Concierto de La Revenge y amigos, en la Sala Copérnico de Madrid

Print Friendly, PDF & Email
6 Votos obtenidos¡Vótame!

 

El pasado sábado 28 de septiembre las chicas de La Revenge parecían tenerlo todo en contra. A la misma hora que su concierto se había programado nada más y nada menos que un clásico del fútbol en la capital, Atleti – Madrid; para colmo, en las mismas fechas también se daba el evento ExpoCannabis, que reunía a un target muy parecido al de su público, y por si fuera poco, el cielo se confabuló para que cayera la tormenta del siglo. Circunstancias que parecían poco propicias a la hora de tratar de llenar una de las salas míticas de la música en Madrid: la sala Copérnico, con un aforo que llega a las 700 personas en las grandes ocasiones. Aun así, la presencia de grupos como Litera Sin Macula, Beneielim y Con La Calma animó esta noche (al menos unas 200 personas se dejaron caer por el concierto de La Revenge), y terminó siendo grande a fuerza de pasión, energía y mucho, muchísimo talento.

¿Te perdiste el concierto de La Revenge en la Sala Copérnico el pasado sábado 28 de septiembre? Pues en Pandora Magazine te lo contamos todo.
Las puertas de la Sala Copérnico de Madrid se abrieron el pasado sábado 28 de septiembre con motivo del concierto de La Revenge, acompañadas por amigos como Litera Sin Macula, Beneielim y Con La Calma; toda una apuesta para los amantes del hip hop y el rap en español. Sin embargo, no fue hasta pasadas las ocho de la tarde que se reunió el suficiente número de gente como para dar comienzo a esta fiesta del hip hop en español.

Litera Sin Macula, un grupo tradicional de hip hop, fueron los encargados de inaugurar esta sesión, a pesar de la escasez de público, la lluvia y el dichoso partido de fútbol que se desarrollaba casi al mismo tiempo, una energía brutal; energía de la que también fuimos testigos los momentos antes de dar comienzo el concierto, ensayando sus pasos de break dance en la pista de la Sala Copérnico. La actuación de estos chavales (y chavala) se extendió durante más de media hora, contando con la colaboración de los chicos de Doble Seco, dando lugar a unas actuaciones atrevidas y divertidas que calentaron un poco al público de la Sala Copérnico, que ya iba aumentando su número a medida que pasaba el tiempo. A Litera Sin Macula les sustituyeron, casi sin lugar a descanso, el celebrado grupo Beneielim, que fue acogido por el público entre aplausos y coros – ya que, llevando la contraria de lo que normalmente suele ocurrir en este tipo de conciertos, fue Beneielim, junto con La Calma, los grupos que más llenaron la sala, aunque ni siquiera fueran cabeza de cartel.

Beneielim, un grupo que mezcla bases reggae y ska con el más auténtico estilo hip hop. Letras frescas y originales, dio calor a un público que hizo todo lo que su grupo les pedía: corear canciones, levantar los brazos hasta que les dolieron e incluso, separarse entre chicos y chicas para corear el estribillo de su canción más celebrada al grito de “¡Que se jodan!”. Uno de los momentos más épicos de la actuación de Beneielim, sin embargo, fue aquel en el que Saro se encargó de marcar el ritmo con un tambor sobre el escenario mientras el resto de los componentes del grupo desarrollaban sus letras, personales y de marcado carácter. Después vino su conocido tema “El Barrio” y su despedida, acogida con aplausos y gritos de apoyo para este grupo madrileño.

Tras Beneielim siguió un pequeño descanso, de apenas unos minutos, tras los cuales apareció; Con La Calma en el escenario aunque, a pesar de su nombre, sin nada de calma, a los pocos segundos estos chicos hicieron saltar y bailar al público de la Sala Copérnico con su música, mezcla de electrónica y hip hop. Mientras Ati – la única componente femenina del grupo – daba rienda suelta a su voz de estilo soul, los chicos de Con La Calma animaban, cantaban y bailaban, sintiéndose cómodos en el escenario y haciendo sentir cómodo al público, que se divertía con ellos. Tras una capela de Chato, una sesión electro de su DJ y una actuación de media hora en la que tanto el grupo como el público terminó extenuado, Con La Calma abandonó el escenario entre los gritos de “¡Otra, otra!”. Complacieron a los chicos que se habían reunido en Copérnico con “Caen los ángeles”.

Dejando por fin el escenario libre para las chicas de La Revenge, que lamentablemente, apenas contaron con una treintena de personas entre su público; un hecho, que le dio otra dimensión al concierto, haciéndose más íntimo, y provocando un contacto directo de La Revenge con aquellos que aun quedábamos en Copérnico. Mai (la rubia del dúo, para aclararnos), tiró agua a los asistentes; Widi (la morena), se asomaba al borde del escenario para cantar directamente a la cara de los asistentes, y juntas disfrutaban del momento a pesar de todo. Su concierto comenzó con “Hablo De” de la mano de Widi, vestida con una camiseta corta y ancha en la que se podía leer “Barcelona”, su ciudad natal. Después salió Mai, siguiendo con su mayor éxito, “Fluye”, primera canción de su álbum “Cash Cash”, y otras canciones más románticas, tras las cuales Widi se encargó de romper un poco la magia “ya está bien de romanticismo” dijo. Y comenzaron su tema “Mi reina, mi ruina” que, como Widi explicó, hace referencia a su relación con la música. Una relación que se lo lleva todo y parece no dar nada a cambio en ocasiones; aunque en esta, a nosotros sí nos dieron a cambio un tiempo y una experiencia increíble.

“Empieza a contar”, “Detrás de las Fábricas” y “Camina o revienta” fueron otros de los temas, también incluidos en su disco Cash Cash, con las que las chicas de La Revenge se lucieron en este íntimo y minoritario concierto. Tras interpretar el tema homónimo de su último trabajo (“Cash Cash”) La Revenge se despidió del público de la Sala Copérnico, uniéndose a los chicos de Con La Calma y otros de Beneielim, improvisando sobre el escenario mientras daban su adiós al público de Madrid.

En definitiva, se trató de un concierto en el que ni la sala Copérnico ni las chicas de La Revenge ganaron; pero tampoco perdieron (al menos en términos económicos), y en el que pudimos ser testigos de la profesionalidad, no solo de los grupos acompañantes, Litera Sin Macula, Beneielim y Con La Calma, que probaron su valía y su desparpajo en el escenario; sino, sobre todo, de este dúo catalán que, a pesar de la escasez de asistentes y de tenerlo todo en contra, dieron lo mejor de su energía y talento sin importar cuántos o cuáles fuera su público; viviendo su música, sus composiciones y haciendo gala de sus mayores virtudes: su humildad y sinceridad sobre el escenario.

Crónica: Elena Rosillo
Fotografía: Pedro Bao Photography

Sobre Lourdes Caiminagua