La Magia de Rufus T. Firefly hace inolvidable su concierto en la sala El Sol

Print Friendly, PDF & Email
3 Votos obtenidos¡Vótame!

 

El concierto en la sala El Sol de Rufus T. Firefly fue inolvidable, desde el  inicio con Víctor y su eléctrica  interpretando la visión más intimista de «La historia secreta de nuestra obsolencia programada», una gesta y un regalo para los fans, cuando la banda empezó a desplegar su sonido, el universo Rufus hizo su aparición, Julia, Sara, Victor, Charly y Alberto empezaron a desplegar su magia con cortes tan sublimes como «Test de Voight-Kampff» y su dulzura enjaulada o «Ruidos y sueños«,  «El séptimo continente» y  su universo paralelo lleno de  psicodelia y sonidos marcados con base en el trabajo duro y el virtuosismo.

Los himnos no tardarían en llegar, rozarían el ocaso del concierto (escribe aquí el nombre de la persona a la que más quieras), «Ya de niños odiaban la música» y «Incendiosuicida» con la sorpresa del cantante de Pasajero en el escenario, la banda estaba dando lo mejor de sí disfrutando y encumbrándose para tocar la perfección y demostrar que no existe  el ocaso y que el sueño de tocar en este tipo de salas  es una realidad.   La dulzura llegaría en «Dentro de 7500 años» para despedirse. Habían demostrado que dé inicio a fin habían dado un recital cargado del mejor sonido posible y con una ejecución inmejorable.

Tres cortes en calidad de bises, una cover como es «Elephant» haría ver que saben apropiarse de muchos temas haciendo que su sello sonoro se irradie. «La gran mentira» era la despedida más triste, la banda por todo lo alto, cansada y con una sonrisa de oreja a oreja se despedía agradecida, el respetable agradecido.  Gracias Rufus por demostrarnos que la calidad y candidez van unidas.

Crónica: Jero Romero (@jero22ind)

Sobre Lourdes Caiminagua