Algo Inesperado

«A mis sentidos llegó un suave aroma de azahar y, el hecho de pensar que emanaba de una sutil silueta femenina que pasaba junto a mí, hizo que un extraño […]
Print Friendly, PDF & Email
0 Votos obtenidos¡Vótame!

«A mis sentidos llegó un suave aroma de azahar y, el hecho de pensar que emanaba de una sutil silueta femenina que pasaba junto a mí, hizo que un extraño escalofrío recorriera mi espina dorsal. Sonreí ante la tontería de lo que eso suponía para mis cuarenta años pero cuando se dio la vuelta y llegó hasta mí su sonrisa tuve que buscar con la mirada una silla mientras se la devolvía. Apenas noté la copa que un gentil camarero me ponía en la mano y ni siquiera hice caso de un reclamo de amistad que un compañero de escuela me hizo nada más entrar en aquella magnífica y luminiscente sala de fiestas de la gran ciudad. Todos mis sentidos se deslizaron por su figura escueta y moldeada hasta que sus suaves palabras volvieron a magnetizar mi espalda. Tres días anduve enganchado a la inocencia, al despertar de la verdad y a la complicidad compartida, como si eso lo hubiera hecho toda mi vida. A la cuarta noche, las palabras que mi padre me susurró al oído después de verla junto a mí, me llevaron a una trágica agonía: “Hijo, tener un desliz con su madre fue algo que todavía no asimilo pero siento decirte que ella nació en un lejano solsticio de invierno”

 Horas antes, le había robado un solitario beso que reconozco ahora que duró más de la cuenta y las renacientes promesas silenciosas que no vamos a poder cumplir, no dejan acallar a mi maltrecha conciencia ante el patético reconocimiento de que nunca podré digerir,  que aquella criatura, casi celestial y coqueta y, lo peor, sangre mía, besaba demasiado bien.»

 

Autora: Dorina Clark

Etiquetas:

Sobre pandoramgzn