Factory Floor – Factory Floor

Print Friendly, PDF & Email

8 Votos obtenidos¡Vótame!

.

factory-floor-album-cover-500x504

De estas que llega a tus oídos de forma medianamente fortuita el último trabajo (Y primer LP, después de varias incursiones en forma de single y de EP) de una banda desconocida que responde al nombre de suelo de fábrica. A quienes los que poseen gusto febril y enfermizo por la catalogación han querido etiquetar como música de baile oscura, Black-Synth, Tech-House, Post Industrial y un largo etcétera de terminología barata. Propongo un juego empírico. Ponlo a un volumen ensordecedor según lo escuches. Probablemente tu vecino del quinto se sentirá muy confuso antes de enfundar el teléfono para hacer la llamada de rigor a las autoridades pertinentes si Factory Floor está acariciando a toda tralla las paredes de tu casa. Quédate con eso.

Al trío londinense, formado por Gurnsey, Butler y Colk, le importa un bledo el qué dirán. Baterías, sintetizadores y efectos vocales forman la santísima trinidad de estos acólitos del protestantismo sonoro. Y para dotarlo de entidad se valen de un estilo mil veces oído, pero dotado de alma orgánica. Sintetizadores ante el horror vacui. Que se pliegan, se retuercen y se ramifican hasta el hastío, hasta tornar habitable la esquina más desolada de la electrónica. Aquella en la que se cobijan los más extraños del redil.

Música machacona, sin duda. De difícil digestión para los no avezados en semejantes páramos sonoros. Disco áspero, difícilmente bailable en ocasiones, minimalista en otras, exagerado siempre a la vez. Que suena tan noventero por momentos que asusta. Y aderezado con píldoras de voz distorsionada a cargo de Nik Colk. Frías, impersonales, alejadas de la limpieza sonora, bajo el tamiz del eterno reverb.  Y aún así, tras este compendio de dificultades impropias de una recomendación musical dominguera, el disco no deja de sonar en bucle.  El botón rojo sobre un fondo blanco con una inscripción que reza: NO TOCAR. Y que todos vamos a pulsar, conscientes de haber caído presos de su incesante embrujo.

factory_floor

Crítica: Chris Val

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.