Hoy en día disfrutamos del carnaval, durante los tres o cuatro días, anteriores al Miércoles de Ceniza, que supone el inicio de la Cuaresma cristiana, tiempo de recogimiento espiritual, abstinencia y ayuno, que finaliza el Domingo de Resurrección.
La palabra carnaval proviene del latín “carnem levare”, que hace referencia al hecho de eliminar la carne, relacionado con la prohibición que de su consumo existía durante la cuaresma cristiana.
Algunos historiadores fijan su origen en tiempos de los egipcios, y sumerios hace aproximadamente unos cinco mil años.
En nuestra sociedad, las celebraciones que más nos han influido, son las realizadas por los romanos en la época de esplendor de su Imperio: cuando honrando al dios del vino, Baco, celebraban fiestas durante días, en las que incluso participaban sus esclavos.
En el siglo XV los europeos llegaron a América, y con ellos la tradición de la fiesta del carnaval. Eran tres días de celebración, en los que casi todo estaba permitido, por ello, la gente iba disfrazada, tapándose el rostro para salvaguardar el anonimato.
Pese a ser una celebración propia de la antigua Europa cristiana, tiene su origen como la mayoría de festividades en ancestrales tradiciones paganas.
A raíz de la expansión del cristianismo, en la Edad Media, pese a estar muy arraigada la religión, y perseguirse a los que no la compartían, la festividad tuvo un considerable auge, ya que era tomada como una forma de preparación para los días de ayuno que se avecinaban, y de despedida de la carne y la vida libidinosa, adquiriendo el nombre de Carnaval.
En la actualidad, está desligado totalmente de su ingrediente religioso, pese a celebrarse días antes de la cuaresma.
En algunos lugares, se celebra al término de la Epifanía, el día 6 de enero, en Alemania, comienza el día 11 a las 11 y 11 minutos.
Los carnavales más famosos en la actualidad son: el de Río, al que Brasil se rinde cada año, entre la preparación y la duración del mismo el país se detiene más de un fin de semana, el de Santa Cruz de Tenerife y el de Venecia.
Sin embargo, mención merece el que se desarrolla en Cádiz, pese a no tener la pomposidad y espectacularidad de muchos otros, tiene su propio encanto, destacan por la sencillez e imaginación de sus participantes, con las chirigotas, que muestran en sus letras con ironía y humor los temas del momento.
Se celebra en múltiples lugares, en todos tienen en común la presencia de desfiles de carrozas, comparsas, máscaras, y muchos muchos disfraces.
¿Ya tienes preparado el tuyo para este año?
Redacción: Aitziber López Marín
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