Cultura Inquieta ha registrado más de 35.000 visitas en su cuarta edición de festival. “Las expectativas se han satisfecho ampliamente”, afirma Juan Yuste, el director de este encuentro multidisciplinar que se ha desarrollado durante tres semanas del mes de julio. Este 2013 era un reto para la organización, ya que el festival crecía, cambiaba de escenario y multiplicaba prácticamente por cuatro su aforo, y con esta apuesta, el público ha respondido. Una media de 2.000 personas ha acudido a las jornadas de conciertos; en cada sesión de teatro se han llenado 600 butacas; medio millar de inquietos han participado en las doce noches de deejays en la zona chill out del festival; unos 150 niños han accedido cada día al recinto; los talleres han tenido 200 inscritos en total, el encuentro de instagramers registró 300 igers y la proyección del trabajo de Chema Madoz la vieron 400 personas aproximadamente.
“Hemos sacado buena nota en un año muy importante para Cultura Inquieta, en un momento en el cual tan complejo y tan necesario es desarrollar ofertas artísticas y culturales”, subraya Yuste; el año en que esta plataforma cultural, organizadora del festival junto con el Ayuntamiento de Getafe, iba de la mano con la Universidad Carlos III de Madrid, donde se ha celebrado el encuentro (Getafe).
La nueva ubicación, como transmiten desde la organización, ha facilitado el acceso a los inquietos que llegaban de fuera de Getafe, desde dentro o fuera de la Comunidad de Madrid, tanto en transporte público (20 minutos a la Puerta de Sol de la capital), y con autobuses nocturnos hasta Atocha, como en vehículo particular (parking de 500 plazas).
De hecho, más del 75% de los asistentes han venido de fuera de Getafe. “Hubiera sido imposible disfrutar de estos artistas tan cotizados en el anterior recinto del festival; muchísimas personas se hubiesen quedado en la calle y los precios de las entradas hubieran tenido que ser muy superiores”.
Las 16 jornadas del festival (del 3 al 21 de julio) se han cerrado sin un solo incidente. Aquí, Juan Yuste destaca que se mantiene el talante conciliador de Cultura Inquieta y que “no importa el número de aforo, los encuentros son participativos y el ambiente siempre es muy amistoso; es como una gran reunión de amigos”. Subrayar “la gran acogida que hemos tenido al no cobrar entrada a niños menores de 12 años”, que ha motivado que familias enteras accedieran al festival.
El domingo pasado, clausuró la edición de su festival con el humor, y la carcajada del público, de Ilustres Ignorantes. Butacas llenas. El público ha respondido durante el festival y nos ha acompañado también en esta última jornada. Pinchó también, como colofón, Pepe Colubí, uno de los tres ilustres, en la zona chill out del recinto.
Resumen de actividades
Doce conciertos, doce sesiones de deejays, tres jornadas de teatro, talleres, exposiciones, proyecciones, parque infantil, juegos… Cultura Inquieta preparó para esta edición más de un centenar de actividades multidisciplinares que han convivido en el mismo espacio (Universidad Carlos III). Nombres como Richard Bona (único concierto en España); el guitarrista Robert Cray, el saxofonista Bill Evans, la leyenda viva del jazz Lou Donaldson, Juan Perro y su big band la Zarabanda, Guadalupe Plata, Marlango, Supersubmarina o Faemino y Cansado, Osaka Monaurail, entre otros, han dado forma al cartel inquieto de 2013.
“Estamos muy contentos de seguir haciendo ver a nosotros mismos y a todo el mundo que hay una forma diferente de construir cultura y que podemos tener artistas de primer nivel internacional a precios de broma”. Las entradas tenían un precio desde 10 euros y abonos para los 12 conciertos por 60. A destacar también la satisfacción de la organización “de ver exultantes a los artistas por cómo se comporta la producción y el público de Cultura Inquieta”.
¿Próximo año? Por supuesto. “Salimos fortalecidos de esta edición de 2013 y nos ponemos a trabajar en la próxima, donde podemos adelantar que nos vamos a dejar de emocionarnos a lo grande”.
En 2014 “vamos a continuar con esta explosión de actividad y de júbilo. Cultura Inquieta se ha convertido en un fenómeno, en una de las realidades más sólidas y a la vez prometedoras de la escena nacional de festivales. Y queremos más, mucho más”.
Ahora, Cultura Inquieta como plataforma toma un breve respiro tras su festival con el que concluye su actividad anual y en septiembre regresará con más actividades. Con el nuevo curso el colectivo cultural seguirá acercando acciones relacionadas con la música, el teatro o la literatura por diferentes escenarios españoles. Cultura Inquieta cuenta con 500.000 seguidores en sus redes sociales y 50.000 visitas a su website. Edita, además, su revista internacional de arte Inquieta Magazine.
Fuente y fotos: Cultura Inquieta
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