Triángulo de amor bizarro – Victoria mística

Print Friendly, PDF & Email
23 Votos obtenidos¡Vótame!

Las calles de Boiro, una pequeña localidad costera de la provincia de A Coruña, siempre supuraron un halo de misticismo, casi intrascendente, que se va oxidando con el rigor climático, sin que nadie quiera reparar en su presencia, conforme caen las hojas del calendario. Y mirar hacia otro lado se convierte en credo necesario. Una especie de victoria mística.

Triángulo de Amor Bizarro ha conseguido por méritos propios convertirse en un referente de la escena indie de este país. Y para ello, se han dedicado pacientemente a desarrollar dos facetas., recogiendo la esencia vital de este peculiar rincón del mundo que les vio crecer.  La de trovadores y la de alquimistas. Ambas, profesiones milenarias, se conjugan a la hora de ofrecer un producto desgarrado y brillante. Mezclando en el alambique gotas de inmediatez, distorsión, shoegaza y noise, letras punzantes y brillantes momentos pop. Agitando la mezcla. Muy fuerte. Autoproduciéndola hasta conseguir la densidad deseada. Más parecida a la de la sangre que a la del agua. Quién mejor que ellos sabe cuáles son sus puntos fuertes.

Desde su debut homónimo, una maqueta que revolvió el estómago del panorama musical independiente, esta receta en pos del revoltijo siempre ha contado con los mismos ingredientes básicos. Se perpetuó en El Hombre del Siglo V y dieron con la fórmula del oro en Año Santo, convirtiéndolo en un disco ampliamente reconocido. Por aquí y allende nuestras fronteras. Y mostrando la rabia de un directo inconmensurable sobre escenarios que les han visto crecer exponencialmente.

Rodrigo e Isa siguen intercalándose en las voces. Y en los coros. Cada uno con su estilo muy personal. Hasta el punto de impregnar las melodías con su sello en función de a quién le toque cantar. Poco que añadir de las letras que no se sepa ya. Influenciados por los mismos lugares comunes que han visitado a lo largo de su discografía. Sexo, política, rabia, ironía. Revisitando a sus grandes influencias (por 25 pesetas inserte aquí algún manido grupo de shoegaze como The Jesus and Mary Chain).  Rodrigo abre el disco avisándote de que puede robar tu tiempo, entre una lisérgica mezcla de sintetizadores, batería y sonido de radiales de obra. Y nos propone guillotina. Más adelante nos susurra Isa en Un rayo de sol algo así como “Vamos a pudrirnos en el mismo ataúd, vamos a pudrirnos en la misma fosa común, que se fundan nuestros restos”.

Y durante poco más de media hora podemos morir en paz. Una muerte rabiosa y dulce a la vez. Paradoja que tan solo pueden entender en su totalidad aquellos que han sentido alguna vez la victoria mística sobre sí mismos. Bienaventurados sean.

Crítica: Chris Val

Sobre pandoramgzn