Momentos

Print Friendly, PDF & Email
0 Votos obtenidos¡Vótame!

Nuestra colaboradora Dorina Clark nos ha enviado este relato con un final inesperado…

Creyendo que yo dormía me enteré que Antonio estaba de mi parte cuando mi mujer me dejó por un mequetrefe de peinado relamido que luego la dejó sin blanca; Amparo también creyó en mí cuando le contaron lo de aquel periódico sensacionalista que editó en primera plana la patraña de que le estafé a un bombero retirado los ahorros de toda su vida; casi se me saltan las lágrimas por contener la risa cuando Julián les recordó la tarde que lo salvé de las fauces de un perro colérico, gracias al susto que se llevó el can con el disfraz de payaso que yo andaba en esos momentos probándome para una fiesta sorpresa que le iba a dar a mi hija, corrí con brazos abiertos, ojos saltones y una larga lengua fuera que hizo que huyera calle arriba a cola escondida. Luego fue Paloma la que relató la odisea que monté para desenmascarar a una compañera que le dejaba el bolso limpio de calderilla todas las tardes de pesada oficina. Salvador, con las mismas lágrimas de siempre, relató mi vicio de hacer trampa con los naipes, dados, y demás jugueterías para luego devolverles las monedillas a carcajada limpia. Y claro, ahora reiría con ellos porque es una suerte tenerlos de amigos, pero ando muy ocupado con los santos oleos que dentro de unos instantes celebrarán por mí.

 

Sobre pandoramgzn