El martes 18 de Septiembre nos dejó para siempre, por lo menos en la vida terrenal, Santiago Carrillo a sus 97 años de edad. Murió durante la siesta, tranquilamente en su casa de Madrid. Por la capilla ardiente que se instaló en el auditorio Marcelino Camacho de CCOO pasaron unas 25.000 personas para darle el último adiós. Se pudieron escuchar voces cantando la Internacional con el puño en alto y lágrimas en los ojos. Sus cenizas serán esparcidas por el mar de Gijón, como él mismo había pedido.
Secretario General del Partido Comunista Español (PCE) de 1960 a 1982, combatiente de la Guerra Civil Española, figura relevante en la época del franquismo y más tarde en la época de la Transición. Una vida marcada por la política de su época, vida difícil que incluye el exilio y muertes de seres queridos como una de sus hijas.
A Carrillo todo el que le conoció, le describe como alguien lleno de vida e inquieto, buen amigo de sus amigos. Siempre tenía palabras de apoyo en momentos difíciles. Una mentalidad abierta que brillaba mucho más cuanto más complicada era la situación. Ha sido considerado por algunos historiadores como una de las personalidades que posibilitó el éxito de la transición política a la democracia en España.
Y se fue uno de los dinosaurios de la política española…
De cuando los políticos se dedicaban a la política para intentar cambiar las cosas de verdad, y se dejaban la piel en ello, fueran de la ideología que fueran. Este año se nos han ido demasiados.