«Kyria», de Eric Wyllie

  Título: Kyria Autor: Eric Wyllie Editorial: Ediciones de las tres Lagunas Páginas: 120 ISBN:  978-987-656-195-2  Precio: 50 pesos argentinos (alrededor de 7 euros) Puedes comprarlo contactando en Facebook, email y Twitter […]
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Portada Kyria

Título: Kyria

Autor: Eric Wyllie

Editorial: Ediciones de las tres Lagunas

Páginas: 120

ISBN:  978-987-656-195-2 

Precio: 50 pesos argentinos (alrededor de 7 euros)

Puedes comprarlo contactando en Facebook, email y Twitter

 

 

Sinopsis: Kyria es una novela basada en hechos reales, la historia de amor de dos jóvenes de espíritu libre, que solo actúan con el dictado de sus corazones, sabiendo que la existencia es solo para vivirla, sin importarles el pensamiento de la sociedad ante sus actos. Kyria es un relato donde no hay lugar para la fabula o el suspense, al narrador va directo al grano y sin vueltas, provocando emociones fuertes en la psicología del lector, dejando a las palabras que iluminen en vos hasta lo más profundo.

 

…Pero Kyria no fue lo que me decía su síntesis. O no solo eso, o pudo ser más que eso. Sí, me creo que es basada en hechos reales y sí, es una historia de amor y sus personajes “actúan el dictado de sus corazones”. Pero hay cabida para la fabula y el suspense, y claro que hay “vueltas”, tal vez más de las que quisiera.

Lo que más le admito a su sinopsis es que esta novela corta en verdad quiere iluminar a lo profundo pero cuando lo hace, es hacia adentro de un personaje/narrador que tal vez se creía a la sombra de Kyria y de su oda sobre ella. Por eso la portada, aunque no parezca del todo profesional, es perfecta para la historia: de primera entrada, hipnotizante e imponente, está la figura de la mujer idealizada. Pero no se dejen engañar, el verdadero centro es la otra persona, a la par y no a la altura de esa divinidad. Ese narrador, escritor y protagonista es Eric. A veces es difícil de poder apreciar no solo en la portada, sino hasta en el libro, y sin embargo, emana más emoción. Es una persona humana, sufriente y caída por momentos, que no quiere dejar ver su rostro.

Eso no fue lo que estaba esperando después de leer la sinopsis, aunque sí me evocó a lo que me hizo sentir la imagen de portada. Abrí el libro con esa disonancia, y me encontré con una muy linda sorpresa que me distrajo de ella. Cuando inicié el primer capítulo estuve ante un libro, y eso es muy difícil de encontrar en los e-books. Las páginas, los párrafos y la letra… Era prácticamente como ver un libro hecho de papel y tinta en la vida real, no como un documento en una computadora. Al leer e-books se pierde mucho de lo añoramos en el papel, y no se perdería tanto si al menos se vieran como un libro en nuestras manos. Sonreí de primera entrada.

Y luego fue la poesía. Eric Wyllie me recuerda a una frase de una canción “es mi manera de decir las cosas (…), es que es mi idioma”. Ante todo, y desde el principio, Wyllie es poeta. Y aunque Kyria, en un sentido estricto, es una novela, por lo tanto, prosa; Eric la escribió como poesía-en-prosa en la mayor parte de la historia. Se busca la belleza de la palabra, adornar las ideas y sucesos con las metáforas, y que sintamos lo que sintió por Kyria al seguir su camino de símbolos. Pero por eso, en muchos de sus pasajes, sentí las “vueltas” que la sinopsis decía que no tenía. Porque podrían ser dichas con diferentes palabras y elaborando desde otros ángulos, pero mucha de esa poesía volvía a la misma idea: la ideal Kyria. Y un ideal es una ilusión, una cortina de aire que hace difícil ver a la “real” Kyria escondida en esa poesía, y vislumbrada cuando Wyllie nos cuenta de ella y no sobre lo que siente por ella.

Todo lo contrario pasa cuando el narrador habla de Eric, de su yo. ¡Disonancia de nuevo! Cuando se trata de Eric, Wyllie usa la poesía para arrasar la cortina de humo e intentar ser lo más fiel ante sí, porque quiere decirse quién es “ese” personaje que termina siendo él mismo. Por instantes, su historia y acontecimientos se convierten en momentos exploratorios de su ser, a veces hasta crudos, en que toca las cicatrices de su alma y puede empezar a abrirlas, aunque no se adentra más de lo necesario. Creo que muy pocos lo podrían hacer y publicarlo.

Conocemos a estos dos personajes en la narración de la vida de Eric mientras duró sus encuentros. Una historia de amor con dos personas que hacían una pareja poco común. La situación es complicada desde el principio, por el modo de vida de Kyria (Un punto muy interesante de la trama, que no se explotó del todo), y lo lejos que vive Eric. Sin embargo, es tanto su deseo de estar juntos, que su situación parece no mirarse en todo lo que fue, al igual que la idealización de Kyria no permite ver la extensión de su ser. Aunque esa parte “negada” es sentida y encausada en la vida de Eric, lo que siente y hace cuando está en la solitaria espera de ella. Lo “feo” debía alojarse en algún lado…

Me ha gustado empezar a conocer a estos dos personajes por medio de ese reseñar su historia de amor. Sin embargo, al terminar el libro y su final con tintes a inicios de una nueva y crucial etapa en la vida de Eric; siento que es él el que compartió un pedazo de su ser, mientras Kyria se mantuvo siempre esquiva. Solo pude vislumbrar su ser por medio de mi imaginación, intentando dar humanidad a esa mujer que vive lo que supe que Kyria vivió. Y al final, hasta esa versión “real”, por supuesto, es una cortina de humo. Tal vez por eso sea ella la que da título al libro. ¿Acaso no es más emocionante perseguir lo esquivo? Aunque no nos dejemos engañar, la mujer ideal es tan esquiva como el conocerse a sí mismo.

Sí, Kyria no fue lo que me decía su síntesis. No solo eso y pudo ser más que eso. Y a veces las “vueltas” sirven como cierres e inicios, así como una novela sobre una historia de amor termina siendo, según mi punto de vista, un intento de conocerse a sí mismo del narrador de la historia. A veces, está bien que nos engañemos con las sinopsis. Al fin y al cabo, siempre habrá más que el resumen de lo que creemos que pasó en una historia.

 

eric wyllieBiografía: Oriundo de un pequeño pueblo perdido en medio de Argentina llamado Lincoln, Eric Wyllie ha ganado “algunos premios literarios de poca valía en poesía, a nivel nacional e internacional”, aunque ya no cree en los concursos literarios. Ha escrito y editado con la editorial Dunken de Buenos Aires dos poemarios  “Trist” (2006) y “Sinua” (2009). “Kyria” (2012), su tercer libro y primera novela, se encuentra por lo menos en 23 países gracias a la difusión por internet.

El autor de esta novela corta tuvo la amabilidad de responder unas preguntas para Pandora Magazine. Usando su idioma poético y mucha sinceridad, Eric Wyllie nos respondió sobre lo que él cree de su obra y de lo que puede evocar en el lector o lectora Kyria, entre otras cosas.

 

Pandora Magazine: Dices desde la misma sinopsis, que Kyria es basada en hechos reales. Esas palabritas de una vez me hacen preguntarme ¿qué tanto es realidad, qué tanto es fantasía… qué tanto es solo una parte muy parcial de esa realidad recordada por alguien? Porque sabemos que no es fácil dar con lo real, menos escribirlo.

Eric Wyllie: El 90% de la historia es real, o parte de un acontecimiento real para transformarse un poco en fantasía. No me gusta escribir 100%x100% ficción cuando la realidad es mucho más jugosa. El problema reside en poner que la novela es real. Si yo hubiera dicho que es ficción, todos me hubieran preguntado que parece muy real. Como puse que es una historia verdadera, nadie la cree como tal y dicen que es ficción. Es el problema de la interpretación de los lectores, ellos son los que se encargan de creer en algo que no es tal y en no creer en algo que sí es tal.

De hecho, las personas cercanas a mí, se sorprenden de la cantidad de cosas personales y, por ende ciertas, que puse en la novela.

 

P.M.: El “personaje principal” y “narrador” cuenta una situación que vivió usted mismo. ¿Qué le impulsó a publicar una historia que parece tan íntima y personal?

E.W.: Me gustan las novelas autobiográficas, mi novela tenía que ser de ese modo. No tengo pudor en contar mis historias de vida, de hecho, exploto ese aspecto y trato de transformarlo en literatura. Me gusta lo que produce una historia real en el lector, porque queda doblemente impactado, preocupado, mucho más triste que si fuera una historia de ficción, que al poco tiempo la olvidarían. Mi novela les sigue rondando en su cabeza como en sus corazones y tienen miles de interrogantes para hacerme. O sea, la novela cobra “vida” después de leerla y permanece en ellos. Si fuera todo una mentira, moriría con la última pagina. Yo no deseo eso, yo busco emociones fuertes, extremadamente dolorosas y personales y de allí compartirlas y que se agudicen luego en el lector. No busco meramente entretenerlos, que pasen el tiempo, que sea un libro más, no, lo que yo escribo les tiene que llegar a lo profundo del alma. Y escribiendo vivencias personales transformadas en novela eso sucede. Eso busco en mi lector, por eso escribo historias muy íntimas.

 

P.M.: Esa búsqueda de escribir desde lo vivido parece algo muy acorde a su vocación de poeta. Pero Kyria es ¿una micronovela? Y creemos que las novelas se escriben en prosa, sin embargo, el lenguaje poético abarcaba mucho de su narración. ¿Se perdió algo con la prosa no usada, y qué se gana con el uso de la poesía?

E.W.:   Antes de “Kyria” edité dos libros de poesías muy introspectivas y sumamente personales, “Trist”, en el año 2006 y “Sinua” en el 2009, de hecho ambos libros los nombro en la novela. “Kyria” es una novela corta que continua de alguna manera y en prosa, esa poesía anteriormente citada.

Con la prosa no usada uno cree que se pierde mucho, pero en mi caso, creo que se gana en resumen y en ser más directo e ir al grano y no dar tantas vueltas. No me gusta la literatura que da vueltas en lo mismo todo el tiempo. El lenguaje poético en la prosa es algo que no se usa mucho en las novelas y, para mí, es un hecho importantísimo, le da más sabor a las palabras, magia, mucho más vocabulario y crea imágenes con infinitos matices en el lector, despierta otros sentimientos más que al escribir una prosa lineal. Pero a nivel ventas o popularidad estos escritos literarios alejan a los lectores masivos, que solo buscan una historia lo menos poética posible porque les resultan empalagosas, forzadas, y se alejan de las mismas. Personalmente, yo creo que si no hay belleza poética en la prosa, una novela de ese tipo no merece ser leída.

 

P.M.: Hay dos personajes principales, pero el que más me interesó es Eric, porque es el que narra la historia, a Kyria y a sí mismo. Más allá y principal que el amor a Kyria está él, su dolor y la lucha casi autodestructiva por sobrevivir a ese dolor. Creo que él es en verdad el centro y personaje del relato. ¿Fue difícil no solo mirarse al espejo, sino escribir sobre lo que se vio?

E.W.: Te voy a contar un secreto, cuando a mí se me ocurrió contar nuestra historia de amor con Kyria, y le comenté la misma a ella, la idea principal era que ella contara la historia y que yo no tuviera tanta suerte en la novela. No especifiquemos esto que acabo de decir para no contarle la novela a aquellos que no la leyeron todavía… Por motivos obvios que están en el escrito, la terminé escribiendo enteramente yo y terminé siendo el centro de atención casi sin darme cuenta. Pero Kyria es la que permanecerá en el alma de los lectores y eso es lo que me satisface de la narración.

Fue difícil escribir los últimos capítulos, solo con lagrimas en los ojos, y ellas me trasportaban a palabras escritas de sentimientos en mi corazón.

 

P.M.: Hablemos de Kyria, el personaje que da nombre al libro. Esa mujer que se nos presenta idealizada desde el punto de vista de Eric. ¿Qué tanto la Kyria para Eric era la Kyria real? No dejo de sentir que parte de su humanidad quedó a la sombra de la poesía con la que se habla de ella…

E.W.: Muy buena interpretación, me satisface saber que usted leyó el libro de manera adecuada, interpretándolo correctamente. Kyria pasó a ser una idealización casi angelical en la mirada de Eric, dejando de lado la verdadera identidad de su ser. Comparto con usted totalmente que su humanidad quedó en las sombras, y que el brillo de la luz es causa de la poesía y del imaginativo del recuerdo que yo quiero, siento e imagino sobre ella. Esto es lo que para mí causa en el lector la sensación de que la historia no es real, porque Kyria es un ser perfecto, un ángel, un ser divino y fuera de este mundo; de allí muchos creen que es una narración fantástica, porque a ella la dibujo con palabras de colores inexistentes en el mundo real.

 

P.M.: Volvamos con la sinopsis, sino te importa. En ella se dice que los personajes creen que la existencia es solo para vivirla, sin importarles el pensamiento de la sociedad ante sus actos. Sin embargo, en el libro se percibe que la sociedad “contragolpea” a los personajes por vivir de esa manera. Sus decisiones tienen costos. La espera de Kyria sumerge a Eric en la soledad, ahondando su herida. El trabajo de Kyria también le deja a ella en la soledad del repudio. ¿En ese “sin importarles“, se mira de una manera más de avanzada o abierta la situación de esta pareja, o se niega parte de ella para sobrellevarla?

E.W.: Siempre es contradictorio hacer lo que uno quiere o desea viviendo en sociedad, ya que ésta tiene demandas que uno las vive a diario y lidia con ellas, y no puede ser libre a lo que su corazón dicta. La sociedad y sus presiones siempre te golpea a vivir como ella exige, por eso cada decisión que uno hace en la vida, si es lo más libre y sincero posible, es un triunfo en el mundo que vivimos. Esa es la idea de la sinopsis, así sea unos minutos, o una decisión efímera, lo importante es que uno quiso hacer lo que realmente sintió y no realizó lo que los otros quieren de uno.

Acá en la historia, la idea del amor más allá del trabajo de Kyria o la oscura adicción de Eric, es que el amor de ellos es sincero, y es abierto en su pensamiento. Por supuesto que también se niega ser parte de la sociedad para poder sobrellevar mejor la situación, los dos puntos de vistas son correctamente válidos y creo que es lo que hacemos todos para sobrevivir en el mundo, si no, calculo que yo ya no hubiera estado acá hace mucho tiempo.

 

P.M.: Y siguiendo con la sinopsis, he de confesar que no estoy de acuerdo con esta parte: “Kyria es un relato donde no hay lugar para la fabula o el suspense, al narrador va directo al grano y sin vueltas”. Hay fábula ¿Quiénes son Eric y, sobre todo Kyria, y qué hay detrás de ellos y su amor? Hay suspense en ese inesperado final, y hay vueltas: la narración poética vuelve una y otra vez a presentar a Kyria idealizada, y la mayoría del relato hay que estar muy atento para sospechar a la humana… ¿Qué quisiste decir en esa parte de la sinopsis y porqué no la entendí correctamente?

E.W.: Lo que quise decir fue a grandes rasgos: No considero que sea fabula lo de los personajes, ya que los dos son humanos y ambos hablan de su amor, más allá que sea tal vez idílico, no deja de ser el amor real de dos reales seres humanos.

Suspense por el inesperado final no considero que ese pequeño, aunque muy importante, capítulo llegue a ser un todo en la novela.

Con respecto a una historia sin vueltas, me refería a los escritores que vuelven a escribir una y otra vez párrafos ya escritos, vuelven a reseñar algo que ya pusieron antes… De hecho usted me contó que leyó Kyria en una sola sentada, las novelas que dan vueltas llevan más de una sentada, no sé si me explico.    

 

P.M.: ¿Quién era Eric para Kyria?    

E.W.: Un poeta solitario lleno de amor para con ella pero no para sí mismo, un lobo que transita en la soledad de los bosques y el frío impiadoso. Kyria sabe que la soledad de las sombras sin el brillo de sus besos tarde o temprano se lo va a llevar de este mundo.

 

Muchas gracias, Eric, por tu anuencia y amabilidad.

 

Redacción: Mariana Esciam

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