
En los pasados días 6, 7 y 8 de julio tuvo lugar en Barcelona una concentración motera de Harleys, fanáticos de las motos y del estilo de vida de la carretera y manta.
Nada más salir del metro ya te sentías como si hubieses cambiado de continente: moteros tatuados y con chaquetas de cuero negro, Harleys aparcadas de un montón de colores, tamaños y diseños personales –algunas motos tenían dibujados una Betty Woop zombie y un Correcaminos de los Looney Tunes-, paraditas atestadas de accesorios para motos, camisetas, gorras, chaquetas, cadenas, cascos y demás complementos, gente con enormes vasos de plástico
llenos de cerveza y riendo animadamente, casetas donde se hacía carne a la brasa, frankfurts y pinchos que inundaban el aire con su olor y de fondo sonando música country tocada por varios grupos con los típicos sombreros de cowboy en un escenario que habían montado para la ocasión. Muchos se animaron y enseguida se juntaron varios haciendo la famosa coreografía de tacón-punta-tacón, eso sí: todos iban a la vez y sin equivocarse, con mucho ritmo y estilo.
En uno de los muchos expositores que habían montado estaban expuestas una gran variedad de harleys para que los curiosos y los fanáticos de las motos que quieren una Harley pero que desgraciadamente no se la pueden permitir se montaran en las que más les g
ustase y pudieran hacerse un book de fotos con sus cámaras.
Además durante estos tres días se pusieron a disposición de la gente 35 motos para dar una vuelta por la montaña de Montjüich y así poder vivir la sensación de lo que es conducir esta magnífica moto. Y también para otros menos atrevidos, en otra caseta había expuesta una Harley donde se podía darle gas a fondo para oír ese traqueteo típico, música para los oídos para muchos.
Y por supuesto hay que mencionar un expositor –eso sí, un poco modesto- exclusivo de Elvis Presley. Allí había fotos del cantante, un par de trajes típicos que utilizaba en sus conciertos y, cómo no, una Harley.
El domingo 8 de julio tuvo lugar el famoso Desfile de Banderas, donde todos los grupos de moteros salieron en tropel con sus banderas llenando la ciudad de Barcelona con la música de los tubos de escape de sus Harleys.
Un fin de semana con el ambientillo al más estilo “born to be wild” que nadie debería perdérselo por nada del mundo.
Redacción: Mariona Rivas Vives
Fotografías de: Elia Berné Vives y Elisabet de Loreto
Que buenos recuerdos…en los noventa mi marido y yo circulábamos en una maravillosa, y nos lo pasábamos… ¡que tiempos aquellos!
Olor a neumáticos quemados y a gasolina cargada de octanos… Ese aroma ha venido a mí al leer acerca de esta concentración jeje
Barcelona queda lejos de donde vivo, pero en un pueblecito próximo celebran una concentración de las mismas características y el ambiente que allí se respira está cargado de buen rollo, camaradería y ganas de pasarlo bien.
La última vez que pillé una de esas máquinas tuve la mala suerte de pisar un charco de agua sobre un paso de peatones y me rompí un dedo, pero a pesar de todo siempre que tengo ocasión me acerco a eventos así.
Ya no las monto, pero siempre viajan en mi corazón XD