«Asuntos íntimos de un hijo de vecino», de Gustavo Adolfo Abril Peláez

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 «El miedo se agazapa en las sombras de mi habitación y se confunde con mis libros, con los retratos… con estas espantosas paredes; sus dientes afilados asoman de su hocico maloliente y se clavan en mis esperanzas cada vez que la luz desaparece. A ojos cerrados no puedo defenderme, pero abrirlos obliga a ver la batalla perderse… obliga a verme a mí mismo: perpetuado, hundido… anegado para siempre en este horrible presente».

Con nombre de poeta, ojos sinceros y sabiduría blanca en su pelo, os presentamos a Gustavo Adolfo Abril Peláez, escritor de Guatemala, con 52 años de experiencia bien aprovechada en la vida.

Hace ya años que conozco los escritos de Gustavo. Hace años que he tenido el placer y el gusto de leerle por tierras areneras (Comunidad Literaria Libro de Arena) y desde el primer día noté que había algo especial y muy personal en su prosa. Un acontecimiento que para otro no habría significado nada, Gustavo lo convertía en arte. De un simple momento, creaba una limpia prosa versada. Todos los que hemos tenido la gran suerte de seguir su trayectoria, nos hemos llevado una gran alegría cuando hemos sabido del lanzamiento de su libro «Asuntos íntimos de un hijo de vecino», una recopilación de grandes momentos, de pequeñas y variadas historias, una condensación de vívidos sentimientos que Gustavo nos regala.

Un comienzo duro, vivencias de desengaño, de amargura y pérdida de fe en todo lo que se quiere y se cree. A medida que avanza el libro, esa amargura empieza a transformarse de nuevo en fe, algo que nos recuerda que por muy malos momentos que tengamos, igual que en la caja de Pandora, en el fondo siempre nos queda la esperanza.

Pandora Magazine ha tenido la gran suerte de charlar cibernéticamente con Gustavo, el cual nos ha concedido esta entrevista.

Pandora Magazine: ¿Cuándo supiste que querías ser escritor?
Gustavo A. Abril Peláez: Lamentablemente lo supe en un momento muy tardío de mi vida; hace unos ocho años empecé a escribir y ya no pude (ni quise) parar.

PM: ¿Qué libros, y de qué autores te han impactado más?
GAAP: El primer libro que logró cautivarme fue «El Quijote», de Cervantes. Yo tendría doce o trece años cuando lo leí por primera vez; me cautivÓ tanto, que varias veces acampé en el jardín de la casa de mis padres y comí mendrugos de pan con queso y cebolla para vivir con más realismo la historia. Otros libros fueron fundamentales en mi vida, entre ellos la Biblia y -en contraste- «Así habló Zaratustra» de Nietzsche. También me impactaron fuertemente las obras de Kafka, de Hermann Hesse, de José Saramago (mi escritor favorito) y, por supuesto, de Gabriel García Márquez, cuyo realismo mágico admiro y envidio.

PM: ¿Cual fue tu primer escrito, y de qué trataba?
GAAP: Fue algo que escribí en un foro de opinión como respuesta a un periodista de mi país. A ese periodista le gustó tanto esa respuesta que la publico íntegramente (con mi permiso) en su columna semanal, en el periódico de mayor circulación de Guatemala.

Presentación del libro en el Museo Ixchel del Centro Cultural de la Universidad Fancisco Marroquín, en ciudad de Guatemala.

PM: ¿En qué te inspiras para escribir algo tan personal y con tanto sentimiento?
GAAP: Me inspira la vida con sus giros y contrastes, pero también me mueve el reto (a veces monumental) de describir sentimientos, lo que me obliga a utilizar, en mi prosa, algunos recursos poéticos.

PM: ¿Crees que se necesita haber sufrido en la vida para que lo que se escribe tenga más fuerza y llegue mejor a la gente?
GAAP: Me siento tentado a decir que sí, pero mi respuesta no sería ni justa, ni correcta, pues he descubierto que cualquier sentimiento extremo puede abrir, por igual, ese umbral que necesitamos traspasar para poder escribir con el alma.

PM: ¿Qué proyectos tienes en marcha ahora mismo?
GAAP: Estoy haciendo trabajo para teatro, apoyando al director y los actores que han puesto en escena una propuesta muy novedosa titulada “Mesa para dos”, escrita en complicidad con Ligia García (poeta y gran amiga mía) Además me encuentro ahora mismo en el interesante proceso de escribir una novela que será utilizada por una institución internacional para generar cambios de conducta en un grupo objetivo muy particular, para ello dicha institución hará uso de la mensajería por telefonía móvil como medio de difusión.

PM: ¿Y en futuro?
GAAP: Hace mucho tiempo que dejé de hacer planes a largo plazo, pero mi siguientes proyectos son: terminar y publicar de una vez por todas mi segundo libro (cuentos cortos «muy urbanos») y seguir escribiendo guiones, pues el teatro me ha regalado satisfacciones y experiencias incomparables.

Con los actores en un ensayo de «Mesa para dos»