Especial París – Quartier Latin & St Germaine

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Casetas de libreros del Sena

Un barrio universitario de antes y de ahora el Quartier Latin, que nos abre las puertas a todos aquellos que queremos pasear por sus empedradas calles y revivir un pasado cercano de corte bohemio. Como en todas las zonas de París, lo mejor es perderse sin límite de tiempo (recomendación harta sabida) Pero vamos a dar ciertos lugares que no podemos perdernos.

Podemos llegar por el Petit Pont, paseando por las orillas del Sena y disfrutando de las casetas de los libreros que llevan allí ubicadas un siglo, para comenzar nuestra visita en la librería Shakespeare & Company. En el local de la derecha puedes encontrar novedades literarias, mientras que los libros antiguos están ubicados en el local de la izquierda. Una librería angosta y repleta de libros del suelo al techo. Puedes dejar un pequeño poema en el tablón de la zona de poesía. Por supuesto que saldrás de allí portando una bolsa de la mítica librería repleta de nuevas adquisiciones (que te sellarán en caja)

Shakespeare&Co (libros de edición moderna)

Shakespeare&Co(libros de edición antigua)

La Sorbona

Seguimos nuestro camino adentrándonos en el barrio hasta llegar a la Sorbona, la Universidad por excelencia parisina. Fundada en 1253 como residencia para 16 estudiantes de teología, acabó por convertirse en un centro de educación religiosa. Podrás visitar en su capilla la tumba del Cardenal Richelieu.

Panteón

Girando hacia la izquierda por la Rue Soufflot, llegamos al Panteón. Construido por deseo de Luis XV y más tarde fue declarado Templo de la Nación, en donde se han enterrado a Voltaire, Rousseau, Zola, Marie Curie, Dumas, Victor Hugo y Mirabeau entre otros.

Un lugar que atrae a muchos turistas últimamente es la Iglesia de Saint Etienne. A las doce de la noche, sentarse en sus escaleras y esperar a que un coche de los años veinte pase por la calle y nos transporte a otra época. Sí, la escena de la actual Midnight in Paris, de Woody Allen, atrae a los turistas a este rincón privilegiado.

Para poder encontrar la casa en la que vivió Ernest Hemingway en la época en la que se basó para escribir París era una fiesta, tendremos que partir de la Place de la Contrescarpe y subir por la Rue du Cardinal Lemoine hasta llegar a un pequeño recoveco en donde se encuentra el número 74. Una placa te indicará perfectamente el lugar.

Si cruzamos de nuevo la Rue Soufflot, pasaremos a la zona de los boulevards, el barrio de St Germaine.

El Palacio de Luxemburgo preside los jardines en donde pasar una tranquila tarde en familia, fletando barquitos en el pequeño lago o leyendo a la sombra de algún árbol.

Claro que lo que atrae a la gente a esta zona son sus cafés y brasseries. Enfrente de la Iglesia de Saint Germaine des Prés se ubica el Cafe de Flore, en el Boulevard de St Germaine. Allí es donde escritores y artistas del París de los años veinte se reunían y pasaban el día al calor de una taza de café caliente. Entrando en el café podemos descubrir que el local sigue siendo como antaño. Pequeñas mesas repartidas por todo el local y al fondo, de lado a lado de la pared, un gran banco tapizado en rojo. Lo que ha cambiado es el precio de la carta. Prepara la tarjeta si quieres desayunar allí. Por una pieza de bollería y un vaso de leche, el mínimo ronda los 10€. Antaño los artistas que acudían a este local no tenían el poder adquisitivo que tienen ahora los que lo frecuentan. Pero es que los tiempos cambian.

Cafe de Flore – detalle de la fachada

Cafe de Flore

Brasserie Lipp

Enfrente del Cafe de Flore podemos encontrar la Brasserie Lipp. Su decoración te transporta al siglo pasado. Hemingway y Joyce entre otros lo frecuentaban. Este restaurante es también cervecería. No puedes dejar de ir a cenar y probar su choucroute.

En el Boulevard du Montparnasse podemos encontrar dos de los sitios más visitados ahora y en el siglo pasado. En una de sus esquinas se encuentra la Closerie des Lilas, y casi llegando a la Torre de Montparnasse, vemos un gran local con luces rojas llamado La Coupole, lugar favorito de Scott Fitzgerald, al que deberás llegar con tiempo si quieres conseguir una mesa en condiciones.