Los que somos aficionados a la literatura, como si de una hermandad secreta se tratase, compartimos placeres literarios ocultos, uno de ellos es que nos encanta el olor de las páginas de un libro nuevo. Imaginad mi sorpresa al enterarme de que una pequeña tienda independiente llamada Sweet Tea apothecary ha fabricado y comercializado un perfume llamado: “Dead Writers” (Escritores Muertos)
Los creadores de este original perfume, han dicho que “evoca la sensación de sentarse en una vieja biblioteca y ojear las amarillentas páginas de los libros de Hemingway, Shakespeare, Fitzgerald, Poe y otros. El perfume “Dead Writers” hace que te entren ganas de poner una tetera de té negro al fuego mientras lees tu libro favorito”.
Y vosotros os preguntaréis: ¿A qué huelen los escritores muertos? Pues “Dead Writers” es un perfume de alta concentración, compuesto con esencias de tabaco, clavo, almizcle, té negro, heliotropo y vainilla, pueden usarlo hombres y mujeres y dura hasta ocho horas.
Os imagináis que esta pequeña tienda triunfe y empiece a realizar aromas independientes para cada escritor, porque en este negocio hay múltiples candidatos a aroma del año, por ejemplo:
Charles Buckowski: whisky, cigarrillos, opio.
Charles Dickens: tierra mojada, madera, mar y té earl grey.
Stephen King: Lágrimas, miedo, sudor, noche y especias.
Hay mil escritores/aromas para inventar. Y tú, ¿quieres oler a “Dead Writers”? yo estoy a punto de hacer mi pedido. ¿Qué aroma crearíais vosotros, a qué escritor os gustaría oler?
Podéis comprar “Dead Writers” aquí.
Redacción: Jhayra Bravo Riascos
¡Sorprendente!
Bueno, una noticia curiosa, Jhayra Bravo Riascos. No sé lo que son capaces de inventar pero yo me pediría para Juan Ramón Jiménez lo siguiente: Alhelíes.
Un gran saludo.