de la chocante realidad y la monótona rutina, acaban diluyéndose. Pero los jóvenes protagonistas de este manga no quieren que sus sueños y aspiraciones, o al menos su visión de la felicidad, queden en agua de borrajas.

 

La historia gira en torno a Meiko, una joven recién licenciada que se ahoga en el trabajo de simple oficinista de una empresa; Taneda, su novio, se pasa los días trabajando en una empresa de diseño con un contrato basura, muchas horas de trabajo y un sueldo muy bajo; Billy, cuya vida laboral está más o menos apañada ya que su familia son los dueños de una droguería, pero eso no significa que no puede evitar sentirse frustrado; Kato lleva seis años en la universidad, pasando el tiempo porque no ve el momento de entrar en el mundo de los adultos; Ai, la pareja de Kato, también siente con pesar que el tiempo fluye al igual que sus sueños. Pero a veces hay momentos en la vida donde una decisión puede cambiar el curso de las cosas, y decidir apostar el todo por el todo es algo que no todo el mundo es capaz de llevar a cabo por miedo. Y estos chicos deciden dar el paso.

Todos son jóvenes, tienen aspiraciones y sueños pero la realidad es chocante y desesperante, pues ellos saben muy bien que lo que les espera en el futuro es la monotonía de los adultos, algo que desean retrasar todo lo posible. Jóvenes perdidos con un futuro incierto ante sus pies. No saben exactamente lo que quieren pero al menos sí saben lo que no quieren, y esto es al fin y al cabo lo que uno va descubriendo con el transcurrir del tiempo.

Inio Asano indaga de forma introspectiva en lo que es la realidad de muchos jóvenes de hoy en día: la preocupación por el mañana, la estabilidad –o inestabilidad según se mire–, la lucha por los sueños, la frustración de la vida… Es un canto a la rebeldía de la juventud contra lo que es ser adulto. Una forma de intentar gritar al mundo un mensaje: el de al menos intentar luchar por lo que uno quiere en la vida. Porque, si a pesar de todos tus esfuerzos y tu empeño, si no lo consigues al menos te quedará la satisfacción de haberlo intentado.

Solanin es de esas historias que te llegan, que se te meten dentro y te hacen reflexionar. Te hace sentir frustración, alegría, tristeza… ríes y lloras con sus personajes… Empatizas con todos y cada uno de ellos, porque a su manera intentan sobrevivir y tirar hacia adelante. Y también porque todos hemos sido jóvenes alguna vez y nos hemos sentido de este modo, con ganas de comernos el mundo y de intentar cambiarlo si es posible, de no dejarnos llevar por el paso del tiempo y la rutina del día a día.

Quizás para muchos el tema que se trata en este manga suene a tópico, un recurso muy utilizado en la literatura y el cine, pero Asano realmente consigue llegar al lector mediante la historia agridulce de estos jóvenes cuya pasión es la música, lo único que los hace sentir vivos. Y a pesar de que el manga no está exento de su tragedia y no hay un “happy ending” propiamente dicho, sí se vislumbra un poco de luz y esperanza al final del túnel. Porque la vida no es un camino de rosas y las cosas no siempre irán como uno espera que vayan, porque siempre rondará por tu cabeza la típica y temida pregunta que muchas veces nos atormenta cuando tomamos una decisión y luego vemos que nos equivocamos o sentimos remordimientos: ¿y si hubiera hecho esto en vez de aquello…?. Pero también es verdad que hay momentos felices que hay que atesorarlos. Esos recuerdos nos ayudan a ir viviendo el día a día y a tirar hacia adelante. Porque la felicidad son pequeños momentos que se van acumulando a lo largo de nuestra vida y nos hacen sonreír cada vez que echamos la mirada atrás.

 

 

 

 

Sobre el mangaka

Inio Asano nació en 1980 en Ishioka, en la prefectura de Ibaraki. Como buen mangaka, empezó a dibujar muy joven, en el colegio. Allí dibujaba las tiras cómicas (esas clásicas tiras japonesas de cuatro viñetas) que tenían mucho éxito entre sus compañeros. Debutó como mangaka siendo muy joven, a los 17 años. A los 21 ganó un premio para jóvenes talentos y los 23 ya estaba dibujando su primera obra importante: Subarashii Sekai (traducida al inglés como What a wonderful world!). Asano es autor de las famosas obras Nijigahara Holograph, Hikari no Machi (City of lights), Oyasumi Punpun, La chica a la orilla del mar y Solanin. De esta última se hizo en 2010 un live action protagonizado por la popular actriz Aoi Miyazaki. Sus obras se han traducido a varios idiomas, y aquí en España hace poco que hemos empezado a disfrutar de algunas de sus obras como La chica a la orilla del mar y Nijigahara Holograph (aunque esta última ya había sido publicada por Ponent Mon con poco éxito) publicadas por la joven editorial Milky Way, y muy recientemente ha sido publicada Solanin por Norma Editorial.

 

Redacción: Mariona Rivas Vives

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