Presentación de «Tierra sin hombres», de Inma Chacón

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«El número de los que llegan nunca es tan grande como el de los que se van, y todos lo hacían con el acento cambiado y con una enfermedad que les acompañaría hasta su lecho de muerte«. Así daba comienzo el sábado 15 de octubre en Fnac Alicante la presentación de «Tierra sin hombres«, la última novela de Inma Chacón (Zafra, Badajoz, 1954), publicada por Planeta.

Durante el acto, presentado por Emilio Tomás, de Taller de Prensa, Inma Chacón fue desgranando poco a poco las diversas cuestiones de las que habla esta novela, ambientada en una aldea de la Galicia de finales del siglo XIX y principios del XX, en la que los hombres tenían que emigrar en busca de una vida mejor, y sólo quedaban niños y ancianos. Es en este marco donde se desarrolla la historia de las protagonistas, Rosalía, una «viuda de vivo» —término acuñado por Rosalía de Castro— y sus dos hijas, Elisa y Sabela.

En primer lugar, Inma Chacón se presentó a sí misma como «una extremeña en Madrid», añadiendo que ella no había regresado a casa, pero que si lo hiciera «también tendría el acento cambiado». Seguidamente, Chacón explicó que los hechos que cuenta en «Tierra sin hombres» están inspirados en una historia real, la de Elisa, una de las protagonistas. Elisa fue una mujer que existió en la realidad, cuyo padre emigró a América y no volvió, y cuyo marido siguió el mismo camino, a pesar de que en su caso, regresaba de forma intermitente. Chacón también destacó que el título de la novela a algunos hombres les producía rechazo, y a otros curiosidad. Sin embargo, aclaró que la historia no sólo era un homenaje a las «viudas de vivos», sino también a esos hombres que habían tenido que emigrar para nunca regresar.

En cuanto a la temática de la novela, Inma Chacón explicó que tiene una parte de reivindicación social, ya que además de la cuestión migratoria aborda aspectos como la indefensión a la que se enfrentaban las «viudas de vivos», que en aquella época apenas tenían derechos legales; las duras condiciones laborales de los mineros, que ni siquiera tenían un día de descanso; o la penosa situación en las fábricas a las que acudían a trabajar las mujeres y los niños, en las que las jornadas duraban hasta dieciséis horas, sin tener siquiera una silla en la que sentarse.

Otra de las características de la época que se refleja en «Tierra sin hombres» son los rumores, aunque según opina Inma Chacón, hoy en día sigue sucediendo lo mismo: «Son como hoy, pero han cambiado los medios. Se generan rumores y maledicencias, se pretende hacer el mal. Seguimos viviendo en una aldea, la aldea global, y se sigue haciendo daño. No hemos cambiado tanto, el ser humano sigue teniendo los mismos sentimientos».

Sentimientos que también aparecen en la novela de Inma Chacón, como el del rechazo y la desconfianza de la aldea hacia los hombres que venían de fuera a trabajar a la mina, puesto que eran percibidos como una amenaza: «En un lugar sin hombres casaderos, los mineros son muy atractivos para las mujeres», a las que incluso «se les prohibía acercarse a la mina». Sin embargo, las jóvenes siempre encontraban la manera de hacerse las encontradizas y entablar relación con ellos. Esto lleva a otro de los ejes de la novela, los amores equivocados, ya que «Elisa, después de que su madre la haya destinado a casarse con el único bachiller de la aldea, se enamora de un minero».

Novelas para mujeres

Después de abordar toda esta temática, el presentador, Emilio Tomás, planteó la cuestión de la existencia de «novelas para mujeres», a lo que Inma Chacón respondió que «existe el prejuicio de que si una mujer escribe una novela con mujeres como protagonistas, es para mujeres. Pero, ¿le preguntaron a Tolstoi, o a algún otro escritor cuyas protagonistas eran femeninas, si sus novelas eran para mujeres? Una mujer escribe. No hay literatura femenina ni masculina.» Además, añadió que le sorprende encontrar a «hombres que dicen en público que no leen a mujeres», y que su respuesta siempre es «tú te lo pierdes». Acto seguido, Inma Chacón indicó que «si existe el Día de las Escritoras, es porque es necesario. En España, el 20% de los libros está escrito por mujeres, pero sólo se reseñan el 4% de libros escritos por mujeres», a pesar de que «el 90% de lectores son mujeres». «Mal vamos, en esta tierra sin hombres», concluyó.