“Musashino”, de Doppo Kunikida. Armonía entre Naturaleza y Humanidad

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Título: Musashino

Autor: Doppo Kunikida

Editorial: Ardicia

Traducción: Yoko Ogihara y Fernando Cordobés

ISBN: 978-84-942916-5-4

Páginas: 168

PVP: 16’90€

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Sinopsis: La legendaria llanura de Musashino sirve de escenario a esta colección de historias en las que el japonés Doppo Kunikida confronta los misterios de la naturaleza con los de la condición humana, al tiempo que elabora una conmovedora defensa de la vida sencilla y del camino que nos lleva a perseguir su esencia y sus valores fundamentales. Musashino es una preciosa invitación a la necesidad de alcanzar un equilibrio entre todo cuanto nos rodea y nuestra propia experiencia individual.

De trasfondo más o menos autobiográfico, los relatos de Kunikida, uno de los principales cultivadores de la literatura naturalista nipona, están habitados por personajes solitarios a quienes el efecto consolador del paisaje, la magia de un encuentro casual o una vivencia compartida hacen trascender definitivamente su condición, iluminando para siempre su memoria.

 

Con la caída del Shogunato, Japón abrió sus puertas a Occidente después de doscientos sesenta y cinco años de aislamiento. La Restauración Meiji (1868-1912) trajo consigo importantes reformas que logró modernizar el país en poco tiempo. En cuanto a la cultura, Japón absorbió en ese período todas las corrientes literarias procedentes del Viejo Continente como el Realismo, el Naturalismo y el Romanticismo, y que al mezclarse surgieron otras vertientes nuevas.

Precisamente fue en esta época donde Doppo Kunikida se desarrolló como escritor bebiendo a sorbos de toda esa vorágine cultural que experimentaron los de su época. Influenciado por los novelistas rusos, sobre todo de Turguénev y Tolstói, Kunikida era un romántico con toques naturalistas: romántico por ver la Naturaleza como una manifestación divina, y naturalista por describir lo más fielmente esa Naturaleza y la relación del hombre con su entorno, dando como resultado unos bellos y sensibles relatos que gracias a la labor de Ardicia Editorial tenemos el placer de apreciar en esta antología titulada Musashino, que es la que hoy nos ocupa, y que recopila una selección de relatos de este autor nipón escritos entre 1897 y 1904.

En sus relatos, Kunikida recurre a su atenta mirada para escrutar en la Naturaleza, deleitándose con su belleza y transmitiéndola con alma de poeta a través de sus palabras. Palabras que describen la exuberancia con la que el escritor goza a cada mirada y transmitiendo las sensaciones y emociones que le provoca. Algunos pasajes de sus relatos ofrecen una vista tan maravillosa de los paisajes descritos que el mismo lector puede sentir la sensación de la lluvia al caer o el color del follaje de los árboles, e incluso emocionarse tanto como el autor. Estas son descripciones que siguen mucho la línea estética japonesa, que con el simple contacto con la Naturaleza el alma de quien la observa se eleva. Podría decirse que es un estado místico.

Las descripciones con las que Kunikida nos deleita en estos relatos son de gran belleza, rozando lo poético. Al leerlas sientes que un equilibro y una armonía se han establecido entre la Naturaleza y el hombre. Este hecho se manifiesta sobre todo en el primer relato que da nombre a esta antología: Musashino. En él, el protagonista (diríase que se trata del mismo Kunikida) pasa una temporada en Musashino y, durante su estancia, anota en una especie de diario sus impresiones acerca de los largos paseos que hace mientras observa y se deleita con el paisaje que la llanura de Musashino le regala. Con esos paseos y las anotaciones, el lector se percata de que el protagonista ha establecido una conexión trascendental con la Naturaleza.

26 de octubre

A mediodía, paseo por el bosque. Me siento en un lugar junto al corazón de este sinfín de árboles; miro a mi alrededor, aguzo el oído, contemplo el silencio. [Pág. 25]

Pero Kunikida también ofrece una mirada especial a las personas, a aquellas a las que el destino no les ha hecho un grato favor, seres desgraciados y con inquietudes. En estas historias el autor nos presenta a unos personajes perdidos, tristes y heridos por algún suceso. Curiosamente, después de ponerlos en situaciones complejas y que les superan, al final de estas historias dichos problemas no se llegan a resolver, dejando a sus protagonistas en un estado de impotencia y con un final más o menos abierto que el mismo lector puede imaginar.

Los relatos que componen esta preciosa antología son un auténtico regalo para los sentidos. Cada descripción sobre la Naturaleza evoca esos paisajes tan hermosos de Japón y nos transmite ese amor y esa relación casi divina que conecta con el alma de quien lo describe.

Sentimientos como la melancolía, la tristeza, la dureza pero también el amor y sobre todo la poesía aparecen en las páginas de Musashino, un fantástico libro de relatos donde el poder de la Naturaleza y la condición humana en su estado más trágico y desgraciado son los principales ingredientes. Ingredientes que convirtieron a Kunikida en uno de los escritores más destacados de su época.

 

 

 

Sobre el autor

Doppo Kunikida nació en Chōshi en 1871. Estudió Filología Inglesa en la Universidad de Tokio, de donde terminaría siendo expulsado. En 1892 fundó la revista literaria Seinen bungaku, y al año siguiente comenzó su diario, Azamaukazaru no ki. En 1894, tras desempeñar diversos oficios, se unió al periódico Kokumin shimbun como corresponsal de guerra en la Primera Guerra Sino-Japonesa. Sus crónicas desde el frente, Aitei tsushin, fueron recogidas en un volumen y publicadas con gran éxito después de su muerte. Al año siguiente se estableció en Tokio, donde editaría la revista Kokumin no tomo. Su primera colección de relatos, género que seguiría cultivando con enorme éxito a lo largo de toda su carrera, apareció en 1901. Tras dos traumáticos matrimonios fallidos y el fracaso de un incipiente negocio editorial, Kunikida murió de tuberculosis en Chigasaki a principios de 1908.

 

 

 

Redacción: Mariona Rivas Vives

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