En palabras del editor Pablo Méndez «se trata de un libro muy bueno que merece publicar con la mejor colección de la editorial: Baños del Carmen».
Fernando López Guisado habla de la evolución poética de Raquel desde los primero poemas que le mostró hasta llegar a este libro. López Guisado cuenta que nos hallamos frente a una poesía muy lúcida, de mirada certera y llena de elementos naturales. Su lírica se siente en la distancia hacía el ser amado, un ser amado que no necesariamente ha de ser una persona, puede tratarse de un concepto.
«Raquel de Marichalar escribe desde ese lugar muy hondo donde nace la auténtica poesía. Poemas de gran sentimiento contemplativo pero sin caer en el desgarro» El libro cuenta una pequeña historia, la evolución de un alma. Es una poesía comprometida con el canto que, alaba el misterio de las cosas.
La poeta llena sus versos de agua, es precisamente este elemento el que da cohesión a todo el poemario. El título, además de acertado, refleja la hondura de su alma.
Tras la lectura de «Verdad» Fernando López da paso a la protagonista de la tarde que, después de agradecer al numeroso público su presencia en el Comercial, lee algunos de los poemas que forman parte de Luces de invierno.
Silencio
Aquí tienes mi silencio
Tú no lo quieres, lo he traído para herirte
Como hieren los niños.
Con el momento desnudo
O la espada de cartón.
Porque es en el silencio donde me desconoces
Cuando redoblan las campanas mis dolores lejanos.
Parece que el armazón de un meteoro
Espolvoreara el suelo
Y floreciente herrumbre
Palpitase en nuestra estancia.
Tú ya no estás queriendo
Este fular de angustia
Y tus pestañas silban
Para ahuyentar mi enojo.
Aquí crece una isla, menuda y argentada.
Donde urgen los vocablos festivos,
Y yo que siempre te he querido
Como los niños aman
Queriendo todo a cambio
Me hiero en el silencio.
Interesante crónica la de esta presentación. Se agradecería, no obstante, que la comentarista revise su ortografía, especialmente en cuanto al uso de comas, y particularmente en la frase «nos hayamos frente» donde debería haber utilizado «hallamos» (acepción: encontrarse, no haber).
Le agradezco el comentario y las correcciónes que me indica. Seré más cuidadosa en sucesivas crónicas. Un saludo.