.
Título: Género humano
Autor: Isla Correyero
Editorial: Inspirar Expirar Ediciones
Páginas: 317
Género: poesía
ISBN: 9788461677672
Precio: 19 €
Largo ha sido el tiempo de regreso a la publicación de la poeta extremeña Isla Correyero, que se ha mantenido alejada más de diez años de la palabra impresa aunque no de la de escritura. Su currículum resulta impresionante y ha sido, en especial desde la publicación de su poemario Lianas, un referente en la poesía española contemporánea.
Aparece ahora bajo su propio sello y criterio editorial Inspirar-Expirar Ediciones (íntimamente ligado a la metodología de trabajo de Editorial Alacena Roja) este nuevo volumen que, bajo el título de Género humano, reúne dos de sus libros: Diario de una enfermera y Occidente. Me voy a centrar en estas líneas en el segundo, ya que el Diario de una enfermera es la versión revisada de otro de sus trabajos emblemáticos: obtuvo el Premio Ciudad de Córdoba en 1997 y desde entonces quedó transformado en un icono de culto.
Occidente reúne producción inédita de la autora plasmando su particularísima visión de la existencia humana. Encontraremos al sujeto poético siempre en una íntima relación con el entorno tanto emocional como social, cuyo foco ilumina la injusticia, la dureza, la represión sorda que sufren tantas personas (en especial, del género femenino) que nos rodean y a las que solemos pasar por encima en nuestros quehaceres, preocupados en nuestro egoísmo.
El retrato no se encalla en la obviedad social, sino que desde las miserias particulares extrapola un declive de la sociedad occidental. Nos encontramos en un bote que hace aguas, que se hunde lentamente pero los demás continúan en el salón de baile, despreocupados y ajenos, negando no ya la voz poética y el grito de alarma y advertencia, sino obviando incluso el frío del agua que ya les moja las pantorrillas. Ejemplos de esta perspectiva particular los encontramos en el poema que da título al libro: Occidente. En posteriores capítulos irán desfilando una serie de personajes orgullosos del derroche, abanderados ejemplares de una utopía con fecha de caducidad, un estado de bienestar falso de gastar y tirar. No obstante, no todo es reprimenda, la mirada de Isla está llena de amargura pero también de fino humor y triste comprensión: resulta complicado que la sociedad no te arrastre en su tren de anorexia y espejismos de morbo, look ambiguo y lujuria. Resulta también sorprendente la capacidad de la autora para establecer un paralelismo con ese redil del mundo poético que se establece como una idónea metáfora de la injusticia y el nepotismo. Esa es, sin duda, la faceta más amarga de todas, la de todos los días, cuando a uno se le evidencia esa diferencia eterna e insalvable.
Aunque partimos de unas referencias reales y plagadas de la cultura popular (Alí el boxeador, el artista corrupto, las bombas de Hiroshima y Nagasaki, etc.) ese mundo injusto no se mantiene anclado sino que es transformado y filtrado por el poder de la imagen y la pulsión poética, como un lepidóptero que nace desde el armario más oscuro investido de los más vivos colores y metáforas que nos conducen a la epifanía. El yo poemático termina, de tanto reflejar su emoción en el entorno social, transformado en lo lírico y lo metafísico, como ocurre en el maravilloso poema final: Revelación; una decidida y firme expiación para volver a llenarse de aire y avanzar, seguir tocando la mejor de las melodías en honor a la humanidad en su declive.
En el plano puramente formal se irán alternando metáforas brillantes en un estilo libre que yuxtapone lo amargo con lo extraño, un mundo fabulado no evidente. La libertad estructural es completa saltando de la composición en prosa hasta piezas de verso corto en unos poemas que, por lo general, tienden a la extensión media. Aún así, subyace un profundo dominio del ritmo y la musicalidad del conjunto, que es uno de los rasgos que distingue la verdadera poesía frente a la mera descripción de intención lírica.
En cuanto a la edición: un trabajo sobrio, efectivo. El diseño de cubierta es obra de Luisa Navarrete. Como técnico en radiodiagnóstico me ha resultado llamativo el sello de la colección que recuerda a una radiografía de tórax. Volumen muy grueso y resistente, papel color crema, cubierta en cartulina sin solapas, no hay erratas apreciables.
En conclusión, una estupenda oportunidad de hacerse con dos poemarios tan impactantes como reveladores que suponen el brillante regreso de una de una voz intensa y de gran empaque.
Deja una respuesta